Conexión A Coruña-Nueva York a través de la moda y el arte

La artista coruñesa Viveka Goyanes llegó a la gran manzana con la idea de crear proyectos centrados en la “sostenibilidad” y que ayuden a “vivir de una forma más consciente”

Viveka Goyanes

Viveka Goyanes / LOC

El Atlántico y más de 5.000 kilómetros separan a A Coruña de Nueva York, pero las dos ciudades se mantienen unidas a través del proyecto de Viveka Goyanes. Dedicada al arte y la moda, la coruñesa se instaló en la gran manzana hace cinco meses gracias a una beca Fullbright para estudios artísticos de la Xunta y desde allí trata de “disfrutar de los dos mundos” con la “sostenibilidad” como protagonista. “Intento crear proyectos que incluyan contenido conceptual e indumentaria que ayude a vivir de una forma más consciente e imaginativa”, expone.

En Nueva York está dando forma al Proxecto Faro. “Es un diálogo entre la costa gallega y la neoyorkina a través de sus faros e incluye visitas y fotografías”, detalla, y desvela que cada vez que visita un faro viste “la misma ropa” que ella misma ha diseñado y le añade “bordados por cada faro”. “Es también una forma de hablar dereutilización y de darle valor a las cosas a través de las experiencias”, dice.

Goyanes siempre estuvo unida al mundo del arte, así que ese es el camino que quiere seguir. “Me recuerdo dibujando con rotuladores y creando personajes desde muy pequeña”, apunta. Por eso no dudó en estudiar Bellas Artes en Pontevedra. “Pero al acabar sentí que no me había centrado en nada y como hacía muchas cosas relacionadas con la indumentaria y la fotografía relacionadas con la construcción de la identida decidí estudiar un grado de Diseño de Moda en Madrid”, recuerda.

En la capital trabajaba en una tienda de ropa alternativa y se sumergió en el mundo “uderground, punk y gótico”. Entonces nació un proyecto que todavía hoy sigue vivo y también da nombre a su Instagram: Amo el barroco. “Tuve mucha suerte de poder dedicarle tiempo a este proyecto. Es una marca de arte y moda. Comercializo los diseños, aunque ahora tengo claro que es más bien un proyecto artístico”, indica.

Aunque a día de hoy mantiene Amo el barroco y quiere seguir desarrollándolo, no siempre fue una prioridad. “En 2012 sentí que estaba en un punto en el que no sabía cómo continuar y pensé que podía tener más suerte en Londres”, confiesa. De nuevo hizo las maletas y puso rumbo a Reino Unido, donde trabajó en una empresa de moda alternativa durante siete años, hasta que llegó el obstáculo mundial: la pandemia. “Redujeron el equipo a más de la mitad y me quedé sin trabajo. Fue difícil”, reconoce, aunque de Londres se llevó cosas positivas, como su aprendizaje en diseño gráfico y edición. De hecho, estuvo al frente de una revista de arte independiente.

Así que en 2020 tocó volver a A Coruña, su casa, donde tuvo tiempo para pensar y retomar Amo el barroco, al que sigue dando forma desde Nueva York, una ciudad que le “inspira” y le ayuda a seguir explorando su creatividad a través del arte y la moda. “Quiero hacer proyectos que animen a cuidar la ropa, el entorno, las personas, las relaciones. Debemos sentir amor y respeto por ello y por nosotros mismos. Mi objetivo es poder contar eso a través de los elementos que pueda crear”, comenta Viveka Goyanes. Esa coruñesa que nunca está quieta y que también tiene un proyecto de selección y venta de ropa vintage porque, asegura, “lo importante es reutilizar y darle una nueva vida a las prendas”.

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