Fundación San Rosendo retomará la construcción de su residencia tras haberla paralizado el Concello

Las obras que lleva a cabo la Fundación San Rosendo en el número 9 de la plaza de Ourense para la construcción de una residencia de mayores se reanudarán en los próximos días tras recibir la autorización del Concello, que las había paralizado al comprobar que se habían desmontado los elementos de piedra de la fachada, que está protegida. Tras informar sobre esta cuestión a la Dirección Xeral de Patrimonio, este departamento de la Xunta determinó que los trabajos que se realizaban son “compatibles con la protección del patrimonio y la conservación de los valores del Camino”, ya que el edificio se encuentra situado en la ruta jacobea.

El inmueble fue construido a finales del siglo XIX y se conservó “prácticamente íntegro” hasta la actualidad. La tipología de la fachada era de galerías a partir del segundo piso, con un balcón corrido en la primera planta. Se le concedió protección por formar parte de un conjunto que existió en la plaza de Ourense y del que este era el único edificio que sobrevivió.

La inspección realizada por el Concello reveló que se había derribado la fachada y que se estaban desmontando los elementos de piedra “en contra de la licencia concedida”, en la que se dio permiso para derribar el interior del edificio pero “conservando el material y diseño original de la fachada principal con su tipología tradicional de galerías”.

Esto llevó al Concello a ordenar que se paralizasen las obras y se trasladasen los hechos a Patrimonio, que, a la vista de las explicaciones proporcionadas por la Fundación San Rosendo, decidió permitir la continuidad de los trabajos.

Esta fundación, con sede en Ourense, fue creada en 1992 y dispone de 71 centros asistenciales entre residencias de mayores, apartamentos tutelados, centros de discapacidad y de rehabilitación que suman más de 3.700 plazas. El número 9 de la plaza de Ourense fue legado al Arzobispado de Santiago por su propietario original con la condición de que fuese destinado a residencia de mayores, por lo que fue cedido a la Fundación San Rosendo para este fin.

La entidad planteó la reforma del edificio, con cinco pisos y planta baja, para que se convierta en una residencia con 45 plazas para mayores con discapacidad, para lo que invertirá dos millones de euros. La ubicación del inmueble en el Camino de Santiago y en el lugar en el que se encontraba la muralla que protegía la ciudad en la zona de la Pescadería, obligó a efectuar prospecciones en el subsuelo en las que aparecieron los restos de una zanja para desagüe de la época romana, aunque el arqueólogo municipal dictaminó que este hallazgo no debía interrumpir la obra.

El proyecto prevé que el sótano albergue la lavandería, los aseos y la cocina, mientras que en la planta baja estarán la recepción y la sala de visitas. En la primera planta se situarán los comedores y zonas comunes y en la segunda la sala de rehabilitación, la de curas y la de actividades. Desde la tercera hasta la séptima planta habrá dormitorios y en el bajocubierta se situarán el almacén y la enfermería.

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