La regulación de terrazas en aparcamientos, una “necesidad” para personas con movilidad reducida

Asociaciones exigen “un control” sobre las mesas y sillas que ocupan plazas de ‘parking’ y aceras para evitar que se conviertan “en obstáculos”

Los hosteleros, a favor de modificar la ordenanza para mantener estos espacios

Una viandante cruza ante una terraza en plaza de aparcamiento. |   // ARCAY / ROLLER AGENCIA

Una viandante cruza ante una terraza en plaza de aparcamiento. | // ARCAY / ROLLER AGENCIA / Ana Carro

La regulación de las terrazas que ocupan plazas de aparcamiento en la ciudad es una “necesidad” para las personas ciegas o con movilidad reducida. Así lo manifiestan desde varias asociaciones, que aplauden las acciones que dan más espacio a los peatones, pero siempre que se haga “bajo un control, un orden” que no convierta el paseo “en un calvario”, según Fran Carreira, del grupo de accesibilidad de Grumico.

Carreira defiende que existe la “necesidad” de hacer “un control” de estas sillas y mesas que desde la pandemia se instalan en plazas de aparcamiento y también se expanden por las aceras. “Aparte de que hay demasiadas terrazas, parece que vale todo, que no hay un control. Hace años se colocaron en la calle de la Estrella unas chinchetas para delimitar el espacio y ahora no pasa por ahí ni un carrito de bebé”, comenta.

Quienes están a favor de mantener las terrazas en plazas de aparcamiento son los hosteleros. El presidente de la Asociación Provincial de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, considera que esta medida que en principio iba a ser temporal y el Gobierno local todavía mantiene “ha llegado para quedarse”. Por eso, pide al Concello que modifique la ordenanza sobre terrazas e incluya este modelo.

La alcaldesa, Inés Rey, aseguró hace unos días que se está trabajando en regularizar estas instalaciones y garantizar “usos compatibles”, pero no ha fijado plazos ni si se establecerán medidas para poder mantener estos espacios. A finales de 2021 se abrió una consulta pública para que los vecinos presentasen sugerencias para la regulación de terrazas con el fin de cambiar la ordenanza municipal, pero nada se ha sabido de aquello.

Estos espacios para la hostelería, según el técnico de área de Accesibilidad de Cogami, Diego Piñeiro, “tienen pros y contras” para las personas con movilidad reducida. “Si se eliminan terrazas de las aceras, puede llegar a ser una ventaja, pero también se quitan plazas de aparcamiento y se crea un flujo de camareros que entran y salen a toda velocidad cruzando el itinerario habitual de la calle”, expone, y propone “llevar un control” para evitar problemas. “Hay que poner un poco de orden y analizar la situación. Si la acera ya es ancha, no hay necesidad de colocar las terrazas en otro sitio, y también es cierto que hay mucha gente que necesita aparcar y cada vez hay menos sitios”, analiza.

A Tejón le preocupa que “los intereses de los hosteleros estén por encima de los de los peatones” y señala que “no puede ser que se humanice una zona para poner terrazas sin límite”. “Hay zonas por las que ya no voy porque entre los árboles y las sillas y mesas no puedo pasar”, cuenta el miembro de Movemento Tolleito, que va en silla de ruedas. Además, asegura que “hay terrazas en plazas de aparcamiento que ni siquiera son accesibles porque hay un escalón”. Si tiene que elegir, Carreira prefiere que las terrazas “estén en las plazas de parking que en la acera” ya que, en cuestión de accesibilidad, que las sillas y mesas estén junto a las fachadas “es un obstáculo”. “Las personas que van con bastón blanco utilizan la línea de fachada para orientarse, pero así un paseo agradable se convierte en un calvario. Es un caos”, resume, y apunta que “un control de las terrazas es necesario”. “Si se pone una norma, que se cumpla”, añade.

Tejón señala que “no puede ser que todas las aceras sean terrazas” y cree que “debería haber un número máximo de sillas y mesas según la licencia” para evitar inconvenientes a los peatones: “Un día me llevé a una mujer por delante yendo a Riazor y esas incidencias ocurren a diario”.

También el grupo municipal del BNG expresó su preocupación por “los incumplimientos de la regulación en materia de terrazas y ruidos” porque, en su opinión “dificultan la normal convivencia en la ciudad”.

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