El acusado de la paliza de Nigrán lo niega pero la víctima y un vigilante lo identifican

Alega que no lo persiguió por el boque y que se fue a su casa, a 3 km del pazo

El acusado, en el juicio. |   // M. G. B.

El acusado, en el juicio. | // M. G. B. / M. Fontán

M. Fontán

El juicio por la grave paliza sufrida por un joven en Nigrán en agosto de 2020 arrancó ayer en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo. La vista empezó con la declaración del único acusado, para el que la Fiscalía solicita 8 años de prisión y el pago de indemnizaciones por las lesiones y secuelas sufridas por Ignacio, Nacho, que superan los 130.000 euros.

Daniel G.B. negó ser el autor de la brutal paliza. Reconoció que, como otras personas, corrió tras él tras un incidente ocurrido en una fiesta en el Pazo de Urzáiz. Se lo encontró “de frente” en el bosque y le pidió “explicaciones” porque, según él, le había pegado a un amigo suyo. Según su versión, estaban solos en ese momento. “Él no me respondió, me intentó pegar, yo lo esquivé y empujé, él resbaló y se cayó y después se levantó”, dijo, indicando que a continuación Nacho corrió hacia el bosque y él se fue, marchándose finalmente andando a su casa, ubicada a tres kilómetros del pazo.

Frente a la versión del acusado, la víctima lo identificó como uno de los tres chicos que corrieron tras él en grupo antes de acabar siendo alcanzado y agredido violentamente. Contó que recibió dos golpes, uno en la cabeza y otro más fuerte en la cara que lo dejó ko y ya no se acuerda de nada más. Un vigilante del pazo identificó al acusado en la sala de vistas como uno de los agresores, que según refirió eran cuatro.