Profand tendrá protocolo de olores para su fábrica de procesado de sepia en Cambre

La compañía, que compró las instalaciones de Isidro de la Cal en Espíritu Santo, admite que esta actividad genera este impacto, pero prevé medidas preventivas y correctoras

Exterior de las instalaciones en Espíritu Santo. |   // L.O.

Exterior de las instalaciones en Espíritu Santo. | // L.O. / M. Villar

La multinacional pesquera gallega Profand adquirió las instalaciones de Isidro de la Cal en el polígono de Espíritu Santo en Cambre cuando esta sociedad entró en concurso de acreedores. Ahora tramita la autorización ambiental integrada para la actividad que desarrollará en esta planta, básicamente procesado de sepia y también de pescado, sobre todo trucha y fletán (con posibilidad de incorporar también merluza y pez espada).

La generación de malos olores en este tipo de industrias dedicadas al procesado de productos del mar, sobre todo cefalópodos, afectaron históricamente a vecinos de la zona más cercana, sobre todo en el entorno de Bartolomé de las Casas en Nós (Oleiros). En este mismo polígono existe también otra industria del mismo sector, Discefa, también de procesado de cefalópodos.

Profand, en su tramitación ambiental, analiza el impacto posible de los malos olores de esta actividad y especifica que prevé elaborar un protocolo de reducción de los mismos, porque es un trabajo con “alta probabilidad” de generarlos.

La compañía asegura que aplicará y revisará periódicamente un plan de gestión de olores, con una monitorización y una respuesta en caso de detectarlos o por denuncias vecinales. Señala que también elaborará un programa de prevención y reducción de olores para encontrar las fuentes y medir su exposición.

La empresa considera que el punto con más posibilidad de generar malos olores en las instalaciones del polígono de Cambre es la empresa depuradora de aguas residuales que está dentro del recinto, no solo por el propio proceso de depuración “sino porque en esa zona se acumulan también distintos contenedores de residuos, algunos de carácter orgánico”. Por eso cuenta con su retirada inmediata y limpieza frecuente. También incluye como medidas correctoras, si aparecen niveles de olor significativos, contar con “equipos de tratamiento”.

Profand no obstante considera que su actividad no generará malos olores apreciables porque su actividad principal prevé el “encapsulamiento” del producto, en condiciones de aireación adecuada. Por eso aunque considera el impacto a nivel de olores como “negativo, significativo, directo”, también piensa que tendrá “baja probabilidad”.

En las instalaciones de la planta existe una depuradora con pretratamiento, tratamiento primario con microburbujas, depósito de laminación, tratamiento secundario en reactor biológico y deshidratación.

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