La bajada de la ratio en Infantil obligará a más familias a recurrir a su segunda opción de colegio

Los directores prevén un reparto de alumnos entre centros próximos con vacantes

Algunos cubren plazas solo con hermanos menores

Una experiencia intergeneracional. Los alumnos de la Escuela Infantil Municipal Luís Seoane y la residencia de mayores Torrente Ballester compartieron este año experiencias en el marco del programa Recórdame, cuyo objetivo es crear vínculos y fomentar las relaciones afectivas entre ambas generaciones mediante encuentros mensuales. Usuarios de ambos centros visitaron ayer el palacio de María Pita, donde fueron recibidos por la alcaldesa, Inés Rey, y los concejales Juan Ignacio Borrego y Yoya Neira.  | LOC

Una experiencia intergeneracional. Los alumnos de la Escuela Infantil Municipal Luís Seoane y la residencia de mayores Torrente Ballester compartieron este año experiencias en el marco del programa Recórdame, cuyo objetivo es crear vínculos y fomentar las relaciones afectivas entre ambas generaciones mediante encuentros mensuales. Usuarios de ambos centros visitaron ayer el palacio de María Pita, donde fueron recibidos por la alcaldesa, Inés Rey, y los concejales Juan Ignacio Borrego y Yoya Neira. | LOC / marta otero mayán

La bajada de las ratios de alumnos por aula, que este año estrenan los máximos de 20 niños por clase en Infantil frente a los 25 de antes, era una demanda histórica de sindicatos de Educación, Anpas y la comunidad educativa en general. La bajada de la natalidad y el aumento de la carga burocrática de docentes llamaban a un cambio que fructificará este curso tras el acuerdo con la Consellería, que traerá otras derivadas: una de ellas, la necesidad de repartir alumnos entre centros próximos al superar la cifra de matrículas la oferta de plazas. Un escenario habitual en algunos de los colegios más céntricos de la ciudad, que este año se prevé mayoritario en muchos de los colegios coruñeses.

“El año pasado, en A Coruña, hubo pocos centros que baremaron —es decir, que tuvieron que primar unas solicitudes sobre otras en función de unos criterios puntuables—. Ahora, con la ratio más baja, más centros lo harán. Los colegios más periféricos, con exceso de demanda, ocuparán esas plazas”, cuenta Antonio Leonardo, director del colegio Curros Enríquez y presidente de la Asociación de Directores de Colegios Públicos coruñesa. Este reparto de alumnos en colegios que tengan más demanda que oferta se hará entre los centros más próximos, por lo que muchas familias accederán a los colegios que colocaron como segunda opción a la hora de formalizar la solicitud.

El propio Curros Enríquez, situado a menos de 100 metros del Zalaeta, es un ejemplo. “Si yo tengo poca matrícula, y Zalaeta tiene 28 alumnos, sé que vendrán para mi centro. No supondrá que en Zalaeta se abra una nueva unidad”, aclara Leonardo. La caída del alumnado obligó a cerrar algunas unidades en los últimos años; una consecuencia del descenso de la natalidad que la bajada de las ratios puede ayudar a mitigar.

El plazo de matrícula estará abierto hasta este miércoles a las 12.00 horas, momento en el que se podrá valorar cómo impactará la nueva medida en el reparto del alumnado, que todos los años es cambiante. En el caso de los demás cursos, este año no se incrementará el número de alumnos que tengan en la actualidad, por lo que no se ofrecerán plazas hasta cubrir las 25 (si un aula tiene 20 alumnos, el curso siguiente mantendrá esos 20). Entre los que están acostumbrados a aplicar estos baremos por superar la demanda a la oferta está el Colegio Labaca, este año, con una particularidad añadida: el número de solicitantes de plaza con hermanos en el centro ya casi cubre la oferta de su única aula de Infantil.

“Ahora mismo tenemos 14 solicitudes de hermanos pequeños, con lo que tenemos seis vacantes al ser de línea uno”, cuenta la directora, Sandra Chaves. A lo largo de los meses que estuvo abierto el plazo de matrícula, las oficinas de colegio Labaca recibieron varias llamadas de padres y madres que buscaban orientación para hacer sus previsiones.

“Recibimos muchas llamadas de familias preguntando si tenían posibilidades de entrar. Para ellos es una decisión compleja, sabiendo que tenemos menos plazas, el elegir cuál ponen en primer y en segundo lugar”, explica la directora, que se encargó de informar a padres y madres de las previsiones de matrícula para que pudieran hacer sus planes y, en tal caso, colocar en primer lugar algún centro con más plazas.

Este año, aseguran, la demanda superó la previsión. “No contábamos con tantos hermanos cuando hicimos la estimación. Quedan pocas plazas al primer hijo único”, asegura. Con todo, es difícil que algún niño o niña vaya a quedarse sin colegio este curso. “Es un hecho que la natalidad ha bajado y han cerrado algunas aulas, pero en A Coruña hay muchas vacantes, tanto en la pública como en la concertada o la privada”, comenta Chaves.

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