La Opinión de A Coruña

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ACCIDENTE MORTAL EN LA PLAYA DE SANXENXO

La Guardia Civil constata que la lancha que arrolló al médico coruñés navegaba en la zona de baño

Estaba a 188 metros de la costa, dentro de la zona de protección de 200 metros | El patrón de la nave, investigado por homicidio imprudente, en libertad tras negarse a declarar | Los agentes tratan de definir a qué velocidad navegaba

La lancha que golpeó a Juan Manuel Tábara, en un entrenamiento. | // L. O.

La Guardia Civil ha constatado que la lancha de competición que arrolló el Viernes Santo en la playa de Silgar, en Sanxenxo, al oftalmólogo coruñés Juan Manuel Tábara, fallecido en el acto, se encontraba a 188 metros de la costa, lo que confirma que se encontraba dentro de la zona de baño —el límite está en los 200 metros—. El patrón de la embarcación fue detenido ayer, aunque no prestó declaración, y fue puesto en libertad a la espera de que sea citado a declarar en sede judicial como investigado por un supuesto delito de homicidio imprudente, penado con entre uno y cuatro años de prisión.

Sobre esto informó ayer el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, quien declaró que las investigaciones de la Guardia Civil “certifican que el accidente ocurrió dentro de lo que es el perímetro de seguridad”, donde las embarcaciones deben navegar con precaución a una velocidad máxima de tres nudos —corresponde a 5,5 kilómetros por hora— si se encuentran sin balizamiento, como era el caso del arenal de Sanxenxo, que suele colocar las boyas en la temporada de verano. De hecho, el delegado cifró la distancia exacta a la que se produjo el arrollamiento en los “188 metros”.

Estas circunstancias llevaron a la Guardia Civil a citar ayer a declarar al piloto de la embarcación, un vecino de Sanxenxo de 34 años e iniciales D.F.R. El patrón acudió a la Comandancia de Pontevedra acompañado de su abogado. Allí se le intentó tomar declaración en calidad de detenido pero se acogió a su derecho a no declarar y la Guardia Civil consultó al juzgado de Cambados que instruye el caso y que decretó su puesta en libertad a la espera de que sea citado a declarar en sede judicial como investigado por un supuesto delito de homicidio imprudente. Las penas, en caso de ser una imprudencia grave, pueden ser de uno hasta cuatro años de cárcel, según el Código Penal. La declaración en sede judicial queda en manos del propio juzgado, que la señalará cuando lo estime oportuno.

La hermana del médico, Belén Tábara, que se encontraba en Silgar en el momento del siniestro, dijo que la lancha “se dio a la fuga” y la Guardia Civil “tuvo que ir a buscarlos”. “No pararon y es imposible que no notaran el golpe”, añadió.

La velocidad de la lancha

Ahora los investigadores tratan de concretar a qué velocidad navegaba la lancha, ya que los testigos, como dijo Miñones, aseguran que iba “a gran velocidad”, entre los 17 y 20 nudos, que corresponde a 37 kilómetros por hora. El delegado del Gobierno en Galicia avanzó que se están realizando nuevas diligencias de carácter técnico para determinar la velocidad a la que navegaba la embarcación teniendo en cuenta los datos obtenidos de los elementos de navegación de la embarcación y de su recorrido.

La Guardia Civil también cuenta con los datos de los GPS del fallecido, Juan Tábara, y su amigo, Kike Vila, que entraron al mar pocos minutos antes de las seis de la tarde, con neoprenos, gorros fosforescentes y boyas, para señalizar su recorrido.

La embarcación que golpeó a Tábara es una lancha rápida de competición del equipo de Sanxenxo Tuentichu que participaba en pruebas de la clase Endurance. De hecho, estaba anunciada su participación este fin de semana en una competición en Benalmádena, prueba con la que iban a estrenar el calendario de 2022. El equipo también había comunicado su presencia en campeonatos en Blankerberge (Bélgica), en junio, y en Como (Italia), durante el segundo fin de semana de octubre.

“Consternados” en Sanxenxo

El alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, aseguró que el Concello y todos los vecinos del municipio están “consternados” por esta “desgracia” y mandó un “abrazo y apoyo a la familia y amigos” del doctor Tábara. Martín reconoció que los concellos tendrán que “estudiar maneras de tratar de evitar estas situaciones, aunque es verdad que la seguridad total no existe”.

“Es verdad que algo habrá que hacer de cara al futuro”, indicó. Eso sí, indicó que “cualquier persona que entienda un poco la costa sabe que es inviable el balizamiento y menos aquí en Galicia durante el invierno”. “Casi no se hace en ningún sitio de España y menos aquí”, explicó, aunque sí que insistió en que están “buscando maneras que eviten estas desgracias. “Las comunicaremos próximamente”, avanzó.

La familia habilita un email para recabar información

La familia de Juan Tábara, víctima mortal del accidente de la playa de Silgar, quiere que la muerte del oftalmólogo coruñés “no sea en vano”. Una de sus tres hermanas, Belén, detalló a este diario que intentarán que “haya cambios para que no vuelva a ocurrir”. Por ello, han creado un email (porunsanxenxoseguro@gmail.com) para recabar información. Testigos de lo sucedido podrán enviar datos, vídeos o fotografías del momento —ocurrió el Viernes Santos sobre las seis de la tarde— para esclarecer los hechos.

Otra de las hermanas del médico, María, dijo que el siniestro que acabó con la vida de Tábara “no fue un accidente o una negligencia” sino un hecho en el que hay una “responsabilidad colectiva”. “Es responsabilidad de quien conduce el barco y de los que permiten que vayan a esas velocidades por zonas en las que se baña la gente”, señaló la portavoz de la familia, que alerta de que este tipo de conductas son “habituales” en Sanxenxo.

Tras criticar el “exhibicionismo” que suelen mostrar los pilotos de este tipo de embarcaciones rápidas, María confirma que su hermano era un nadador experimentado y “criado casi en el mar”, a pesar de lo 

cual no pudo esquivar a la planeadora. “Nadie nos devolverá a Juan pero el mejor homenaje que le podemos hacer es que no se vuelva a repetir algo así”, concluye su hermana, que confían en que su muerte sirva para que mejoren las condiciones de seguridad en las playas.


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