El Concello se ampara en criterios técnicos para subir la tasa de terrazas rechazada por el sector

La subida en un 140% de la tasa que los hosteleros han de pagar en 2024 para instalar una terraza en un espacio público, de 25 euros por metro cuadrado a 60, motivó a finales del año pasado una alegación de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña contra la modificación de la ordenanza fiscal reguladora promovida por el Gobierno local. En la queja, el presidente de la entidad, Héctor Cañete, califica el tributo de “arbitrario y desproporcionado” y solicita que el incremento sea solo del 3%, al igual que el experimentado por otros impuestos municipales, como el de circulación, grúas y vado o el de recogida de residuos urbanos y el servicio de la red de alcantarillado. El Ejecutivo socialista desestimó la alegación de los hosteleros, para lo que se amparó en un informe técnico-económico que es la base para fijar el importe de la tasa.

Este informe municipal, justifica el Concello en la respuesta a la alegación, señala que la tarifa se establece tomando como referencia “el valor que tendría en el mercado la utilidad derivada de la utilización o aprovechamiento” de las terrazas “si los bienes afectados no fuesen de dominio público”. El método de trabajo que emplea el documento económico, prosigue el Ejecutivo, consiste en considerar la “valoración catastral del suelo y de las construcciones, teniendo en cuenta los metros lineales de las conducciones de gas, canalizaciones de agua y demás instalaciones” utilizadas por los hosteleros “en el desarrollo de la actividad”.

Cañete censuraba el “fin meramente recaudatorio” de la nueva tasa de terrazas, que, en su opinión, supondría “un coste muy elevado para el hostelero” y derivaría en la obligación de “tener que repercutirlo en el cliente final”. Añadía que la tarifa actual de 25 euros por metro cuadrado no se ha modificado desde el ejercicio 2014, que en años anteriores no se exigía el cobro de la tasa, y que la “injusta subida desproporcionada defrauda la legítima confianza del sector hostelero en la Administración municipal”. Por ello, solicitaba que se aplicase a las terrazas un incremento “en la misma proporción que el resto de tributos”, del 3%.

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La respuesta del Gobierno local replica que la cuantificación de la tasa “no es discrecional”, pero sí la elección del método seguido para calcularla, recogido en el informe técnico económico, que considera “pieza imprescindible para la cuantificación de la tasa”. Señala además que no todos los locales de hostelería de la ciudad están obligados a abonar esta nueva tasa, toda vez que el “uso intensivo y lucrativo” de las terrazas es “voluntario”, de modo que solo habrán de pagar la tarifa quienes la utilicen.

El aumento de la tasa anual es del 140%. En cuanto a la tarifa que corresponde a la temporada alta, aplicada en el periodo que va del 1 de abril al 30 de septiembre, se duplica, de 15 euros a 30 euros por metro cuadrado de instalación.

La hostelería de A Coruña está además pendiente de la regulación que afectará a la colocación de mesas y sillas en el espacio público. A raíz de las restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus, el Concello permitió al sector la instalación, para aquellos empresarios que lo deseasen, de sus terrazas en plazas de aparcamiento de vehículos situadas delante de sus negocios. La medida fue prorrogada en más de una ocasión, a pesar de las protestas de algunos vecinos y de conductores por la falta de estacionamiento en esas zonas. El Gobierno local inició un periodo de consultas a la ciudadanía a finales de 2021 respecto a la instalación de terrazas en aparcamientos, pero estas han proliferado desde entonces, si bien con la prohibición de que un local instale mesas y sillas al mismo tiempo en estacionamientos y en las aceras frente a los locales. La alcaldesa avanzó que en su segundo mandato se regularían las terrazas.

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