Los nuevos planes industriales del área esperan la mejora de la red eléctrica desde hace un año

Iniciativas como las previstas en Agrela, Cerceda, Meirama, punta Langosteira y As Pontes precisan de reformas del sistema para ser viables

La Xunta lo reclamó en tres ocasiones al Gobierno, que aún no ha respondido si lo hará

Antigua planta de Alu Ibérica en Agrela, que será adquirida en breve por Resonac. |   // VÍCTOR ECHAVE

Antigua planta de Alu Ibérica en Agrela, que será adquirida en breve por Resonac. | // VÍCTOR ECHAVE / José Manuel Gutiérrez

La demanda de la Xunta al Ministerio de Industria para que mejore la red de distribución eléctrica gallega con el fin de hacer posible la puesta en marcha de importantes proyectos industriales —varios de ellos en la comarca de A Coruña— cumple un año sin que se hayan dado pasos para atenderla.

Actuaciones como la ampliación de la fábrica de Resonac y la construcción por esta misma firma de una factoría de ánodos de grafito para baterías en la antigua Alu Ibérica, donde la empresa Ignis pretende además producir hidrógeno renovable, la planta de biometano propuesta por Repsol, Naturgy y Reganosa para Cerceda y el proyecto de generación de hidrógeno de Naturgy en el lago de Meirama, así como los diferentes proyectos presentados para su implantación en el puerto exterior y en As Pontes están pendientes de que se reforme la red eléctrica para adaptarla a las exigencias de estas compañías.

La solicitud fue planteada por la Xunta al Ministerio de Transición Ecológica en noviembre de 2022 y fue reiterada el pasado marzo, así como durante una reunión mantenida hace un mes con responsables del Gobierno central. Fuentes del Ejecutivo gallego señalan que la Administración estatal se muestra receptiva a su demanda, pero que no se han producido avances durante el tiempo transcurrido.

Mientras se está a la espera de que se refuerce el sistema de distribución eléctrica, las empresas continúan dando pasos para activar sus proyectos. Resonac ya cuenta con el visto bueno del Concello coruñés para la reordenación necesaria de sus instalaciones de Agrela con vistas a la construcción de nuevos edificios industriales, aunque todavía tendrá que presentar el proyecto para erigirlos. La misma firma está pendiente de formalizar además la adquisición de lo que en su día fue la fábrica de Alcoa y luego de Alu Ibérica, contigua a su propia factoría, en la que prevé elaborar ánodos para las baterías de vehículos eléctricos. El plazo de presentación de alegaciones a la resolución judicial que permitió la venta del complejo se cerró sin la presentación de ninguna y ahora se está a la espera de recibir la autorización judicial para proceder a escriturar la operación. En ese mismo recinto también se ubicará la empresa energética Ignis, que alquilará parte del suelo, con el fin de producir hidrógeno verde.

La Autoridad Portuaria también prosigue la tramitación de las solicitudes de terrenos en el puerto exterior presentadas por nueve empresas para la instalación de plantas para la fabricación o ensamblaje de componentes de energía eólica. En esos mismos muelles, Armonía Green Galicia, compañía del grupo Ignis, tiene intención también de abrir una planta de producción de hidrógeno y amoniaco verde, aunque está pendiente de que sea incluida en los proyectos a los que el Gobierno proporcionará financiación a través de los fondos Next Generation.

La Xunta reclamó hace un año que la planificación energética nacional proporcionase a la comunidad gallega 1.200 megavatios más con el fin de que arranquen los proyectos industriales diseñados para la comunidad. El Gobierno gallego destacó que los planes para el sistema eléctrico tienen como horizonte 2026 y que antes de ese año está prevista la puesta en marcha de varias de las propuestas empresariales anunciadas. También mencionó que el Ejecutivo central destinó a Galicia una inversión de 68 millones, cuando para los seis años anteriores se habían destinado 308 millones.

Según la Xunta, si no se llevan a cabo las actuaciones necesarias en la red eléctrica gallega se pondrían en peligro inversiones por valor de 5.500 millones, entre las que, además del área coruñesa, figuran las previstas en la factoría del grupo automovilístico Stellantis en Vigo o las proyectadas en Palas de Rei para la construcción por Altri de una planta de producción de fibras textiles o en Mugardos para la producción de metanol verde y oxígeno en Forestal del Atlántico.

Industrias asociadas con generadoras

El alto consumo de energía que supondrá el funcionamiento de muchos de los proyectos industriales propuestos en la comunidad gallega hará que si no se actúa en la red eléctrica su puesta en marcha sea imposible, advierten fuentes de la administración autonómica, que también ponen de relieve la ausencia de iniciativas desde Madrid para modificar la planificación del sistema con el fin de atender esas necesidades. Otro de los problemas que afectan a este sector es que algunos de los proyectos productivos que se pretenden implantar en Galicia están asociados a otros de generación de energía, que a su vez precisan de una adecuada capacidad de evacuación de la electricidad que generen hacia la red de distribución. Esa carencia afecta a los numerosos parques eólicos proyectados en toda la comunidad, pero especialmente a la localidad de As Pontes, donde las fuentes autonómicas ponen de relieve que en este momento la posibilidad de dar salida a la energía producida es nula a pesar del cierre de la central térmica de Endesa, que tenía una capacidad de generación de 1.400 megavatios. También se refiere desde la Xunta de que la empresa Redeia (la antigua Red Eléctrica Española) no tiene entre sus previsiones la dotación de capacidad de evacuación a este lugar a pesar de los proyectos industriales presentados y que esa falta de actuación se justifica por los cambios introducidos en los criterios técnicos mediante los que se gestiona la red eléctrica.

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