La gestión de bibliotecas de A Coruña pasa a una empresa vinculada con la ONCE para garantizar el pago de salarios

Los empleados celebran como “un balón de oxígeno” que el Concello traspase el servicio ante los problemas de la actual concesionaria, que solicitó realizar la cesión del contrato

Movilización de los trabajadores de bibliotecas en María Pita en la huelga de julio. |   // VÍCTOR ECHAVE

Movilización de los trabajadores de bibliotecas en María Pita en la huelga de julio. | // VÍCTOR ECHAVE / enrique carballo

La gestión de las bibliotecas municipales externalizadas, hasta ahora en manos de la empresa LTM Servicios Bibliotecarios, se traspasa este jueves a Ilunion, que agrupa las iniciativas empresariales de la ONCE y que ha acreditado solvencia para hacerse cargo del contrato. El traspaso viene motivado porque los problemas económicos de la concesionaria dificultaban que los trabajadores cobrasen en tiempo y forma, llevándolos a realizar una huelga y protestas este año. La cesión del contrato ha sido celebrada como un “balón de oxígeno” por el comité de empresa, y fue aprobada este jueves en una junta local extraordinaria convocada de urgencia.

Los trabajadores señalan que tienen constancia de que había habido conversaciones con diversas empresas con anterioridad, pero la documentación del traspaso indica que todo se resolvió en los últimos días, probablemente para cumplir el compromiso expresado del Ayuntamiento de solucionar el problema este mes. Este martes el representante legal de LTM y el de Ilunion presentaron una petición conjunta de ceder el contrato, señalando que la “crisis económica” actual ha provocado que la primera haya visto “seriamente mermada su solvencia económica para el desarrollo de su actividad”.

Esto hace, según la empresa, que se vea “materialmente imposibilitada” para continuar gestionando las bibliotecas en diciembre. Por su parte, Ilunion afirmó que quería recibir el contrato y afirmaba que tenía los requisitos requeridos de “capacidad y solvencia” para hacerlo.

De acuerdo con el Ayuntamiento, en esta situación se cumplen todos los requisitos legales para traspasar el contrato, que se asignó a LTM por 2,7 millones de euros anuales y que la empresa asumió el 1 de noviembre del año pasado. En lo tocante a la capacidad de Ilunion para pagar a los trabajadores, el asunto de más interés debido a las circunstancias del traspaso, la empresa aportará una fianza de 223.500 euros en los próximos días y, según el Concello, ha justificado tanto su “solvencia técnica” como la “económica y financiera”: el importe de sus otros negocios supera el valor anual del contrato.

La presidenta del comité de empresa, Elisabeth Rodríguez, señala que desde la plantilla, mayoritariamente femenina, están “más tranquilas” con esta noticia, y ya han tenido una reunión con la nueva empresa en la que esta se mostró “muy proactiva”. Según indica, el grupo “tiene otros servicios en el Concello, el IMCE, en el hospital”, con lo que “aunque no tenemos las cuentas exactas de la empresa, le presuponemos solvencia: aseguran que no va a haber problema alguno para cobrar”.

En los trece meses que se llevan de contrato, recuerda Rodríguez, LTM tardó casi un mes en pagar la paga extra de junio, lo que llevó a la plantilla (que cubre los centros del Ágora, Fórum, Os Rosales, Sagrada Familia, Durán Loriga y el punto de servicio bibliotecario del centro cívico de Mesoiro) a realizar varias jornadas de huelga y movilizaciones. Desde entonces han vivido con reiteradas amenazas de impago, y “dependiendo del mes” tuvieron pequeños retrasos en la nómina, si bien ahora no se les deben atrasos. “Era inasumible, un pliego en malas condiciones con una empresa sin solvencia”, valora la líder sindical.

LTM todavía debe abonar a los trabajadores la paga del mes de noviembre en los primeros cinco días del presente mes, y una parte proporcional de la paga extra de diciembre, indica Rodríguez, que explica que habrá más reuniones con Ilunion para resolver este asunto y otras cuestiones técnicas. Pero celebra la “calma” que supone el cambio de cara al fin de año: “Vienen las fiestas y podemos decir que vamos a cobrar”, explica.

Demanda de municipalización

Pero pese a esta resolución de lo “urgente e inmediato” Rodríguez demanda que se constituya la comisión prometida para analizar el futuro del servicio, con representación de la oposición. Este grupo estudiaría, entre otras posibilidades, que las bibliotecas externalizadas pasasen a la gestión directa del Concello, como otros centros. “Sería lo mejor para el propio servicio, para las trabajadoras y su estabilidad, y los servicios externalizados cuestan más dinero”, afirma.

También demanda la constitución de la comisión la portavoz de Marea, María García, que espera que el cambio de titularidad se produzca “con celeridad” pero que advierte de que “no se trata de una solución definitiva”. Según considera, la empresa asumirá un contrato, de dos años prorrogables a tres, que “ya estaba causando problemas” y la red seguirá con una “gestión privada y semiprivatizada”.

También se manifiesta en este sentido el BNG, cuya edil Avia Veira cree que la remuneración del contrato es “insuficiente” para cubrir las exigencias de este y que la cesión “no soluciona a largo plazo el problema de la doble red”, esto es, la gestión pública y privada. Reclama reactivar la gestión para estudiar la “remunicipalización”. En cuanto al PP, fuentes del grupo municipal indican que esperan que la cesión “ponga fin” a los problemas de cobro de salarios”, y acusan al Concello de “incapacidad” para garantizar el cumplimiento de un contrato “adjudicado hace apenas un año”.

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