Las playas de A Coruña seguirán en revisión por si aparecen más carabelas portuguesas

RAC - EFE

Las playas de Orzán, Riazor y Matadero, en A Coruña, ya han levantado la prohibición del baño en sus aguas tras detectar ayer carabelas portuguesas. Los tres arenales estuvieron cerrados al baño este martes desde las doce del mediodía hasta las seis de la tarde, con bandera roja tras localizar los servicios de socorrismo la presencia de estos organismos con aspecto de medusa que tienen millones de elementos urticantes en sus tentáculos.

La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, ha subrayado esta mañana que los arenales se "cerraron por seguridad" al detectar concentración de carabelas portuguesas entre el Orzán y Matadero. La regidora destacó que las playas ya están abiertas al baño y explicó que se está realizando "una revisión para comprobar si hay ejemplares en el agua o cerca de la costa".

Rey ha pedido a los coruñeses que si encuentran estas carabelas "no se toquen" y se sigan las recomendaciones del servicio de socorrismo.

La presencia de las temidas carabelas o fragatas portuguesas, un conglomerado de organismos que cooperan como una colonia pero que tiene aspecto de medusa, ha llevado al Concello de A Coruña a prohibir el baño en las playas del Matadero, Orzán y Riazor este martes sobre las 12.00 horas, momento en el que se pudo ver la bandera roja en el litoral. Coincidió con un día nublado, con lo que apenas había usuarios en los arenales y el peligro fue mucho menor en comparación con otras jornadas abarrotadas de bañistas. Las playas quedaron reabiertas al baño este martes a las 18.00 horas.

El servicio de socorrismo detectó unos diez ejemplares de estas carabelas, además de decenas de medusas normales. Esta especie se caracteriza por contener “un millón de elementos urticantes” en cada centímetro cuadrado de tentáculo, lo que puede causar reacciones alérgicas en los bañistas, según detalla National Geographic. Su picadura puede resultar muy dolorosa para los seres humanos o incluso causar problemas graves para alérgicos. El agua salada y el calor son los mejores aliados para combatir sus efectos.

La presidenta de la Federación de Salvamento y Socorrismo, Nuria Rodríguez, señala que “no es habitual” que las carabelas portuguesas lleguen a aguas como las de A Coruña porque “habitan” en zonas “cálidas”. También explica que son arrastradas por el mar y que ya se había registrado algún caso en San Amaro y otros en la Mariña lucense.

Como precauciones, Rodríguez advierte de que no se debe tocar a las carabelas portuguesas y que no “hay que echar agua dulce”. También explica que lo primero que se debe hacer si un bañista las avista es avisar al servicio de socorrismo de la playa. En cuanto al daño, afirma que “es más peligrosa que la medusa normal”, y puede haber casos graves si el afectado es alérgico.