Trabajo y sindicatos pactan subir el SMI que cobran 100.000 gallegos a 1.134 euros

Asistió ayer el homenaje que hizo UGT a su padre, el sindicalista de Comisiones Obreras, Suso Díaz

julio pérez / rosa maría sánchez

La negociación para la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) cumplió el guión previsto. Hubo un último encuentro ayer con la presencia de las tres partes implicadas, pero por puro formalismo. Desde finales del pasado año, las patronales CEOE y Cepyme condicionaron su respaldo a un incremento de “entre el 3% y el 4%”, en línea con las alzas pactadas con los sindicatos en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), a indexar los contratos con las administraciones públicas a la variación anual del SMI para cubrir el engorde de los costes y compensarlo en el caso del sector agrario con bonificaciones. El Ministerio de Trabajo y Economía Social lanzó un ultimátum a los empresarios: o se sumaban al apoyo a un ascenso del 4% o la decisión final quedaría en el diálogo bilateral con los representantes de los trabajadores, que reclamaban un 5%. Como sucedió. El SMI aumenta un 5%, hasta los 1.134 euros. Son 54 euros más al mes en las 14 pagas para los empleados a jornada completa. Las empleadas del hogar que trabajen por horas percibirán, al menos, 8,87 euros por cada hora.

El nuevo SMI se aplicará con carácter retroactivo desde el 1 de enero cuando culmine su tramitación, que arranca con la publicación en trámite de audiencia e información pública y, posteriormente, el real decreto será aprobado en Consejo de Ministros. El Gobierno calcula que esta subida del SMI beneficiará a más de 2,5 millones de personas, de las que un tercio serán mujeres y jóvenes. En Galicia, según las estimaciones de los sindicatos, hay unos 100.000 trabajadores que lo cobran y se verán beneficiados directamente por la revisión.

El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, insistió ayer tras dar a conocer el acuerdo que el Ejecutivo estaba dispuesto “a la flexibilidad” para incorporar a los empresarios al pacto, pero no fue posible. “No ha podido ser. Nos hemos dejado la piel, lo hemos intentado hasta el último momento y no lo hemos logrado, pero hemos alcanzado un acuerdo con los sindicatos para subir el SMI un 5%”, destacó, tras alabar la “altura de miras” de UGT y CC OO. Desde que se inició la senda ascendente del SMI, esta renta mínima se ha revalorizado un 52%, lo que ha contribuido a reducir la pobreza salarial en un 25%.

A principios del año pasado, el Gobierno acordó, solo con los sindicatos, una subida del SMI del 8% para 2023. La CEOE tampoco se sumó a las subidas del SMI de 2022 y 2021 acordadas por el Gobierno de Pedro Sánchez con CC OO y UGT, pero sí pactó con ellos el incremento de 2020, cuando aumentó desde los 900 a los 950 euros mensuales.

En los últimos seis años, el suelo salarial se elevó un 52%, dentro del objetivo del Gobierno de coalición de garantizar que los trabajadores que cobran el SMI no pierdan poder adquisitivo y, al mismo tiempo, y de que el SMI se sitúe en el 60% del salario medio, en línea con la Carta Social Europea, aunque no existe un consenso pleno sobre la forma de calcular ese salario medio.

El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, calificó de “coherente” ya que “no se hubiera entendido” que el SMI quedara al margen de los incremento en las pensiones mínimas, las contributivas y no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital (IMV), que se han revalorizado entre un 5 y un 7%. La secretaria confederal de Acción Sindical de CC OO, Mari Cruz Vicente, aplaudió la “buena noticia”, a pesar de que les hubiera gustado un acuerdo tripartito. La subida, remarcó, “no es caprichosa”, sino que obedece al incremento reflejado en la encuesta de costes laborales del tercer trimestre de 2023, al igual que el Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA).

