La ampliación de Alfonso Molina crea un nuevo enlace a Eirís y Matogrande y aplaza el de Xuxán

Diez años después de que el proyecto inicial se sometiera a información pública y cinco desde que se aprobara supuestamente de forma definitiva, el Ministerio de Transportes dio a conocer este martes el diseño final de la ampliación de la avenida de Alfonso Molina. No figuran aún la integración ambiental de la avenida, que se realizará en una fase posterior.

En el proyecto se incluirá como novedad un enlace directo con el barrio de Xuxán, que había sido suprimido en la versión anterior del plan. En el nuevo diseño se añade también un enlace con Eirís, Matogrande y Barrio de las Flores en el sentido de salida de la ciudad y una nueva conexión entre las avenidas de San Cristóbal y Alfonso Molina.

La proximidad del 8 de abril, fecha a partir de la cual se prohibirán los anuncios oficiales y actos públicos que puedan interpretarse como propaganda electoral para las municipales del 28 de mayo, ha llevado al Concello y al ministerio a adelantar la presentación del proyecto, realizada al pie mismo de la avenida en Matogrande, y en la que el director general de Carreteras, Juan Pedro Fernández Palomino, informó que su licitación se abrirá “en breves días”.

Las obras para la creación de un carril más en cada sentido de la circulación tendrán un presupuesto de 23,9 millones con las expropiaciones incluidas, aunque las cuentas del Estado para este año reservan para el total del proyecto en solo 16 millones. Se prevé una duración de dos años.

A su conclusión se iniciarán las de integración ambiental, presupuestadas en 5,8 millones y que mejorarán los márgenes de la avenida. En la actualidad se desarrollan ya las obras de la primera fase de este proyecto, la pasarela peatonal de Pedralonga, que se iniciaron en mayo de 2002 y que en principio deberían concluir a finales de este año.

Los anuncios de la ministra de Transportes: la licitación de la ampliación de Alfonso Molina, a principios de 2023, y la redacción de la cuarta ronda, en el primer semestre

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, había anunciado durante su visita a la ciudad el pasado mes de octubre que el proyecto de ampliación de Alfonso Molina se presentaría antes de finalizar 2022 y que la licitación de las obras se produciría a principios de este año. Los retrasos con el proyecto han sido una situación que se ha repetido de forma continuada a lo largo de los últimos diez años. A continuación se detallan las características de esta actuación.

Ampliación. La nueva avenida tendrá cuatro carriles por sentido tras la creación de dos más. El objetivo es evitar los cruces de carriles que se producen por los vehículos que salen de la autopista y los que proceden del puente de A Pasaxe con el fin de dirigirse a los polígonos de Agrela y Pocomaco, así como al barrio de Matogrande. El denso tráfico existente en este tramo de 1,5 kilómetros, calculado en 5.000 vehículos por hora en los momentos de mayor intensidad, hace que cualquier accidente colapse el acceso a la ciudad y se prolongue a los municipios próximos. Para evitarlo se construirá un nuevo carril desde la fábrica de armas que enlazará de forma directa con los desvíos a los polígonos y también mejorará la accesibilidad a Agra do Foxo y los Maristas. También se construirá, aunque en el sentido de salida, un nuevo enlace en Ponte da Pedra con forma de trébol para dirigirse hacia el puerto por el túnel de Eirís así como a Matogrande y el Barrio de las Flores, ya que hasta ahora es necesario desviarse en la fuente de las Pajaritas para hacerlo. Otras actuaciones previstas son la rectificación de la salida desde la avenida de García Sabell, el acceso a Pocomaco, para su conexión con Alfonso Molina y Matogrande, además de una nueva conexión con la avenida de San Cristóbal en sentido de salida, lo que mejorará el tráfico en la zona de O Birloque. La alcaldesa, Inés Rey, calificó esta actuación como un “paso fundamental de cara a solventar una demanda histórica de la ciudad”. Recordó que este tramo soporta un tráfico de 120.000 vehículos diarios, que ascenderán a 160.000 en la próxima década. También mencionó que el Concello será titular y responsable de este tramo cuando termine la ampliación. El director general de Carreteras advirtió sobre esta actuación que “habrá afecciones” y dio por seguro que se producirán quejas a causa de ellas.

