Baldaio es uno de los lugares más conocidos de Carballo. Es una playa, laguna y marisma. Se trata de un lugar de una gran extensión en el que perderse en busca de tranquilidad. Es un enclave en el que el mar se adentra en la tierra y se mezcla con el agua dulce que llega de los ríos de toda la zona. Se crea así este espacio tan especial, según recoge la web de Turismo de Carballo.

En la laguna de Baldaio se pueden encontrar más de 250 especies de invertebrados y 68 de algas, de ahí la necesidad de que cuente con una mayor protección. La zona está incluida en la Red Natura 2000, está clasificada como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y como espacio de protección de aves.

“La barra de dunas que une Baldaio a Razo se prolonga a lo largo de tres kilómetros. A las y los carballeses les gusta completar el día de playa recorriendo a pie, con las olas acariciando los pies, esta extensa zona de arenal. Antiguas como el más preciado de nuestros monumentos, alguna de estas dunas está ya fosilizada”, indica Turismo de Carballo.