A Coruña sale de las restricciones tras decretar la Xunta el fin de la sequía

Después de tres meses en alerta, la comarca ha regresado a la “situación de normalidad” al recuperar Cecebre las reservas de agua

El embalse de Cecebre, esta semana.   | //VÍCTOR ECHAVE

El embalse de Cecebre, esta semana. | //VÍCTOR ECHAVE / M.O.M.

M.O.M.

A Coruña ha vuelto a la situación de normalidad, tras tres meses de alerta por sequía prolongada. Así lo ha confirmado la Xunta tras la reunión de la Oficina Técnica de la Sequía, que determinó levantar la alerta en toda la demarcación hidrográfica de Galicia-Costa después de los días de lluvia ininterrumpida de las últimas semanas, lo que pone fin también a las restricciones que aún pesaban sobre la comarca coruñesa. La persistencia de las precipitaciones en todo el área ha permitido que el embalse de Cecebre, que abastece a los municipios de A Coruña y su entorno, recuperase registros aceptables para levantar la prealerta por escasez activada en la cuenca desde finales de julio.

El pasado lunes, el porcentaje de ocupación del embalse coruñés era del 63,51%, ligeramente superior al 62,21% alcanzado siete días antes. Al rebasarse el 62,3% en las jornadas precedentes, Emalcsa se vio obligada a reducir el nivel del agua embalsada, ya que ese nivel es el establecido por la Xunta como cuota de resguardo de Cecebre entre noviembre y abril. Una vez superado ese porcentaje, los responsables del embalse deben rebajar el volumen de ocupación para evitar que haya desbordamientos en caso de que se produzcan lluvias torrenciales.

El viraje en la situación meteorológica provocó que, tras tres semanas de intensas lluvias, el embalse recuperase 20 puntos de ocupación, regresando a un nivel de reservas normales para la época del año. A pesar de esa apertura de las compuertas de Cecebre, la ocupación creció además 1,3 puntos la última semana, lo que revela la intensidad de las precipitaciones caídas durante los últimos días.

Cuando la Xunta decretó la prealerta por sequía, el embalse se encontraba al 69% de su capacidad, pero llevaba dos meses de descenso de su ocupación y, al tratarse de finales de julio, la perspectiva era que las lluvias continuadas tardarían en llegar. Los datos de principios de agosto, en los que el volumen se redujo al 62,1%, corroboraron esa predicción y motivaron el aumento del aviso al nivel de la alerta, en el que se ordena a los ayuntamientos que adopten medidas para reducir el consumo de agua.

En la primera quincena del mes de agosto, incluso, el embalse llegó a firmar su nivel de capacidad más bajo desde que hay registros, en 2006, con un 58,27% de ocupación. Fue además la primera vez que las reservas de la cuenca bajaron del 60%.

El Gobierno local coruñés decidió entonces disminuir el número de los baldeos que se realizan en las calles y el uso del agua empleada en la limpieza de los edificios municipales, además del riego de las zonas verdes y el llenado de las piscinas. El retraso en la llegada de las lluvias del otoño y unas semanas de intenso calor que favorecieron la evaporación en Cecebre llevaron a que el 16 de octubre la ocupación bajara del 42%. Fue en esa misma semana cuando finalmente empezaron las precipitaciones, por lo que el 23 de octubre el nivel de agua ya había subido a casi el 50%. Los responsables autonómicos defendieron entonces que el área coruñesa siguiera en situación de alerta a la espera de ver si las lluvias eran persistentes.