Primera RFEF

4-1 | Este Deportivo sí aspira a todo

Vence con contundencia al Fuenlabrada para confirmarse como contendiente el título

Davo fue expulsado poco después de anotar el segundo gol y dejó a los suyos con diez durante más de una hora

Xane Silveira

Xane Silveira

En su propia película de dramedia, el Deportivo construyó su guion perfecto, con goles, expulsiones y polémica para vencer al Fuenlabrada (4-1) con una actuación coral que consolida al conjunto de Imanol Idiakez como candidato al título. La expulsión de Davo, ya con 2-0, pudo cambiar el final de la historia, pero el cuadro deportivista ha hecho coraza de sus tropiezos. La versión madura blanquiazul no incluye despistes en su camino de regreso al fútbol profesional.

No iba a ser un día tranquilo en Riazor. Las nubes se comieron el sol en señal de que se avecinaba una tarde con muchas curvas. El fútbol, impredecible, hizo el resto. Tras solo un minuto de juego, Lucas Pérez agarró por primera vez la pelota para ejecutar la primera acción a balón parado. El 7 se relamía en la antesala de lo que estaba por venir. El de Monelos parecía sonreír con más fuerza, como si aquello fuese privado, y pronto se entendió el por qué. Los coruñeses castigaron con dureza cada desatención defensiva del Fuenlabrada y solo necesitó nueve minutos y dos córners para ponerse por delante. El primero, cuando el público todavía terminaba de sentarse, ensayo. El segundo, directo a la cabeza de Pablo Martínez. Sin Vázquez, el cangrejo volvió a saltar libre. Se deshizo de Sotillos, su marca, y remató a placer con un testarazo inapelable y potente para estrenar el marcador.

En la fiesta privada de Lucas Pérez, juguetón con cada balón que tocaba, pisaba y manejaba con si estuviese en Pablo Iglesias, el de Monelos invitó a Davo con un sensacional pase al hueco. El asturiano nacido en Ourense fue más rápido que su defensor y definió con un golpeo suave para batir de nuevo a Belman, que por segunda vez se lamentaba. Sonreía Idiakez, celebraba Riazor. 2-0 en 13 minutos. Era el día para ganar y disfrutar.

Sin embargo, parece que al Deportivo no le gustan las tardes de invierno tranquilas. No le llega con la manta y la serie tradicional. Necesita drama y picante para que sea una verdadera victoria coruñesa. Apenas diez minutos después de tocar el cielo, Davo cayó a las tinieblas de sus propios actos. En una acción que debió ser señalada como falta de Alba y en la que el defensor terminó pisando en el tobillo al ariete, el punta se autoexpulsó. Soltó la pierna desde el suelo y ahí cambió todo. Fue una pequeña patadita. Otra inocente, casi inofensiva, pero cazada por el cántabro López Parra. Roja directa. Alba, por su parte, pidió el cambio minutos más tarde, pero aquejado de un ojo.

En una simple acción cambió el contexto del partido. El Deportivo tuvo que replegar y ceder la pelota al Fuenlabrada. Carlos Martínez aprovechó la baja de su central para incorporar al veterano Cristóbal, único superviviente del Fuenlagate de 2020. El cuadro visitante rompió su defensa de cinco para volcarse al ataque, aunque los coruñeses defendieron con pulcritud el área de Germán Parreño. El meta tardó otra decena de minutos en intervenir desde que los locales redoblaron esfuerzos. Un equipo preparado para partirse, correr, batirse en duelos de alta velocidad fue condenado a cambiar de registro. Lo supo gestionar el equipo de Idiakez, que tuvo al contragolpe, sobre el pitido final del primer tiempo, el tercero. Lucas conectó con Mella, pero esta vez Belman ganó en el mano a mano tras una gran intervención. El meta alicantino, cuyo padre jugó en el Fabril, celebró su atajada como un gol. Valía para mantener con vida a los suyos.

Imanol Idiakez se vio obligado a sustituir a Balenziaga al descanso. Barcia, listo para cualquier batalla, ocupó el centro de la zaga y desplazó Pablo Martínez al lateral reeditando el duelo ante el Tenerife. Su homólogo Carlos Martínez también movió el banquillo para añadir a Ilies en el centro de ataque y sumar una segunda amenaza en el área.

Pero el tiempo ha hecho cicatriz en un Deportivo que ya tiene arrugas y canas. Ya no es el equipo bisoño que tiembla con facilidad y se deja atrapar por la voracidad rival. En enero ha mutado su piel por una más dura. Idiakez ajustó la idea con balón y el equipo manejó los primeros minutos con inteligencia. No cayó en el ritmo alto kiriko, templó las jugadas y equilibró la inferioridad numérica con un gran manejo de la pelota.

Riazor botaba y animaba a un Deportivo que no sufría. López Parra volvió a sacar pecho en su partido particular. Protagonista de su propia película, una que nadie entendía, amonestó en el minuto 56 a Parreño por perder tiempo. No importaba. En A Coruña se rueda en 35 mm. aunque la categoría esté acostumbrada al 8. Y los protagonistas de esta saga llevan el sello Abegondo y se caracterizan por su descaro. Así que cuando se cumplía la primera hora de juego, decidieron poner fin al duelo. En un ataque orquestado entre el veterano Lucas y sus dos —infantes—acompañantes, Mella coló entre líneas un pase para que Yeremay Hernández anotase su primera diana de la temporada. El canario ajustó raso y bajo adonde Belman, esta vez, no pudo hacer de villano.

En un día que parecía hecho para festejar, el Dépor decidió añadir un bis final. Segundos después de que Iano debutase entrando al campo junto a Paris, el Fuenla recortó distancias con un balón largo al área. Raúl se impuso a Ximo de cabeza e Ilies se coló entre Jaime y Barcia para rematar y poner el 3-1. Revivió el cuadro kiriko, que se lanzó con todo sobre la portería de Parreño. Pero, en un contragolpe, Lucas puso su sello. Después de dos asistencias, el de Monelos culminó su partido con una carrera de 70 metros para ganar en el cuerpeo a Benítez y plantarse mano a mano con Belman. Definió con precisión para sentenciar definitivamente el partido. Suma ya cuatro goles y nueve asistencias.

El Deportivo se llevó tres puntos que le consolidan como gran aspirante al campeonato. Debía desquitarse tras el tiempo perdido y lo hizo con una actuación redonda pese a jugar con diez durante más de una hora. Es la nueva versión del elenco de Imanol Idiakez. Más seria, más decisiva, más redonda. Hace bueno el pinchazo del Celta B para seguir creciendo en la tabla e iniciar febrero de la mejor forma posible. Partido a partido.