Los votos del Gobierno local y de Marea Atlántica aprobaron este jueves de forma inicial los presupuestos municipales para este año, que ascienden a 310 millones de euros. En contra de las cuentas solo posicionaron los concejales del Partido Popular. A pesar de que discrepar con las formas, el BNG y la concejala no adscrita y militante de Podemos, Isabel Faraldo, decidieron abstenerse para “no obstaculizar” que la ciudad contase con unas cuentas renovadas tras el proceso de alegaciones, de un mes, y su aprobación definitiva posterior.
El mayor punto de desacuerdo entre el Gobierno local y los grupos de la oposición se evidenció en la primera parte de la sesión plenaria, en la que la Corporación tuvo que decidir sobre la procedencia o no de este pleno extraordinario.
Todos, salvo el Gobierno local y Marea Atlántica, votaron en contra de que se celebrase la sesión extraordinaria, al entender que no existía ningún motivo que obligase a que se tuviese que programar este jueves y no pudiese ser incluida en la agenda de cualquier otro día.
La portavoz de Marea Atlántica, María García, que defendió la aprobación de los presupuestos a pesar del ambiente enrarecido del pleno, aseguró que no estaba de acuerdo con la manera en la que se había hecho la tramitación, pero que, en su decisión pesaba más el contenido del proyecto que la forma en la que se había convocado el Pleno. Lamentó, además, que la sesión se viese “ensombrecida” por otros asuntos, en referencia a la dimisión de Juan Díaz Villoslada, como concejal de Urbanismo, después de sentirse “desplazado” de las decisiones tomadas en el Gobierno local. Una dimisión que, según incidió el PP evidencia la “crisis de gobierno” en la que está inmerso el equipo de la alcaldesa, Inés Rey.
En sus intervenciones, los grupos de la oposición, como ya lo habían hecho desde el martes, cuando se les entregó la documentación completa del presupuesto, se quejaron de que no habían tenido tiempo para poder examinarla y que eso dificultaba su labor. Sobre este punto, la portavoz del PP, Rosa Gallego, citó el informe del interventor municipal que también hace referencia al “escaso tiempo” del que dispuso para su elaboración, por lo que advierte por escrito de que se podría haber equivocado en sus conclusiones o que podría haber cometido algún error. “Urgente” hubiese sido aprobar el presupuesto de 2021 o el de 2022 antes del 1 de enero, pero no mantener prorrogado el de 2020 dos días más”, comentó Gallego.
El portavoz municipal, José Manuel Lage, afeó a la oposición que no votase a favor de las cuentas ya que, según su intervención, buena parte de las propuestas solicitadas por los grupos en mociones se habían incluido en ellas. En concreto, el 90% de las que presentó el BNG, según puntualizó Lage.
En el debate fueron tan protagonistas las partidas que están, como las que se destinan a la promoción de la vivienda (nueve millones de euros), a la dinamización de los barrios facilitando que haya actividad en los bajos vacíos (3,1 millones) o los nuevos equipamientos, como las que no están. En este caso, la más importante, la de la compra de los muelles interiores, una de las líneas rojas que puso Marea Atlántica para prestar sus votos al Gobierno local y que pudiesen salir adelante el documento.
“No está el solomillo de Feijóo”, dijo la portavoz de Marea, María García, en referencia a las declaraciones del presidente de la Xunta sobre los muelles, que los calificó como “el solomillo de la ciudad”. Sobre ausencias, Gallego hizo referencia a las indemnizaciones a las que podrían tener derecho los residentes en el edificio de San Roque de Afuera, si finalmente se ejecuta su derribo y que no están contempladas en las previsiones de gasto.
A pesar de insistir Lage Tuñas en que los presupuestos contenían propuestas de todos los partidos, la portavoz del PP, Rosa Gallego, que fue concejala de Hacienda durante el mandato de Carlos Negreira, replicó que las líneas estratégicas que su partido defendía no se veían reflejadas en el documento, como, por ejemplo, la bajada de impuestos o el impulso a la fachada marítima con la consignación de fondos para la compra de los muelles de Calvo Sotelo y la Batería.
El Gobierno local prevé ingresar 13,65 millones de euros en concepto de impuestos y de tasas por obras y casi nueve millones de euros por multas y sanciones —de los cuales ocho estiman que sean por infracciones de tráfico—, el presupuesto incluye también una operación de crédito para que el Concello pueda endeudarse por valor de 24 millones de euros para hacer frente a algunas de las partidas presupuestadas. El BNG mostró su acuerdo con esta operación y reivindicó más medios tanto materiales como personales para la política cultural en la ciudad, en especial para el Instituto Municipal Coruña Espectáculos.
Su portavoz, Francisco Jorquera, puso también el foco en sus intervenciones en que presupuestar no significa lo mismo que ejecutar, de modo que mostró su escepticismo con que las cuentas se vayan a hacer realidad. “El grado de cumplimiento no es tranquilizador”, dijo. La misma preocupación mostró Gallego en su intervención.
