Deportivo

Ni fuera, ni en casa, adiós ascenso directo

El Dépor también se atasca en Riazor y ya se encomienda al ‘play off’, única vía para subir

El coruñés Raúl Carnero se lamenta durante el encuentro de ayer contra el Alcorcón. |  // CASTELEIRO / ROLLER A.

El coruñés Raúl Carnero se lamenta durante el encuentro de ayer contra el Alcorcón. | // CASTELEIRO / ROLLER A. / E. Cobas

Era solo cuestión de tiempo, de que se acercara el final, para que al Dépor se le estropeara definitivamente la calculadora del ascenso directo. Misión imposible ya, no matemáticamente, pero sí por las sensaciones que transmite el equipo y, sobre todo, por lo que dice la clasificación. Alto y claro. La primera plaza sigue a dos partidos de distancia a falta de tres por disputarse y no es uno solo, sino tres, los rivales que deben fallar, así que el Deportivo ya se encomienda al play off como única vía real para acabar cumpliendo el objetivo del ascenso. Acostumbrados toda la campaña a ganar en Riazor y pinchar fuera, ayer los de Óscar Cano se atascaron también en casa y no fueron capaces de perforar la portería del Alcorcón, que mantiene sus cuatro puntos de renta sobre el Dépor, cinco en realidad por el golaveraje favorable a los alfareros.

Eso sí, el conjunto amarillo perderá hoy mismo el liderato del grupo si gana el Racing de Ferrol, en el campo de Unionistas, o el Castilla, que recibe al Ceuta. Ambos tienen la primera plaza a tiro y, de paso, dejar al Deportivo a cinco puntos de distancia con nueve por delante en juego. Dura realidad la que le toca vivir a la escuadra de Óscar Cano, que ayer de nuevo volvió a escuchar gritos y cánticos  en su contra en Riazor pidiendo su salida.

Linares, Algeciras y Pontevedra aparecen en el horizonte del Deportivo como tres escalas para intentar acabar la temporada de la mejor forma posible y volver a poner la fecha hacia arriba de cara al play off. Importan los resultados, porque siempre es más fácil enfocar una eliminatoria, dos en el mejor de los casos, viniendo de una dinámica positiva. Y no es lo mismo acabar segundo que quinto de cara al desenlace de los cruces. Pero sobre todo importan las sensaciones, la confianza y la autoestima, ahora mismo bajo mínimos en el vestuario blanquiazul.

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