Casi 120 concellos separan los biorresiduos para compost y pagan menos a Sogama

Por primera vez en 2023 se vinculó la rebaja en el canon de la basura a que implantasen el compostaje o instalasen el quinto contenedor | Deberán devolver el descuento 38 municipios

Un camión de basura recoge la materia orgánica del llamado contenedor marrón. |  // L. O.

Un camión de basura recoge la materia orgánica del llamado contenedor marrón. | // L. O. / Paula Pérez

Paula Pérez

Los concellos están obligados a instalar el quinto contenedor marrón para recoger por separado la basura orgánica y destinarla a compost. La fecha tope era el 31 de diciembre de 2023, pero la logística es compleja y no todos los ayuntamientos han hecho los deberes. Y eso, a pesar de que desde la propia Xunta se incentiva con una bonificación del 15% en el canon que las corporaciones locales pagan a Sogama por la gestión de los residuos. En 2023 un total de 156 ayuntamientos solicitaron esta rebaja, pero solo 118 cumplieron e implantaron la recogida de biorresiduos.

Eso significa que al menos estos 118 municipios separan ya la basura orgánica bien sea a través de la instalación de un quinto contenedor o mediante la puesta en marcha de programas de compostaje domiciliario o comunitario. Sin embargo, quedan 295 que todavía no cumplen o bien renuncian al descuento del 15% en el canon.

Por primera vez en 2023 Sogama condicionó sus bonificaciones en la tasa que cobra a las corporaciones locales por gestionar su basura a que implanten la recogida separada de la materia orgánica. En todo caso, ésta no es la única condición para beneficiarse de la rebaja del canon. Los ayuntamientos deben cumplir tres requisitos. Por un lado, promover la reducción de la producción de basura y/o incrementar el reciclaje de envases ligeros. También están obligados a trasladar los descuentos en el canon a los recibos que pasan a los vecinos. Y, por último, implantar la separación de biorresiduos que deberá hacerse mediante la implantación del quinto contenedor, salvo en el caso de los ayuntamientos con población inferior a 2.000 habitantes donde será suficiente que acrediten la instauración de un programa de compostaje domiciliario o comunitario.

Según precisa Sogama, para cumplir con este requisito los ayuntamientos deberán acreditar la separación de los biorresiduos en los principales núcleos de población de su término municipal.

Si cumplen con estas tres condiciones, Sogama cobrará un 15% menos a los ayuntamientos por la gestión de los residuos. El canon se reduce unos 10 euros, bajando de los 66 euros por tonelada a los 56,10 euros. Aunque en 2023 fueron 156 los ayuntamientos que solicitaron acogerse a este descuento comprometiéndose a cumplir con las tres condiciones exigidas, en el primer trimestre de este año han tenido que acreditar que efectivamente se han ajustado a los requisitos fijados.

Pero hubo 38 que no lo lograron, de manera que Sogama les exigirá este año la devolución de un total de 574.000 euros correspondientes a las bonificaciones de las que se beneficiaron el pasado año. Mientras, el ahorro estimado por la rebaja del 15% de los otros 118 ayuntamientos que sí cumplieron asciende a 4,3 millones de euros, según Sogama.

En todo caso, el número de concellos que disfrutan de descuentos en el canon de la basura se redujo en 2023 con la introducción del requisito de separar la basura orgánica. Hasta ese año para beneficiarse de las bonificaciones, que se reducían al 10%, solo era necesario fomentar la reducción en la producción de basura y/o el reciclaje, además de trasladar el descuento a los vecinos a través del recibo de la basura. De esta manera, en 2022 hubo 167 municipios que solicitaron las bonificaciones en el canon de la basura, pero cumplieron las condiciones 155.

Esto significa que el pasado año hubo casi 40 ayuntamientos menos sin bonificación y las corporaciones locales, aunque no siempre, acostumbran a trasladar el precio a los recibos que pagan los vecinos, de manera que los hogares de esta cuarentena de municipios habrían soportado un encarecimiento de sus facturas por la gestión de residuos.

Pero la introducción de la exigencia de separar los residuos para obtener rebajas en el canon también aumentó el número de incumplimientos. Si en 2022 solo 12 de los concellos que solicitaron la bonificación tuvieron que devolver el dinero por no cumplir las condiciones estipuladas, el pasado año esta cifra se triplicó hasta los 38, lo que da idea de las dificultades de los ayuntamientos para implantar el quinto contenedor.

Hasta hace poco los residuos orgánicos se mezclaban con el resto de basura que iba en la bolsa negra y no se reciclaba. Su destino era la incineración. Sin embargo, la UE obliga a incrementar el porcentaje de desechos que se reciclan y, entre ellos, está la basura orgánica. Si se separa se puede fabricar compost que sirve como abono para la tierra.

Esto obliga a los concellos no solo a instalar un quinto contenedor marrón, sino a habilitar sistemas de recogida separada de la materia orgánica. Y, por otro lado, se necesitan plantas para la fabricación de compostaje. La Xunta ha construido una en cada provincia, pero no serán suficientes para atender el volumen de biorresiduos de la totalidad de los municipios, lo que obligará a complementarlas con instalaciones privadas o municipales.

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