No es lo mismo que opinan los representantes de CEOE y de Cepyme que, en un comunicado, lamentaron “profundamente” el “escaso esfuerzo del Gobierno” para que las organizaciones empresariales pudieran entrar en el acuerdo para la actualización. Se quejan de que la administración ha incrementado el coste derivado del SMI para las empresas contratistas con el sector público en torno a un 50% desde 2018 sin que se haya revisado el precio de dichos contratos. “Esto se traduce en que muchas de ellas se han visto atrapadas en contratos plurianuales de prestación de servicios, de los que no pueden salir hasta que se cumpla su vigencia, con escasos márgenes de beneficio o trabajando a pérdidas”, añaden, tildando el acuerdo de ayer de “arbitrario”. “Confiamos ahora en que la subida del SMI pactada no genere efectos de segunda ronda y se acabe trasladando a la inflación, añadiendo así un nuevo factor de riesgo a la ya patente ralentización de la economía y el empleo”, añaden.

Contra Podemos

claves destacadas

H Según el Gobierno, un tercio de los trabajadores que perciben el SMI son mujeres y jóvenes.

1 Unos 2,5 millones de beneficiarios

Díaz asegura que “España es un país mejor” tras subir el salario mínimo

H El SMI estaba en 735,9 euros en 2019. Las subidas del Gobierno de coalición lo llevan a 1.134 euros.

2 Un 52% de alza en seis años

“Hoy España es un país mejor”. Así se refirió ayer la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, a la nueva subida del 5% del Salario Mínimo Profesional (SMI). Fue en Santiago, donde la también líder de Sumar asistió a la entrega de los premios Traballo Digno 2023 que concede la Fundación Luís Tilve, de UGT. Este año, la asociación premió la trayectoria de los sindicalistas José Carrillo y Suso Díaz, padre de la ministra. Díaz definió este acuerdo como “fruto del diálogo social” y “ejemplo de política útil”, aunque lamentó “la actitud” de la patronal. Y aprovechó para dirigirse a UGT y CCOO y trasladarle las gracias “en nombre del Gobierno de España” por hacerlo posible. También el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, valoró el acuerdo. “Es positivo, pero tiene un punto negativo, que es la ausencia de la CEOE”, reprochó el sindicalista a la patronal, al tiempo que recriminó los bajos niveles salariales que contemplan los convenios colectivos. “Aproximadamente, llegará al 30% de ellos, y esto sucede porque los empresarios de nuestro país son unos rácanos. Hace ocho años, no afectaba a tantos acuerdos sectoriales porque las negociaciones eran más dinámicas y los empresarios apostaban por repartir la riqueza que se generaba”, afirmó.

Por otra parte, la vicepresidenta aprovechó su intervención ante los medios para cargar contra “los que decidieron en estrecha compañía” votar en contra de la reforma de subsidio de desempleo planteada por el Gobierno. La propuesta fue tumbada por el PP, Vox y Podemos este pasado miércoles en el Congreso de los Diputados. “Algún día tendrán que mirar a los ojos de la gente humilde y explicar de qué se supone que los estaban salvando”, aseveró la ministra en referencia a la decisión tomada por los tres grupos políticos y se comprometió a culminar la reforma del subsidio por desempleo “con un gran acuerdo para proteger a la gente que más lo necesita”. “No me voy a rendir”, advirtió. El acto supuso un auténtico cúmulo de emociones para la vicepresidenta, que fue la encargada de entregar el premio de la Fundación Luís Tilve a su padre, Suso Díaz, momento en el que la líder de Sumar no pudo contener las lágrimas. “De Suso Díaz, mi padre, no sé qué puedo decir sin emocionarme”, dijo la vicepresidenta. “Mi modo de hacer política, mi compromiso con las personas trabajadoras de este país... se lo debo a mi padre”, admitió. “Monserrat Roig decía que la democracia se aprende en casa, yo la aprendí en mi casa, tengo muy poco mérito por lo tanto. No concibo ser quien soy sin Suso Díaz”, reflexionó. Al terminar su intervención, la ministra se fundió en sendos abrazos con su padre y con Carrillo. El acto contó con las intervenciones del secretario general de UGT, Pepe Álvarez; el responsable del sindicato en Galicia, José Antonio Gómez , y el presidente de la Diputación de A Coruña y secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, así como de la conselleira de Promoción do Emprego e Igualdade. Elena Rivo afirmó que “los enemigos no son los empresarios” y que la administración “no se puede salir nunca de su ámbito de actuación”. La candidata de Sumar Galicia a las autonómicas, Marta Lois, y el diputado por Más Madrid, Íñigo Errejón, también estuvieron presentes en la entrega de premios.

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