El Concello de A Coruña presenta a la Xunta el plan contra la sequía con Cecebre en el nivel más bajo del 2023 y casi dos años de retraso

El documento es obligatorio desde 2001, y la ley gallega estableció enero de 2022 como plazo máximo para elaborarlo, pero en la comarca solo lo tiene Culleredo de los cinco municipios en los que es obligatorio

Aguas del embalse de Cecebre a finales del mes pasado, con tono verdoso por la proliferación de bacterias.   | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

Aguas del embalse de Cecebre a finales del mes pasado, con tono verdoso por la proliferación de bacterias. | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA / Enrique Carballo

La Ley del Plan Hidrológico Nacional de 2001 obligó a todos los Ayuntamientos con más de 20.000 habitantes a contar con un plan contra la sequía, y en 2020 la ley autonómica para garantizar el abastecimiento definió sus contenidos y estableció que las administraciones locales debían presentarlo, como máximo, en enero de 2022. Pero A Coruña, aunque sobrepasa con creces esta cifra de vecinos, no lo elaboró en plazo, y este verano, con riesgo de sequía en la comarca, fuentes municipales señalaron a este diario que todavía se estaba “ultimando” el contenido. Las mismas fuentes y las de la Xunta confirman que acaban de entregarlo a través de la empresa municipal de aguas, Emalcsa, en una semana en la que el embalse de Cecebre ha alcanzado la ocupación más baja del año: el 45,57%, con alerta de sequía desde el mes pasado.

Augas de Galicia se reunió este viernes con Emalcsa y los ayuntamientos del área y les requirió la “entrega inmediata” del documento. En el comarca existen cinco concellos que deberían tener un plan de sequía por población: además de A Coruña, Culleredo (el único que tiene uno aprobado, desde el año pasado), Arteixo (que lo está tramitando), Cambre y Oleiros, cuyo gobierno señala que dispone de planes contra la sequía, aunque fuentes de la Xunta indican que no es un documento informado por Augas de Galicia. De los municipios con menos de 20.000 habitantes estuvieron presentes Abegondo, Bergondo y Sada, que ya tienen plan de sequía, mientras que Betanzos, Carral y Cerceda carecen de él.

El Gobierno gallego indica que concedió ayudas para realizar el plan a todos los ayuntamientos que lo pidieron en 2019, e insiste en la “necesidad” de tenerlo ante los “episodios cada vez más frecuentes de sequía”, pues establecen qué medidas adoptar ante la falta de agua. Si un Ayuntamiento carece de este instrumento también queda excluido de ayudas y de la colaboración “técnico-financiera” de Augas de Galicia para obras en materia de abastecimiento de competencia municipal.

En el encuentro, indica la Xunta, se “ratificó” que los niveles de Cecebre (que se tiñó de verde recientemente por la proliferación de cianobacterias) “siguen bajando”, con una ocupación actual “inferior a la de los años precedentes”. En realidad, en 2022 hubo un dato peor en la primera semana de octubre, con una ocupación del 43,6%, pero ese fue el mínimo histórico en esa fecha desde que Augas de Galicia empezó a dar datos en 2006. A lo largo de estas casi dos décadas, la media de ocupación en la primera semana de octubre fue del 65%, es decir, un 17,5% por encima del dato de este año.

Augas de Galicia también pidió a los Ayuntamientos que analicen los usos menos prioritarios del líquido en su ámbito de responsabilidad y “tomen las medidas que consideren necesarias para reducir la demanda” . A principios de agosto, después de que la Xunta declarase la situación de sequía prolongada en la comarca, el Concello de A Coruña estableció varias limitaciones, entre ellas la obligación de reducir los baldeos y la limpieza de edificios, así como los riegos. También se limitó el llenado de la piscina y el empleo de agua en fuentes ornamentales, y se restringió el lavado de coches a los negocios autorizados, además de vigilar la presión de la red.

En la reunión, de la que Emalcsa y el Ayuntamiento no han querido hacer declaraciones, se estudiaron medidas de sensibilización de la ciudadanía para evitar malgastar agua, y se incidió en fomentar un “uso responsable” por parte de los vecinos.

Traer agua de As Encrobas

El Gobierno gallego también afirma que se estudió la posibilidad de combinar fuentes de suministro “en caso de empeoramiento” de la situación en Cecebre, y también la posibilidad de activar “reservas estratégicas de agua, como la existente en el lago de As Encrobas”, también conocido como Meirama. Este es un proyecto antiguo: la Xunta y el Concello firmaron en 2012 un acuerdo para facilitar el trasvase desde este lago hasta Cecebre, y el Gobierno gallego realizó parte de las obras, pero nunca se completó la conexión, que, para la Xunta, debe pagar el Ayuntamiento.

Pese a la mala situación de Cecebre este verano, el Ayuntamiento no pidió el trasvase, que calificó de “medida extrema”. Sí que presentó a Augas de Galicia una propuesta con dos posibilidades para extraer agua de Meirama: un bombeo flotante y una conducción de 200 metros a bastante profundidad. La directora de Augas de Galicia, Teresa Gutiérrez, señaló a este diario que estas acciones supondrían una “solución temporal” y “desmontable”.

El mes pasado, tras la declaración de alerta por sequía, Emalcsa aseguró que el trasvase está “listo” para ser utilizado y Augas de Galicia indicó que estaba a la espera de que esta empresa municipal “concrete la solicitud con los detalles técnicos necesarios para la autorización de la propuesta”. La alcaldesa, Inés Rey, aseguró que el trasvase “no se contempla a corto plazo” y que “no se prevén restricciones en el uso ni en el consumo”.