Adiós a 499 empresas en A Coruña: pierde más que en COVID y en la crisis de 2008

La Confederación de Empresarios reivindica la “fortaleza económica” coruñesa pero pide “apoyo” | Los autónomos indican que la crisis económica se une al envejecimiento del colectivo para reducir el número de trabajadores

Polígono empresarial de Pocomaco, en A Coruña.   | // CARLOS PARDELLAS

Polígono empresarial de Pocomaco, en A Coruña. | // CARLOS PARDELLAS / enrique carballo

Ni durante los peores años de la crisis de 2008 ni durante el 2020, el primer año de pandemia, la ciudad perdió tantas sociedades empresariales como en 2021. Ese año, de acuerdo con el Instituto Galego de Estatística (IGE), empezó con 19.377 empresas con sede social en la ciudad y se registraron 1.619 altas y 2.118 bajas. El saldo, negativo en 499 sociedades, es el más bajo desde que el IGE empezó a ofrecer cifras, en 2000.

Hasta el año 2014 los datos no son completamente asimilables a los actuales, ya que no se contabilizaban las empresas del sector primario (minoritario en A Coruña) ni las de la administración pública. Con esa salvedad, el año más negativo fue 2002, cuando el saldo de sociedades fue de -490. El resto de ejercicios desde el inicio del milenio hasta 2008 fue positivo, en algún caso con un crecimiento de más de 1.100 sociedades, y fue a partir del crack inmobiliario cuando A Coruña empezó a ver reducido su ecosistema empresarial. El máximo de pérdidas, de 373 compañías, se dio en el año 2013.

A partir de 2014, ya con la nueva metodología, casi todos los años han sido de crecimiento, con dos excepciones. En 2017 se perdieron 186 sociedades, y en 2020, el primer año de la pandemia y en el que se vivieron las mayores restricciones, la bajada fue de 456. Los datos de las empresas al cierre de 2021 no se publicarán hasta finales de este año, pero, si solo contabilizamos las altas y bajas y no los cambios de sede, que el IGE clasifica aparte, serían 1.878. Esto es, el dato más bajo desde que se incluyen las empresas del sector primario y la administración pública (a finales de 2016, el anterior nadir, fueron 19.069).

E incluso comparando la cifra con la serie estadística desde el 2000 hasta el año 2014, que no cuenta las empresas de sector primario ni la administración pública, a finales de 2021 habría menos empresas que, al menos, desde el cierre de 2003.

Desde la Confederación de Empresarios de La Coruña, si bien indican que el año 2022 también ha sido “complicado por la incertidumbre económica provocada por el conflicto bélico en Ucrania”, la valoración de la capacidad del tejido económico para recuperarse es optimista. “A Coruña es la novena provincia con más empresas”, señalan fuentes de la patronal, que valoran la “fortaleza económica” coruñesa. Sin embargo, también consideran que esta “tiene que ir acompañada de medidas de apoyo a las empresas y a las personas trabajadoras “ ante el escenario de desaceleración económica que prevé el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Otros grupos que representan a los empresarios son más pesimistas. El presidente de la Asociación de Emprendedores de Galicia (Ascega), Alfonso Salazar, denuncia que “está cayendo la cantidad de autónomos y la de constituciones de empresas, y sabemos que hay mucha gente que está cesando actividad”. En la clase empresarial, afirma, “mucha gente le ha visto las orejas al lobo y está totalmente desmoralizada”. Según valora, el problema no es tanto la falta de oportunidades de negocio sino la alta fiscalidad, “destructora de empleo” y las dilaciones para conseguir licencias y permisos. Los empresarios y los jóvenes, afirma, “no están dispuestos a generar nuevos negocios, que solamente crean problemas”, y las empresas tienden a “reducir actividad y empleados”, prefiriendo contratar a trabajadores externos cuando los necesiten.

Crisis y envejecimiento

Los datos de sociedades empresariales, según han señalado a este diario fuentes del IGE, incluyen las creadas y mantenidas por autónomos. El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Galicia (ATA Galicia), Rafael Granados, explica que “se ve que está habiendo una reducción en el número de altas y un incremento de bajas, lo que genera que cada vez haya menos empresas”.

Esto, opina Granados, se relaciona con dos factores. Uno de ellos es la “situación de incertidumbre” de los últimos años, con la pandemia, la crisis posterior y los procesos inflacionarios derivados de ella. Además, “tenemos un envejecimiento poblacional y del colectivo muy grande, con una media de edad de autónomos por encima de los 50 años”, explica.

Y el presidente de la Federación Unión de Comercio Coruñesa, José Luis Boado, explica que “la cifra de comerciantes está descendiendo” en la ciudad, con negocios que cierran porque “el margen es muy pequeño” y no compensa emprender y “trabajar por menos de lo que te da el paro”. “Si me quedan 400 euros al mes trabajando ocho horas, me busco una media jornada”, ejemplifica. Otra gente solo aguanta porque “no tiene otro medio de vida” o por “cariño” a su tienda.

Por otra parte, entre el pequeño comercio “no nos terminamos de creer” que vaya a haber crecimiento económico y que por tanto la clientela vaya a aumentar o mantenerse en el futuro, al tiempo que muchos sectores están saturados de oferta: esto se combina para disminuir el número de nuevos negocios. “La recesión económica ha hecho que mucha gente deje de arriesgar su dinero, hay gente que no se arriesga porque no está habiendo demanda, y si hay muchos en el mercado, tú no vas a ser uno más”, resume Boado.

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