Patrimonio da luz verde a construir en una finca de A Maestranza, en A Coruña, “con control arqueológico”

El Pleno debe decidir ahora si aprueba el plan de la constructora Lipromo para levantar su primer edificio en la zona, con cinco alturas y 56 pisos en una de las antiguas parcelas de Defensa entre Metrosidero y la Residencia Militar

Trabajos en uno de los terrenos de A Maestranza.

Trabajos en uno de los terrenos de A Maestranza. / Carlos Pardellas

La dirección xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta ha dado luz verde para que la constructora Lipromo levante su primer edificio en A Maestranza, en una de las dos fincas que compró a Defensa en diciembre de 2019. En ella pretende edificar un bloque de 56 pisos, ninguno en régimen de protección, con bajo y cinco alturas. Patrimonio matiza que todos los movimientos de tierra deberán hacerse “con control arqueológico” y con la “especial advertencia” de que, si se encuentran restos, “podrán modificarse las condiciones de la autorización de las obras”.

La empresa presentó al Concello un estudio de detalle, un primer documento urbanístico que indica los volúmenes que se construirán: en este caso, un edificio de bajo y cinco plantas situado en la finca en forma de Z que se encuentra entre la avenida del Metrosidero y la Residencia Militar de Atocha. El Ayuntamiento ha tramitado este documento, con el visto bueno de informes como el de Patrimonio y rechazando alegaciones que consideran que el proyecto va en contra del patrimonio arqueológico. El pleno deberá decidir si da luz verde al estudio, y, si lo aprueba, abrirá la puerta a que Lipromo solicite licencia de obra.

Patrimonio da luz verde a construir en una finca de A Maestranza, en A Coruña, “con control arqueológico”

Patrimonio da luz verde a construir en una finca de A Maestranza, en A Coruña, “con control arqueológico” / LOC

La finca forma parte de un conjunto de tres parcelas que Defensa intentó vender la década pasada; tras salir a concurso sin éxito, Lipromo adquirió la del estudio de detalle, denominada 2, y la 1, alargada y en forma de L, en la que se podría construir otro centenar de pisos y que llega hasta la calle Maestranza. La constructora presentó un estudio de detalle para ambas, pero a inicios del año pasado lo anuló. En la finca 1, en 2016, se habían encontrado restos de la antigua muralla, y los constructores realizaron más catas. Con ese proyecto congelado, presentaron un estudio de detalle específico de la finca 2, con algunos cambios.

El estudio actual contempla un nuevo edificio que ocupará la mayor parte de la parcela, uniéndose al que queda al Oeste, un inmueble de viviendas en forma de U que tiene la fachada principal hacia el cuartel de Atocha. Al contrario que en el estudio de detalle original, en la parte sur contempla un retranqueo de cuatro metros con respecto a la Residencia Militar, lo que hace que la fachada del nuevo edificio vaya a estar algo retirada con respecto a la del ya construido, desde el punto de vista de la residencia. Esto se hace por Defensa, que posee la residencia y había puesto reparos anteriormente; en sus informes acerca del nuevo estudio de detalle da el visto bueno.

En cuanto a la altura, el plan contempla 14,3 metros para un edificio de bajo y cinco plantas altas. La edificabilidad, esto es, el número de metros cuadrados que se pueden construir contando todas las plantas y excluyendo pequeños trasteros e instalaciones de servicio, es de unos 6.850 metros cuadrados. En superficie, la finca tiene poco más de 1.350.

La Junta de Gobierno Local (en la que la oposición tiene voz, pero no voto) dio el visto bueno inicial al estudio de detalle el año pasado, tras lo que Patrimonio, entre otros organismos, emitió un informe. Además de algunas correcciones menores, pedía prestar “especial atención” al nuevo retranqueo y al diseño de la fachada de cuatro metros “perpendicular a la principal” que se crea a consecuencia de este, para “evitar que se perciba como una medianera” a nivel visual.

El informe señala que no se han encontrado restos arqueológicos en la finca, por lo que no se opone a construir con la advertencia de que se deben auditar los movimientos de tierras por si hay restos y que se podrá cancelar la autorización si se encuentra material. Estas cuestiones se incluyeron en el estudio definitivo y, en consecuencia, Patrimonio dio su aprobación final.

El estudio de detalle irá el próximo lunes a la comisión municipal que lleva Planificación Urbana, pero este es un trámite: la autorización definitiva debe ser aprobada por el pleno municipal, en la que se han aprobado varias mociones pidiendo que las tres parcelas se devolviesen gratis al Concello, cuando todavía pertenecían todas a Defensa. En noviembre de 2019 pasó la última, propuesta por Marea Atlántica y BNG, y el segundo grupo sigue en la corporación. PSOE y PP se abstuvieron, pero esta vez al menos uno deberá votar a favor para permitir el proyecto.

Alegaciones pidiendo cesión

Tanto Marea como la plataforma Defensa do Común presentaron alegaciones al estudio de detalle, aunque el Concello no aceptó su pretensión de impedir la construcción. A Defensa do Común se le aceptó que la promotora debe emplear los topónimos oficiales, aportar más documentación justificativa y completar la memoria y planos “con las afecciones arqueológicas del ámbito relativas a la presencia del sistema defensivo de la Ciudad Vieja”, esto es, la antigua muralla.

Pero no se estimó su alegación de que el actual estudio de detalle sea un “fraccionamiento” del anterior, que se considera desistido, ni sus consideraciones acerca de los acuerdos políticos sobre la cesión gratuita de la parcela, que, indica el Concello, no es objeto del estudio de detalle. Tampoco que afecte al entorno y al litoral. A Marea también se le aceptó que la promotora debía completar la información arqueológica, y que si se encuentran restos de muralla deben ser respetados, pero el Concello rechazó sus protestas de que el estudio suponga un aumento de viviendas no justificado, contrario a los objetivos de desarrollo urbano sostenible.

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