El deterioro de la antigua rectoral de Guísamo se agrava y el Concello bergondés sopesa una nueva posibilidad para recuperar este edificio singular, en avanzado estado de ruina y que ha perdido ya prácticamente toda la cubierta. A consulta de este diario, la alcaldesa, Alejandra Pérez Máquez, desvela que el Gobierno local ha mantenido nuevas reuniones con el Arzobispado de Santiago en las que “surgió una nueva línea de actuación”: “su compra por parte del Concello”.

Hasta ahora, el Ejecutivo municipal y la Iglesia solamente habían planteado la posibilidad de firmar un convenio de cesión durante un período de setenta años para usos sociales. Se trata de una vía que el Gobierno local no descarta, pero en los últimos meses ha analizado “diferentes posibilidades de compra” para desbloquear los negociaciones cuanto antes. “Tuvimos que esperar por una valoración estimada del edificio, de ahí la tardanza en tener novedades sobre este asunto”, explica la regidora, que avanza que tiene previsto reunirse en los “próximos días” con el Arzobispado para “avanzar en las dos líneas de trabajo”, la compra o la firma de un convenio de cesión.

Antigua rectoral de Cortiñán. Antares Pérez

“Queremos concretar lo antes posible porque hablamos ya de una cuestión de seguridad que requiere de una actuación urgente”. La socialista Pérez Máquez realizó estas declaraciones en respuesta a las quejas por la falta de avances en las gestiones para recuperar esta antigua rectoral, al borde del colapso. Su socio, el concejal de Urbanismo, Juan Fariña (Alternativa dos Veciños) se mostró crítico por el aparente parón en las gestiones e instó a alcanzar ya un acuerdo con el Arzobispado o abrir un expediente para obligar a la Iglesia a tomar medidas dado el deplorable estado del inmueble, que sufrió varios desprendimientos en los últimos años que dispararon las alertas vecinales y que llevaron también a la oposición, PP y BNG, a reclamar medidas inmediatas . Pérez Máquez descarta de entrada la vía coercitiva: “Hay buena sintonía con el Arzobispado y, por el momento, preferimos optar por el diálogo y no por la exigencia”.

Rectoral de Cortiñán

La rectoral de Guísamo no es la única que precisa de una actuación urgente. La antigua de Cortiñán se encuentra también en un avanzado estado de ruina que ha llevado al párroco, Rubén Aramburu, a solicitar al Arzobispado una “actuación inmediata para evitar que se desplome”, según explicó a este medio. El concejal de Urbanismo apunta en el mismo sentido y urge a la Iglesia a tomar medidas para conservar su patrimonio.