El estudio del baipás de Betanzos, adjudicado en 2019, debe modificarse por ajustes normativos

Nuevo retraso en el largo y demandado proceso para conectar por tren de forma directa A Coruña y Ferrol con la eliminación del baipás de Betanzos-Infesta. El estudio informativo sobre esta actuación, la más relevante en la línea ferroviaria desde que se inauguró en 1913 y que permitiría reducir el trayecto entre las dos ciudades gallegas en seis minutos, fue adjudicado hace casi cinco años con un plazo de 24 meses, pero aún no está finalizado. Según una respuesta del Gobierno central a cuatro senadores del Partido Popular remitida a comienzos de este año, el documento había entrado “en sus fases finales” de la etapa de planificación, pero este mismo estudio tendrá que ser modificado para adecuarse a nuevas instrucciones ferroviarias y a normas aprobadas con posterioridad a la fecha en la que fue adjudicado, en el mes de agosto de 2019.

La empresa que se hizo entonces con el contrato, la UTE Betanzos (formada por SERS y Fulcrum), dispone ahora de un plazo de tres meses para realizar los cambios en el estudio informativo, según recoge el anuncio de modificación que ayer publicó el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). El importe total del contrato, con los cambios, es de 257.427 euros incluyendo impuestos.

La descripción sobre la modificación del contrato alude no solo a adecuaciones normativas, también a la “necesidad de obras, servicios o suministros adicionales por parte del contratista original”. Apunta además un “ajuste de los datos del estudio de rentabilidad socioeconómica a fecha actual”. Todo ello con el fin de que se edite “una nueva versión del estudio informativo, lista para su aprobación provisional”.

Una de las adaptaciones normativas del documento se refiere a nuevas instrucciones ferroviarias aprobadas en 2023 que se aplican al “proyecto, construcción y mantenimiento de los subsistemas de infraestructura (IFI) y energía de las líneas de la Red Ferroviaria de Interés General de ancho ibérico, estándar europeo y métrico”. También se aplican para actualizar la Instrucción Ferroviaria de Gálibos y otra orden por la que se aprueba el Catálogo Oficial de Señales de Circulación Ferroviaria en la Red Ferroviaria de Interés General.

Además, la modificación del contrato alude a la necesidad de “comprobar las limitaciones a la propiedad” de acuerdo con la Ley 26/2022, por la que se modifica otra norma anterior del sector ferroviario. También debe “revisarse el cumplimiento de la restante normativa de aplicación”.

Seis minutos menos

El baipás que el Estado prevé construir, al norte del polígono de Piadela y de la N-VI, será de vía única y sin electrificar, aunque tendrá un diseño que permitirá que lo sea en el futuro. La velocidad máxima que podría alcanzarse en ese tramo sería de 80 kilómetros por hora, pero deberá reducirse para adaptarse a las características del tendido existente. La supresión del recorrido marcha atrás que ahora es necesario iniciar en la estación de Betanzos-Infesta solo permitirá ahorrar entre seis y siete minutos de viaje, según un estudio técnico elaborado hace tres años por el catedrático Miguel Rodríguez Bugarín para solicitar la reforma completa de la línea ferroviaria.

El recorrido del tren desde A Coruña a Ferrol se cubre en 77 minutos y tiene una longitud de 79,8 kilómetros, divididos en dos líneas diferentes, la primera de las cuales forma parte de la que llega hasta Palencia y mide 26,1 kilómetros hasta Betanzos, donde parte otra línea que une esta localidad con Ferrol tras recorrer 42,8 kilómetros.

El primero de esos trazados comenzó a construirse en 1865 y entró en servicio en 1875. El que permitió la conexión con Ferrol no comenzó a ejecutarse hasta 1899 y los trenes empezaron a circular por él en 1913; tiene 81 curvas, 15 rampas y cuatro túneles.

En la respuesta que el Estado envió a los senadores populares, entre ellos el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, y la exedil en A Coruña Rosa Gallego, explicaba que la evaluación ambiental simplificada del proyecto “ya se ha realizado”; esta se inició en junio de 2020 y se publicó en el Boletín Oficial del Estado en mayo de 2021 con la conclusión de que no es necesario someter el proyecto a evaluación ambiental ordinaria “ya que no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente”.