USO denuncia que personal del pabellón de O Castrillón debe realizar dos tareas a la vez

El sindicato aprecia numerosas irregularidades en la actividad de los empleados u El Ayuntamiento asegura que el recinto funciona con “absoluta normalidad”

REDACCIÓN

Las anomalías que el sindicato USO aprecia en el funcionamiento del polideportivo municipal de O Castrillón hacen que el sindicato USO optara por denunciarlas ante la Fiscalía y la Inspección de Trabajo. La central presentó un escrito el 9 de agosto en el que detallaba estos hechos a la Empresa Municipal de Vivenda, Actividades e Servizos (Emvsa) y al propio Concello, pero hasta el momento no recibió contestación. Fuentes municipales informaron a este periódico que “no consta ninguna queja ni ninguna petición de los trabajadores de ese centro deportivo”, del que además dijeron que está “funcionando con absoluta normalidad”.

Juan Esteban Méndez, responsable de Administración Local de USO, asegura que hay “socorristas trabajando al mismo tiempo como monitores”, lo que califica de “gravísimo” porque entiende que supone “un riesgo para los usuarios del polideportivo” ante un posible descuido. También indica que hay trabajadores a los que se obliga a realizar tareas de mantenimiento como manipular maquinaria para ahorrar costes y que un empleado tuvo que trabajar “hasta trece horas seguidas”, mientras que una encargada no dispone de la titulación exigida.

Personal técnico

Otras irregularidades denunciadas por USO son que la sala de fitness no cuenta con personal técnico en algunas franjas horarias porque está trabajando en otros puestos y que los empleados no cobran los pluses de toxicidad, nocturnidad y peligrosidad. También se asegura que algunos trabajadores están fuera del convenio de instalaciones deportivas porque la encargada entiende que no se les puede incluir y que el puesto de director-coordinador lo ocupa una monitora de fitness sin experiencia ni titulación, lo que tacha de “intrusismo profesional”.

Méndez pone de relieve que de los doce trabajadores con los que la empresa Viraxes inició la concesión del polideportivo a finales del pasado diciembre, cuatro fueron despedidos en octubre. La compañía fue contratada por un periodo de tres meses que podía ser prorrogado dos más, pero ese plazo concluyó el 1 de junio y desde entonces desarrolla su actividad sin contrato.

En su opinión, el objetivo de los despidos es evitar que esos trabajadores puedan ser subrogados a la próxima concesionaria de la instalación cuando se adjudique el nuevo contrato, aunque USO desconoce cuándo se convocará el concurso, en el que se licitará la gestión conjunta de este pabellón y el de San Diego.