Condenado a 14 años de prisión por asfixiar a su camello en Chapela

E. Villanueva

La noche del 27 de enero de 2021, Roberto C.P., de 51 años, se encontraba cenando en su domicilio en Chapela. Esperaba la llegada de Manuel Matanzas, un vecino del barrio que desde hacía aproximadamente un año se había convertido en su cliente habitual al que le suministraba cocaína. Fue en torno a las 22.00 horas cuando éste se presentó en la vivienda para hacerse con la droga, que pretendía llevarse sin pagar. Roberto se negó a fiarle la dosis, momento en el que Manuel Matanzas fue al baño, se colocó unos guantes y atacó a Roberto por la espalda, agarrándolo por el cuello, cubriendo su nariz y boca, lo que provocó la muerte de este. Con Roberto ya en el suelo, fue cuando sacó de su mochila una cinta aislante y le ató las manos a la altura de las muñecas por delante y los pies, cubriéndole la cara con un chaleco rojo abandonando el lugar llevándose consigo las llaves y el móvil de la víctima.

Siguiendo esta descripción de hechos probados, la magistrada de la Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, ha condenado a 14 años de prisión por un delito de asesinato a Manuel Matanzas. El acusado reconocía en su declaración ante el Tribunal de Jurado, que agredió, maniató y robó a Roberto C. pero no lo mató. “Cuando yo me fui, él estaba vivo”, aseguró durante el juicio.

La Audiencia, siguiendo el veredicto del Jurado Popular que declaró culpable de asesinato con alevosía a Matanzas, sostiene que el acusado conocía el riesgo de que con sus actos podría causarle la muerte a Roberto, y “aunque este resultado no fuese el deseado”, el acusado igualmente le bloqueó la respiración, actuando de forma particularmente “perversa y alevosa”.

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