Los dos nuevos parques eólicos que Enel Green Power tramita ante el Área de Industria y Energía de la Delegación del Gobierno en Galicia, los denominados Caíño y Brancellao, han disparado las alertas en la comarca de la montaña betanceira. Concellos y vecinos de Curtis, Aranga y Oza-Cesuras han convocado reuniones en las localidades afectadas para facilitar a los residentes información y un modelo de alegaciones.

Los ayuntamientos de Curtis y Oza-Cesuras ya avanzan que alegarán contra estos dos parques, los d os de mayor tamaño que se tramitan en la zona. El Concello de Aranga ha puesto a disposición de los vecinos y plataformas los servicios técnicos del municipio para asesorarles.

Reunión del alcalde de Oza-Cesuras y la edil Carmen Barreiro con integrantes de las plataformas para definir la estrategia

El BNG de As Mariñas anuncia también que presentará alegaciones. La Reserva de Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, por su parte, expresa su preocupación y avanza que emitirá un informe sobre el impacto de estos dos proyectos tras visitar ayer su presidente, José Antonio Santiso Miramontes, acompañado por el alcalde de Curtis, Javier Caínzos, dos de las explotaciones ganaderas afectadas.

Visita del presidente y técnicos de la Reserva de Biosfera y el alcalde de Curtis a una de las explotaciones afectadas.

Las plataformas Aire Limpo nas Mariñas-Mandeo, SOS Patrimonio Gato -Seselle , A-Legre, Monfero di Non, Afectados de Paderne o Petón do Lobo multiplican los encuentros vecinales. El pasado domingo fue el turno de A Castellana y Filgueira de Barranca. La asociación vecinal de esta localidad fue la que organizó la reunión alertada por la afección de este parque y por la inclusión de su enclave natural más preciado, las Fervenzas da Rexidoira, en la poligonal del parque eólico Caíño.

Los dos nuevos parques eólicos suman 58 aerogeneradores de 115 metros de altura y 327 megavatios en total. El proyecto Caíño abarca terrenos de Aranga, Curtis, Oza-Cesuras, Abegondo, Sobrado y Guitiriz, y el de Brancellao afecta a los concellos de Curtis, Vilasantar, Mesía, Carral, Boimorto, Frades y Ordes.

Los dos parques suman 58 aerogeneradores y 327 megavatios en total

El parque eólico Caíño dispondría de 187 megavatios y 33 molinos con una potencia unitaria de 5,7 megavatios. El proyecto incluye una subestación en Curtis de la que saldría una línea de alta tensión de 220 kilovatios y 9,74 kilómetros que discurriría por Curtis y Oza-Cesuras (9.580 aéreos) conectaría con la estación en proyecto de Seselle (que tramita Galenergy). De esta planta partiría una línea de 14,8 kilómetros (14,2 aéreos) que conectaría con la subestación de REE de Abegondo.

El proyecto del parque eólico Brancellao prevé 25 aerogeneradores con una potencia total de 140 megavatios; una subestación de 220 kilovatios con una línea de 22 kilómetros que conectaría con la planta de Mesón do Vento (Iberdrola).

La promotora destaca en sus proyectos que los aerogeneradores se sitúan a más de 500 metros de los núcleos de población. En el caso de Caíño, considera compatible o moderado el impacto sobre los bienes patrimoniales y espacios naturales, con una afectación “compatible” en las Zonas de Especial Conservación Betanzos-Mandeo y del embalse de Cecebre.

En el caso del de Brancellao, la empresa destaca que se soterrarán 1,6 kilómetros de la línea que discurren por el Camino de Santiago y solo detecta dos impactos “moderados” en la Zona de Especial Conservación Río de Tambre. En ambos casos, afirma que los planes recogen las medidas correctoras precisas.

Alegaciones vecinales

La evaluación del impacto realizada por Enel Green Power no convence ni de lejos a las plataformas vecinales, que denuncian una fragmentación “artificiosa y en fraude de ley” del proyecto industrial en varios independientes y reclaman una evaluación conjunta.

Los colectivos advierten de que en el territorio afectado por estos dos nuevos parques se tramitan actualmente otros 25 proyectos y alertan de la “vulneración flagrante” de la Lei de Montes y de la “afección significativa, severa e irreparable” al paisaje, la biodiversidad y las explotaciones agroganaderas y núcleos de población del área de afección.

Gráfico realizado por Aire Limpo nas Mariñas con los parques eólicos en tramitación en la zona

Entre otros enclaves naturales afectados, plataformas y asociaciones ecologistas advierten del impacto en Zonas de Especial Conservación (ZEC) de la Red Natura, como el Esteiro do Tambre (que sufrirá un impacto que tachan de “severísimo” e “irreversible”), el embalse de Cecebre o el ZEC Betanzos-Mandeo.

Apelan además a la grave afección a enclaves incluidas en la propuesta de ampliación de la Red Natura, parada desde 2012, como As Brañas do Deo, que alberga hábitats prioritarios de interés comunitario, y a Espazos Naturais de Interese Local (ENIL) como Río Abelleira o previstos, como las Fervenzas da Rexidoira.

Colectivos y residentes en los municipios afectados apelan además al impacto en el patrimonio cultural y en el paisaje. Inciden en la afectación en miradores emblemáticos incluidos en la estrategia del paisaje gallega como los de Rodeiro, Cova da Serpe o Aranga, entre otros, y denuncian también la ausencia de un informe sobre el impacto en los acuíferos.

Vista desde el mirador Pico de Vales y recreación realizada por la empresa promotora de la vista tras la ejecución del parque eólico Caíño