0-1 | Martín Ochoa emerge y da oxígeno al Dépor

El conjunto blanquiazul se impuso por la mínima ante el Sabadell gracias a un solitario tanto del canterano - La defensa volvió a ser fundamental tras un encuentro sin brillantez con el balón

Xane Silveira

Xane Silveira

El Deportivo venció en la Nova Creu Alta gracias a un tempranero gol que defendió con seriedad y cierto dramatismo. Un triunfo que permite al conjunto blanquiazul romper su racha de seis partidos sin ganar. Martín Ochoa, titular y héroe en su primera gran noche, demostró aquello de que el DNI es solo una tarjeta y envió un mensaje directo a Imanol Idiakez: lleva el gol en la sangre.

180 segundos en el fútbol dan para mucho. Fue el tiempo que Alberto Retuerta, titular por primera vez en liga, pasó fuera del terreno de juego tras llevarse un duro golpe en el hombro derecho. En ese pequeño tramo en el que el Dépor vivió un flashback y volvió a situarse con diez hombres, Diego Villares leyó mejor que nadie un control largo de Pau Resta. El de Samarugo recuperó su traje de pulpo para estirar la pierna y aprovechar el error del zaguero arlequinado y robarle el balón. El centrocampista tenía opción de disparo, pero buscó un pase al centro con la zurda en dirección a Lucas. En ese momento, como una centella, apareció por sorpresa Martín Ochoa, que controló con la derecha y reventó la pelota a bocajarro con la izquierda sin dar ninguna opción a Adrián Ortolá. No sabía a dónde dirigirse el canterano, eufórico tras su primer tanto como profesional, clave en un encuentro espeso en los metros finales.

Pablo Vázquez

Pablo Vázquez / LOF

Esos dos minutos fueron también lo mejor del Dépor en una primera hora imprecisa, localizada, principalmente, en el poco dominio del balón. El cuadro local se hizo con el esférico y no lo soltó. Movió mejor, fue superior en el posicionamiento y supo orientar su propia presión hacia los costados para desarticular la salida desde atrás deportivista. Las posesiones visitantes, ayer completamente de amarillo, se extinguían cuando la pelota llegaba a un carril y las jugadas acababan con un balón largo o una pérdida por dentro. Ahí, los de Imanol Idiakez tardaron en corregir y emularon problemas pasados en la organización.

El conjunto arlequinado se centró en avanzar con rapidez gracias a las buenas espaldas de Manel Martínez. El ariete fue un martirio para Pablo Vázquez, casi siempre emparejado con el ex del Racing.

Poco a poco, el Sabadell ganó terreno. Los visitantes, centrados en la labor de achique, tardaron más de media hora en comenzar a trenzar alguna buena acción con balón. De nuevo a balón parado, el equipo local tuvo la oportunidad de anotar tras una salida de Mackay que dejó un rebote en la frontal. Villares, impecable de un lado a otro del campo, sacó el rebote tras un disparo que cogía al guardameta fuera de la portería. Aquellos puños del portero de O Ventorrillo derivaron en un choque con José Ángel y Antonio Sánchez que detuvo el juego. Medicina para el Deportivo.

El pequeño parón permitió a Idiakez dar instrucciones claras a los suyos: hacía falta un apoyo extra en la salida de balón. Los deportivistas crecieron tras la pausa pese a que “el campo no daba para mucho más” y Ochoa estuvo a punto de hacer el segundo con un remate de puntera que obligó a Ortolá a lucirse. El riojano fue el más activo y lució un buen recurso de desmarques, juego a un toque y dejadas de espaldas que mejoraban los ataques deportivistas. Se fundió en la tarea ofensiva y demostró que puede ser la referencia y la pareja de Lucas Pérez, más impreciso que de costumbre.

Aficionada del Deportivo

Aficionada del Deportivo / LOF

Entre Salva Sevilla y Retuerta orquestaron la mejor jugada del partido tras una salida limpia. El balón pasó con velocidad, verticalidad y sentido de izquierda a derecha, hasta que el centrocampista andaluz zapateó el balón, que salió repelido por el larguero.

Un mal remate de Baselga dio el pistoletazo de salida a un segundo tiempo en el que el Sabadell trató de replicar el guion de la primera parte con más ritmo y un juego directo que la zaga deportivista fue sofocando con algún que otro apuro.

La entrada del ex celtiña Carlos Beitia, pasada la hora de juego, dio mayor dinamismo a las circulaciones locales. El Sabadell avanzó paso a paso hacia la portería de Mackay, hasta el momento poco participativo, mientras la zaga se cargaba de tarjetas amarillas, todas focalizadas en la misma línea. El meta no intervino de nuevo hasta el minuto 78 tras un córner, uno de los pocos focos de peligro local. El recién ingresado Naranjo cabeceó un balón que el capitán coruñés sacó tras un bote en falso.

Mackay protagonizó poco después una de las polémicas de la jornada tras un balón largo que agarró fuera del área. Provocó un peligrosísimo libre directo que él mismo solventó con una parada de pura colocación. Gualda superó la barrera con potencia, pero el portero de O Ventorrillo evitó el gol con los puños.

Sin control y sin una posesión que durase más de dos pases, el partido se volvió agónico. El recuerdo de Fuenlabrada acechaba con cierta desazón, como no podía ser de otra forma. Al Dépor le tocó sufrir con un marcador por la mínima y el Sabadell se volcó con todo. Un remate de Manel que detuvo Jaime fue la antesala de un descuento que llevaría el partido hasta el minuto 96. Sin embargo, los locales se desfondaron y esta vez el final fue feliz para los coruñeses, mejor plantados. José Ángel, Jaime y Pablo Vázquez lideraron el achique. Lección aprendida y cero riesgos.

El Deportivo rompió una racha que se alargaba desde la jornada dos sin ganar. Tres puntos de liberación. Un bálsamo antes de recibir al Nàstic y para reafirmar una idea que vuelve a tener unos cimientos. Con Martín Ochoa, por supuesto, como pilar ofensivo tras refrendar su papel como goleador.