Estamos en un país llamado Recortes. Todos los ciudadanos sufren los efectos de las tijeras gigantes de un "mandarín" llamado Mariano Rajoy, alias Marianico el Corto, alias Marianico Recorto. Sin embargo, en una "villa cercana a A Coruña tienen el antídoto" contra la política de rebajas económicas y de derechos que practica el Gobierno. Esa villa es Oleiros y su alcalde, tras sonar la Internacional, aparece sobre el escenario con un aspecto que recuerda al científico Albert Einstein. Ángel García Seoane tiene el antídoto en una caja y junto a unos compañeros, la abre mientras suena la banda sonora de La Guerra de las Galaxias, y grita: "¡Contra los recortes, las recortadas!".

Bien armados, Einstein-Seoane y sus compañeros disparan contra el mandarín Rajoy y sus colegas, cabezudos con las caras de ministros como el de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Al final de la batalla suena el tema del grupo Ska-P, Resistencia y el regidor de Oleiros grita: "Hay que resistir, hay que vencer".

Así culminó ayer el nuevo sainete satírico que organiza cada año por Carnaval el alcalde de Oleiros, el único de la comarca con sentido del humor como para disfrazarse cada año y reírse de los demás y de sí mismo, disfrazado de muerto resucitado, un caracol, un guerrillero, un alcalde de la República, un ahorcado, un ángel o un talibán.

La fiesta del Entroido en el pabellón de Santa Cruz no solo contó con la chirigota protagonizada por el alcalde sino que hubo un concurso de disfraces, los mejores de los últimos años. Tanto, que en medio del desfile el presentado anunció que se creaban tres premios más, tres accésit de 150 euros cada uno. Casi una treintena de grupos, sin contar los individuales, participaron en el certamen.

El grupo más aplaudido fue Jara y Sedal, caza en Botswana, donde un joven disfrazado de Rey mataba un elefante pero resultaba herido en una caída. El siguiente grupo participante en el concurso subió al escenario para recogerlo en una camilla, tirada por una bicicleta ante la falta de ambulancia por los recortes, y con una botella de Terry 1900 en lugar de suero para el paciente, también por culpa de los recortes.

Otro conjunto que triunfó en la fiesta fue La Tribu de los Plumachos, unos trogloditas que por vestido utilizaban los penachos de la Hierba de la Pampa, esa especie invasora a la que el alcalde le declaró la guerra el año pasado.