Propietarios tramitan una urbanización cerca de Gandarío, en Bergondo, al amparo de las normas de 1992

Un grupo de propietarios de terrenos de un ámbito de suelo urbano no consolidado ubicado entre la carretera AC-162 y la iglesia de San Xoán de Ouces, en Bergondo, promueve una urbanización de vivienda unifamiliar de baja densidad al amparo de las normas subsidiarias de 1992, todavía en vigor en Bergondo, que da los últimos retoques a su plan general para su aprobación inicial.

Los terrenos forman parte de la denominada Unidad de Actuación 3, un sector ubicado en las inmediaciones de la playa de Gandarío, muy próximo al casco urbano de Sada. El ámbito está afectado por el Plan do Litoral e incluido en la zona de influencia del deslinde público marítimo-terrestre. La comisión gestora que aglutina a más del 60% de los propietarios propone una serie de cambios en la ordenación para mejorar su integración y reconocer la existencia del regato de Gandarío, que atraviesa el sector por el este, y de una serie de dotaciones públicas construidas con posterioridad a la aprobación del planeamiento, en concreto una pista polideportiva, una plaza y un parque infantil.

El sector dispone de una superficie de 26.645 metros cuadrados y los promotores proponen concentrar toda la edificabilidad en una única zona de 17.466 metros cuadrados para “reducir el impacto” y “proporcionar una mayor flexibilidad a la hora de configurar los volúmenes de las edificaciones”. Se trataría de viviendas aisladas de bajo, planta y bajo cubierta, con siete metros de altura máxima de cornisa. El Plan Especial de Reforma Interior, en fase de evaluación ambiental, no concreta el número de viviendas, pero detalla que ocuparían el 65% de la superficie residencial (7.763 metros cuadrados, de los cuales 2.329 se reservarían a viviendas de protección).

La junta de compensación especifica que se trataría de una urbanización de tipología mixta que fusionaría aspectos de la vivienda colectiva y unifamiliar. Propone parcelas con tipología de vivienda unifamiliar, con una separación mínima entre edificaciones de 12 metros y con espacios libres privados, tanto comunitarios como exclusivos de las viviendas de la planta baja.

Para minimizar el impacto sobre el regato de Gandarío y la vegetación, los promotores plantean unas “obras de urbanización de mínimo impacto”, con la reducción de viales y aparcamientos; y el uso de materiales y pavimentos drenantes. La junta de compensación renuncia al vial de conexión con la AC-162 que incluyen las normas subsidiarias y propone una senda peatonal para adaptarse al Plan do Litoral.

Las zonas verdes y dotaciones se dispondrían en el entorno del regato de Gandarío. Los espacios libres públicos ocuparían 5.855 metros cuadrados y el equipamiento se ubicaría colindantes con los existentes actualmente.

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