Un joven sirio, una ONG que cuida a niños en el hospital y una empresa de recogida de plásticos cuentan sus historias en A Coruña

El congreso 'Lo que de verdad importa' se celebra este viernes en A Coruña

"Tratamos de llegar al corazón de los jóvenes con historias que les inspiren y les emocionen"

Julen Rodríguez, Majo Gimeno y Abdul, en la Fundación María José Jove

Julen Rodríguez, Majo Gimeno y Abdul, en la Fundación María José Jove / Íñigo Rolán/Roller Agencia

El congreso Lo que de verdad importa celebra su decimoquinta edición este viernes en A Coruña de la mano de la Fundación María José y tres testimonios que no pasan desapercibidos: Abdul, un joven sirio que fue secuestrado por el ISIS; Julen Rodríguez, CEO de Gravity Wave, empresa que retira plásticos y los transforma en nuevos productos; y Majo Gimeno, fundadora de Mamás en Acción, una ONG que acompaña a niños menores tutelados durante sus estancias en hospitales.

"Tratamos de llegar al corazón de los jóvenes con historias que les inspiren y les emocionen", explicó esta mañana la presidenta de la Fundación María José Jove, Felipa Jove, orgullosa de que, tras 15 años, esta cita siga colgando el "cartel de no hay entradas".

Para la directora de Lo que de verdad importa, María Franco, esta es una oportunidad para hablar de "sostenibilidad, solidaridad y empatía".

Abdul, de 24 años, contará su historia marcada por el secuestro del ISIS cuando tenía 14 años. "Yo venía de una familia normal, tenía sueños, pero empezó la guerra y te olvidas de que eres un niño", confesó. El joven kurdo atravesó 4.000 kilómetros a lo largo de 10 países en la ruta por Europa hasta llegar a España en 2015, donde actualmente reside con su familia.

Majo Gimeno se define como "una madre normal" que un día fue consciente de que "había niños solos en el hospital". Junto con otras amigas decidió crear una ONG para acompañarlos que recibe el nombre de Mamás en Acción.

Julen Rodríguez, CEO de Gravity Wave, estará presente en el congreso para hablar de la start up que creó hace cuatro años junto a su hermana. "Al limpiar el plástico del mar, nos dimos cuenta del problema de las redes de pesca y decidimos transformarlas en diferentes productos", avanzó.