El vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, apeló ayer a mantener la “prudencia” con el cumplimiento de las medidas vigentes durante la Semana Santa para, una vez pasado este período vacacional, poder “seguir desescalando” en las restricciones.

En una entrevista en la Radio Galega, recogida por Europa Press, el también conselleiro de Presidencia, Xustiza e Turismo confirmó que la situación epidemiológica de Galicia es ahora “mucho mejor” que hace “tres o cuatro semanas”, ya que “las cifras siguen a la baja” aunque “con tendencia a estabilizarse”.

Ante este escenario, Rueda manifestó el “optimismo” del Gobierno, aunque “con muchísima prudencia”, dado “lo que está pasando en tanto países de Europa” con la cuarta ola, “pero también en otras comunidades autónomas”. Por esto mismo, y porque los datos siguen “lejos de ser tranquilizadores”, la Administración autonómica prefiere “dejar pasar la Semana Santa”, un período de “más movilidad y más momentos de ocio” para luego evaluar si “seguir desescalando”.

En palabras del vicepresidente de la Xunta, el riesgo de una cuarta ola “existe, efectivamente”, después de tres en las que todos pensaban “que ya era la última”. “Aquí vamos a ser muy cuidadosos. En estos días en los que va a haber mucha más movilidad, la palabra no es cruzar los dedos sino respetar las normas y convencernos de que los incumplimientos nos llevan a situaciones muy indeseadas”, explicó.

“Ocurrencias” del Gobierno

Preguntado sobre la propuesta del Ministerio de Sanidad sobre cerrar el interior de los locales de hostelería en zonas de mayor incidencia, Rueda dijo “respetar” su intención, pero se quejó de que el Gobierno central “hace muchísimo tiempo que se dio de baja de coordinar” la gestión de la pandemia “y a veces sale con estas ocurrencias que lanza al aire”.

El número dos de la Xunta redujo esta cuestión a “globos sonda”, al tiempo que ha garantizado que Galicia “seguirá haciendo su trabajo basado en datos objetivos” y en lo que determine el comité clínico.

El vicepresidente gallego también se quejó de la “descoordinación” del Ejecutivo estatal, poniendo como ejemplo los cribados que la Administración autonómica pretende realizar en los aeropuertos gallegos, dependientes de AENA. La iniciativa arrancó esta semana en el coruñés de Alvedro, mientras que ya ha habido equipos del Servizo Galego de Saúde (Sergas) desplazados hasta los de Lavacolla (Santiago) y Peinador (Vigo) para poder hacer lo mismo, a pesar de que hasta el viernes “el silencio” era “la respuesta” que tenía la Xunta por parte de AENA.

Rueda no es el único miembro del Ejecutivo gallego que ayer avanzó que, en la reunión del comité clínico, mañana martes, no se decidirá un alivio significativo de las restricciones, posibilidad que se pospone hasta pasada la Semana Santa. El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, también apuntó en esa dirección durante una entrevista en la Cadena Ser, en la que se mostró confiado en que a finales del próximo mes de agosto el 70% de los ciudadanos gallegos ya hayan recibido la vacuna contra el COVID.