El Liceo se va al parón de la liga con buen sabor de boca gracias a su victoria contra el Reus por 5-3 que le da la segunda posición provisional de la OK Liga —al Calafell le falta un partido, que jugará el miércoles contra el Vilafranca, y podría adelantarlo— a la espera de recibir al Barcelona a la vuelta, pero ya dentro de mes y medio. Ahora llega para unos un tiempo de descanso para volver a la carga con el proceso de acoplamiento porque además hay que integrar a uno más, un Pol Manrubia que debutó a lo grande: un gol, dos asistencias y una exhibición de patín y técnica. Para otros es el momento de pensar en la selección y el Mundial: David Torres con España, Bruno di Benedetto con Francia y Mati Bridge con Argentina, además de Fran Torres con la sub 19. El argentino se quedó fuera de la lista, pero en el momento de celebrar la victoria sus compañeros le llamaban desde el centro de la pista. Todos son equipo. Y ese será su fuerte.

Pol Manrubia celebra un gol. Víctor Echave

Este cedió su puesto a Manrubia, que no solo entró en la convocatoria sino que fue titular. Tardó muy poco en encandilar al Palacio. Sobre todo con su velocidad, a veces daba la sensación de que tenía que frenarse para darle tiempo a llegar al resto. Y con solo cinco sesiones ya se entiende con sus nuevos compañeros. En ocho minutos asistió por partida doble a David Torres. El capitán también remató con maestría. Una conexión que dio dos goles y tranquilidad cuando el encuentro se calentaba.

El Reus y el Liceo juegan duro, emplean el cuerpo, van a por todas. Y eso provoca choques. Rodó por los suelos Álex Rodríguez. Había piques en los banquillos. Y en este ambiente llegó la primera azul para Martí Serra. Tuvo que salir Mati Bridge. El argentino paró el primer intento de Marc Julià, pero los árbitros consideraron que se había adelantado y mandaron repetir la directa. A la segunda Bridge detuvo el tiro, pero no el rechace. Aún no se habían recuperado los de casa del gol cuando llegó la segunda tarjeta, a Arnau Canal. Cuando en el contrario hay un jugador como Julià no hay que regalar nada. Pero se pasó de largo y el marcador continuó igual.

Bruno di Benedetto y los goleadores David Torres y César Carballeira. María Varela

Eso sí, a los coruñeses les tocaba jugar dos minutos en inferioridad. Fue menos porque Manrubia cogió la bola y Cecco Compagno solo le pudo detener con una dura falta. Mientras el banquillo local reclamaba igualdad de criterios, cinco jugadores del Reus se fueron a por el 7. Compagno incluso le zarandeó. Vio azul, aunque por protestar. Se quedaron sobre la pista tres de cada equipo, una situación anómala. Todas estas incidencias afectaron al ritmo. Despertó de ese letargo Aragonés, que con un fuerte disparo dejó temblando la portería local, tanto que no se sabía si la bola había llegado a entrar y a salir con el efecto de la potencia. Fue César Carballeira quien sí hizo gol, el tercero, para permitir que los suyos llegaran al descanso con más ventaja.

Bajaron un poco las revoluciones aunque el Liceo seguía reclamando todos los empujones y bloqueos al límite de la legalidad. El Reus apretó. Joan Salvat recortó. Las malas noticias para los verdiblancos se acumulaban y llegaba la décima. Acudió a la directa Compagno, con fallo. Fueron quizá los minutos más sufridos para el conjunto de Juan Copa que a partir de ahí dominó a través del control de la bola y tuvo a un Martí Serra muy seguro. Delante lo intentaba Pol Manrubia. Marcó, pero no valió por falta previa en el bloqueo. El que sí subió al marcador fue el siguiente tras una jugada personal que puso en pie al Palacio. César Carballeira completó la fiesta con el quinto. El inicio de temporada del defensa coruñés es para enmarcar por más que Guillem Cabestany no le haya querido mirar para la selección. Rodríguez, sin suerte, falló una directa en los últimos minutos y Sergi Aragonés maquilló con un penalti inverosímil (uno del Reus derribó a uno del Liceo en su área y este en el suelo tocó la bola). Último coletazo. Y ahora, paréntesis.