El Batallador reclama su sitio en Visma

“Lo único que queremos es entrenar”. Esa es la demanda de los 150 niños y niñas que forman el club de fútbol Batallador. Los pequeños y sus familias se reunieron ayer en Visma, donde nació la entidad, para reclamar al Concello un “reparto equitativo” de los campos de entrenamiento que les permita desarrollar su actividad con total normalidad. “Este año nos dieron un campo dos días a la semana durante dos horas cada día pero realmente corresponde a la Federación Gallega de Fútbol, por lo que aquí entrenan las selecciones coruñesas. Ahora nos dice que no podemos usarlo hasta el mes de abril. No tenemos espacio y no nos dan solución”, explica el portavoz del club, Fernando Méndez.

Fuentes municipales defienden que “siempre se han atendido las solicitudes del club y se les han concedido los usos que pedían”, pero detallan que este “problema deriva del uso de unos campos que están en convenio con la Federación”, de ahí que la solución dependa de esta entidad, según su versión. El Ayuntamiento apunta, además, que este año “por primera vez” el Batallador “recibe un convenio nominativo” del Concello. El PP, que estuvo presente ayer en la protesta, denuncia la falta de instalaciones deportivas en la ciudad y pide una solución para este club de Visma.

“Es una injusticia, una discriminación”, resume Xosé Martínez, padre de uno de los niños que viste la camiseta del Batallador. Señala que, más allá del fútbol, este club “hace una labor social” ya que aquí “hay sitio para todos”. “No hay que pagar cuota y te facilitan todo tipo de material y equipaciones. La gente que está al mando del club lo hace de manera altruista. Tú planificas, intentas conciliar, pero ves que no hay horas de entrenamiento”, relata Martínez, que insiste en que la única petición es “un reparto equitativo” de los campos. “No hay un trato igualitario”, añade.

El Batallador ha expuesto en un comunicado que “la única solución” que ha ofrecido el Concello es entrenar “en el terreno de Virgen del Camino en Labañou”, un campo de tierra “que da pena verlo” y en el que no hay duchas ni vestuarios. “Nos dijeron que nos iban a dar una solución inmediata, pero llevamos tres meses esperando”, protestan.

Fernando Méndez insiste en que este es “un club humilde, de barrio” y hay muchas familias que no se pueden permitir acudir a otras zonas de la ciudad para que sus hijos entrenen a fútbol. “Si hacen un buen reparto, hay horas libres. Todos podríamos tener nuestras horas de entrenamiento”, asegura el portavoz del Batallador, un club que no pertenece a la Asociación de Fútbol Aficionado de A Coruña (AFAC), lo que, reconocen, les está perjudicando. “Para formar parte, tenemos que tener equipos en todas las categorías. Nos exigen eso, pero no nos facilitan medios para conseguirlo”, lamenta.

El club de Visma, que renació hace cinco años, tiene unos 150 pequeños y pequeñas futbolistas de entre 4 y 12 años, pero su idea es seguir creciendo, de ahí la importancia de esta reclamación. “Los que más lo sufren son los niños y niñas”, dice el portavoz de la entidad, que espera que esta concentración provoque que el Ayuntamiento mueva ficha y puedan retomar los entrenamientos.

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