Nuevo proyector para despedir al veterano del Planetario

Los alumnos del Raquel Camacho estrenan el aparato para ver el cielo a solo unos días de la jubilación de Suso Prado, que trabaja en la Casa de las Ciencias desde 1985

Fue un 1 de junio de 1985 cuando se inauguró en A Coruña la Casa de las Ciencias. Treinta y ocho años después, su planetario estrena nuevo proyector, que ofrece una mejor experiencia, con mayor definición y calidad. Entonces y ahora ha estado presente la misma persona, Suso Prado, al que le quedan pocos días para jubilarse. “Después de 38 años y 5 meses aquí metido, esta es mi casa”, resume.

Prado formó parte del primer equipo de la Casa de las Ciencias y se hacía cargo de todo: desde vender entradas a vigilar las plantas. Pero, cuando tenía un rato, se escapaba a su sitio favorito, el Planetario. “Cuando podíamos, nos metíamos en la sala con nuestro profesor, Jaítos —Juan Carlos Medal—, para aprender a manejar el Planetario”, recuerda. Y así fue como acabó colocándose a los mandos de esta máquina con la que tantos coruñeses han disfrutado.

Con el paso del tiempo, el espacio ha ido mejorando y justo ayer se dio un nuevo paso adelante. Los alumnos y alumnas del colegio Raquel Camacho fueron los primeros en disfrutar del nuevo proyector, con tecnología led y software Digistar 7, lo que proporciona “una experiencia con mayor resolución e imágenes más reales”, según comentó la alcaldesa, Inés Rey, acompañada por el director de los Museos Científicos, Marcos Pérez.

Suso Prado, Inés Rey y Marcos Pérez posan ante el nuevo proyector del Planetario.   | // VÍCTOR ECHAVE

Suso Prado, Inés Rey y Marcos Pérez posan ante el nuevo proyector del Planetario. | // VÍCTOR ECHAVE / Ana Carro

Los pequeños pudieron ver la Tierra desde lejos, acercarse a la Luna o a Marte y saber más sobre el asteroide Bennu. Reaccionaron con muchos aplausos y la boca abierta, algo que Suso Prado echará de menos. “Los niños siempre reaccionan muy bien. Esta es una profesión muy bonita porque todo el mundo se va agradecido de aquí. A todos les gusta”, explica.

Además, este trabajador, al que le quedan unos días para jubilarse, cree que el proyector, que sustituye al que llevaba funcionando 14 años, marcará “un antes y un después”. “Recuerdo cuando solo podíamos ver las estrellas y ahora las imágenes tienen muchísima calidad. Se pueden hacer más cosas que antes”, reconoce. El nuevo aparato convivirá con el emblemático proyector analógico de estrellas Zeiss.

Por esta sala ubicada en el parque de Santa Margarita han pasado ya dos millones de personas desde su inauguración y sigue siendo una cita ineludible para los centros escolares. “Es un orgullo que tantos niños hayan pasado por aquí”, añade Prado, al que le encanta rodearse de estos pequeños llenos de vitalidad. Sin embargo, al que durante muchos años también fue presidente de la asociación vecinal Uxío Carré de Eirís ahora le toca descansar, aunque tiene claro que volverá. “Tengo ganas de venir un día y sentarme en la butaca de enfrente al pupitre y si me viene el sueño, cerrar los ojos y quedarme dormido y que no me importe”, concluye.

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