Las vacas muertas debido a la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica en Galicia ya son diez

Los focos detectados suman ocho desde su llegada hace un mes | Unións Agrarias pide un protocolo entre la Xunta y el Ministerio

Frisona con heridas en la boca en una granja de la parroquia cruceña de Bodaño.

Frisona con heridas en la boca en una granja de la parroquia cruceña de Bodaño. / Bernabé/Javier Lalín

alfonso loño/ e. ocampo

La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) ya se ha cobrado hasta la fecha diez bovinos muertos en Galicia, tal y como han confirmado los análisis practicados en laboratorio y comunicados a la Xunta. La vaca que murió hace unos 20 días en una granja de Vila de Cruces padecía esa dolencia, que fue la causa de su muerte, según avalaron desde la Consellería de Medio Rural, con lo que este animal se convirtió en la primera res muerta en la provincia de Pontevedra. En total se detectaron ocho focos declarados en la geografía gallega desde que esta dolencia —que se transmite a través de la picadura de un mosquito del género culicoides— llegase a la comunidad a finales de septiembre.

Los ejemplares contagiados se sitúan en los municipios de Abegondo, A Capela, Riós, San Sadurniño, Pontedeume, Vilarmaior, Xermade y Mesía. Los dos primeros fueron ratificados mediante test analítico el pasado 20 de septiembre, “siguiendo los dictámenes establecidos por los protocolos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación”, aseguraron. Así, este caso —a tenor de los registros oficiales difundidos por el ministerio— se convertiría en el noveno episodio, pero son ocho los focos, una vez que el cómputo se realiza teniendo en cuenta las áreas veterinarias.

Desde el departamento dirigido por José González se indica que la muerte de la vaca de Vila de Cruces supone el primer caso pontevedrés, confirmado mediante una prueba en laboratorio como establece el protocolo. Se trata de un ejemplar del ganadero de la parroquia de Sabrexo, José Pallares, que indicó que tras perder la vaca, el veterinario que acudió a su establo le explicó que la causa podría deberse a la EHE. Otro animal de su granja, después de ser tratado con medicamentos, aún trata de recuperarse.

Con este ejemplar serían ya diez los bovinos muertos en Galicia por EHE, una enfermedad que no afecta al ser humano y cuyo período de afectación se extiende entre los meses de abril y diciembre. En invierno no existiría posibilidad de infección en animales al no existir circulación del mosquito vector en el ambiente.

Mientras tanto, Unións Agrarias insta a Xunta y Ministerio a “coordinarse sin más demora para dar forma a un protocolo de actuación que permita dar respuesta a las explotaciones afectadas” por la enfermedad, máxime a raíz del nuevo foco detectado en Deza.

Reclama la activación inmediata de ayudas que compensen los gastos de tratamiento y las pérdidas que la dolencia está causando a las ganaderías en caso de muerte. Unións añade que desde que en de septiembre se detectó el primer caso de EHE en Galicia la dolencia sigue extendiéndose y los ganaderos no tienen apoyos para enfrentarse a ella. No comprenden que, con la dolencia expandida ya por la práctica totalidad del territorio estatal y casi un año después del primer caso, no exista aún un protocolo de actuación a nivel estatal. Una cuestión que la organización ya trasladó al Ministerio. Además, la entidad considera imprescindible que la administración autonómica “dé un paso al frente y ponga a disposición de las ganaderías afectadas medios y fondos para enfrentar el coste del virus”. Asegura que la EHE está suponiendo un gasto de entre 2.000 y 3.000 euros para las ganaderías afectadas.

En octubre de 2022 se dieron los primeros casos en el sur de Italia y luego en el sur de España. Este verano se produjeron casos en Andalucía y de ahí se ha ido expandiendo prácticamente a todo el territorio nacional de forma muy rápida.

Más de 200 focos activos en España, con hasta 700 vacas afectadas

El impacto que esta enfermedad tiene sobre el ganado es difundido por el Ministerio en un portal temático, que incorpora nuevos casos a medida que llegan las confirmaciones de las pruebas de laboratorio. En el censo de ayer aparecían como los más recientes cuatro detectados. Dos correspondían a los municipios asturianos de Llanes y Pravia, uno al cántabro de Reinosa, otro a Ocaña (Toledo) y el confirmado, también el pasado día 13, en el ayuntamiento coruñés de Mesía, en la comarca de Ordes. Los registros oficiales apuntan a la existencia de un total de 205 focos repartidos por parte de la geografía española con algo más de 700 vacas afectadas dentro de un cómputo de cerca de 900 animales contagiados. Los restantes son, en gran medida, cérvidos de zonas montañosas de las dos Castillas o Andalucía. Si nos ceñimos a la cabaña de vacuno, Castilla y León (53 focos) y Andalucía (40) son las comunidades autónomas más afectadas. Por territorio y el peso que supone el sector ganadero, Castilla-La Mancha (23) se sitúa también entre las regiones con mayor introducción de esta patología, de la que no escapan Extremadura (16), Madrid (8), Aragón (6), Asturias (5), La Rioja (5), Cataluña (4) o Euskadi, con tres focos de contagio.

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