El ‘tour’ del jabalí en A Coruña

Primero en Xuxán y Eirís, después en Oza y San Diego hasta llegar al centro y la zona de la Torre, los animales llevan dos meses de exploración en la ciudad en busca de alimento

El ‘tour’ coruñés del jabalí

El ‘tour’ coruñés del jabalí

El final del verano y el comienzo del otoño, además de seguir trayendo turistas y viajeros, ha consolidado la presencia de jabalíes en las calles de A Coruña. Estos visitantes tan comunes en zonas forestales han sido grabados por vecinos en distintos barrios en los últimos dos meses. Prácticamente día sí y día también, los jabalíes (primero cinco y luego tres, de la misma familia) se han acostumbrado al casco urbano: primero a moverse por áreas verdes como los parques de Eirís y Oza; después a pasear con tranquilidad por áreas más céntricas como el paseo y la plaza de María Pita hasta llegar al entorno de la Torre de Hércules. Son ahora mismo la familia más retratada y famosa entre los coruñeses, que han acuñado el término Xabarín Tour 2023 para seguir sus andanzas.

Por un lado y por otro buscan alimento. Hasta ahora no ha habido incidentes entre los humanos y estos animales, pero mientras no se ponen en práctica las medidas para su captura, que deben rubricar en breve el Concello y la Xunta con la firma de un protocolo, cabe preguntarse si los mamíferos buscarán alguna interacción más estrecha con las personas, a las que cada vez se acercan más.

El ‘tour’ coruñés del jabalí

El ‘tour’ coruñés del jabalí / L.O.

La ruta del jabalí por A Coruña tiene como hipotético punto de partida Feáns. Las distintas grabaciones subidas a redes sociales sirven para trazar una trayectoria que desde aquel barrio tan próximo al ámbito rural pasa por Castro de Elviña y cruza Alfonso Molina hacia Xuxán, Eirís de Abajo y Eirís de Arriba y los parques de Eirís y de Oza, punto este donde los animales han pasado varias noches y removido tierra y césped. Desde allí, en esta primera fase de su estancia coruñesa, hicieron excursiones de Xuxán, hacia Matogrande y el antiguo Club Financiero, un foco abandonado en el que ha crecido la maleza mientras era ocupado ilegalmente por personas —ya desalojadas— y en el que los jabalíes encontraron cobijo y escondite.

El ‘tour’ coruñés del jabalí

El ‘tour’ coruñés del jabalí / L.O.

Tras dos accidentes documentados, la familia de jabalíes pasó de cinco a tres miembros, que no dejaron de explorar la ciudad en otras direcciones, no necesariamente verdes, sino con protagonismo de asfalto y hormigón. Ya agotada su primera zona de exploración, cambian el 15009 por el 15002, probablemente a través de los parques de San Diego y Europa llegaron hasta Cuatro Caminos y desde allí hacia zonas hosteleras y con mayor tránsito de personas. A partir de este momento, los móviles y la policía local toma imágenes de estos animales (dos crías y la madre) en la calle Sol, Juan Naya, Zalaeta, Panaderas, María Pita y Campo da Leña, desde donde se dirigen hacia el entorno de la Torre de Hércules. También prueban otras rutas y avanzan por la calle Matadero, en pleno paseo marítimo, sin saber muy bien si caminar hacia el centro o cambiar de sentido hacia la Torre. En la mayoría de estas ocasiones los acompaña a distancia un vehículo policial.

En la mañana del lunes de esta semana las crías fueron fotografiadas junto a la Ciudad Deportiva Arsenio Iglesias, frente al faro, y Adormideras. Su presencia allí hace pensar a Policía Local y Concello que pernoctan actualmente en el Agra de San Amaro, con varios metros cuadrados sin urbanizar, como escondite. Eso sí, la pasada madrugada se desplazaron desde ese lugar hasta la Marina, donde coincidieron con personas que salían de locales de ocio nocturno, un largo recorrido desde la Torre que puede anticipar la búsqueda de otro barrio donde sí haya comida y puedan asentarse de nuevo. El Concello y la Xunta se han cruzado acusaciones por no evitar la presencia de estos animales en pleno casco urbano y escudándose en sus respectivas competencias. La propuesta para eliminarlos que el Gobierno local ha enviado a Medio Ambiente consiste en que la Xunta facilite cebos y trampas para capturarlos y que el Concello se deshaga de ellos cuando sean atrapados en los puntos donde estime que se deben colocar las jaulas.

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