Pasarelas y bus. Esta parte del proyecto prevé también la demolición de la pasarela peatonal que une Xuxán y San Vicenzo de Elviña para sustituirla por otra que conectará con los nuevos accesos peatonales que se crearán para comunicar el campus. Está prevista también la realización de obras de mejora de la accesibilidad en las paradas del bus urbano de Matogrande, Carrefour, San Vicenzo de Elviña, Agra do Foxo y Camiño da Felga (acceso a Palavea y A Zapateira), que se alejarán de la circulación.

Integración ambiental. Una vez concluida la ampliación, se procederá a instalar pantallas vegetales que protegerán del ruido y la contaminación las zonas verdes y las sendas peatonales y ciclistas que se crearán a ambos lados de la avenida. Durante esta fase se construirá además el enlace entre Alfonso Molina y Xuxán, para el que se dejará preparada ya la conexión sobre la vía del tren y el acceso a Pocomaco. Este enlace había suprimido por el ministerio en el proyecto presentado en 2018 y se recupera ahora, aunque se pospone al final de la ampliación “porque Xuxán está en fase de urbanización en este momento”, según la alcaldesa, pese a que esas obras deben concluir antes de que se inicie la obra de la avenida. También manifestó que esta fase del proyecto se justifica porque la ampliación “no debía interpretarse únicamente como una autopista que se adentrara en el corazón de la ciudad”. Fernández Palomino calificó de “importante” la integración urbana de obras como esta porque no solo debe pensarse en el vehículo, sino también “en los vecinos y en los usuarios vulnerables”.

Historia de una ampliación

La inminente licitación de las obras de ampliación de la avenida supondrá un paso más en el camino hacia la ejecución de este proyecto, pero aún deberán transcurrir varios meses antes de que comiencen los trabajos. La historia de esta actuación es la de una sucesión de incumplimientos e inconvenientes, ya que, aunque la ampliación de la capacidad de la avenida es una demanda que se remonta a bastantes años atrás, fueron los Presupuestos Generales del Estado de 2012, durante el Gobierno del Partido Popular, los primeros en los que existió una partida con destino a esta iniciativa.

El primer proyecto elaborado para dotar de más carriles a Alfonso Molina fue sometido a información pública en 2013 y proponía incorporar uno más en cada sentido frente a los tres actuales, además de instalar tres pasarelas peatonales y dotar a la zona de medidas de protección ambiental. Al año siguiente, el Gobierno local coruñés presidido por Carlos Negreira calculó que las obras empezarían ese mismo año, aunque en noviembre se desdijo al anunciar que se esperaría a la conclusión de la tercera ronda —en ese momento en construcción—, prevista para el primer trimestre de 2015.

La nueva circunvalación de la ciudad se concluyó en las fechas previstas, pero el proyecto de Alfonso Molina no se puso en marcha, En 2016, aún con el Partido Popular en el Gobierno central, el entonces Ministerio de Fomento presenta un nuevo proyecto de ampliación que plantea que la avenida disponga de seis carriles en el sentido de entrada y cinco en el de salida hasta el enlace con la AP-9.

La modificación incorporó además propuestas que realizó el Gobierno local de Marea Atlántica, entre las que figuró una nueva parada del bus urbano y más zonas peatonales, aunque rechazó otras referidas a la integración ambiental de la avenida. El ministerio aprobó el que se consideraba como proyecto definitivo el 21 marzo de 2018, pero de nuevo surgió una dificultad inesperada, ya que solo dos meses después se produjo la moción de censura que puso fin al Gobierno de Mariano Rajoy y dio entrada al de Pedro Sánchez.

Los presupuestos del Estado de ese año contaban con una partida de 3,1 millones para la ampliación de Alfonso Molina, pero en los de 2019 únicamente figuró una de 100.000 euros que tenía un carácter simbólico. Ese año se celebraron elecciones municipales y el Gobierno local de A Coruña pasó a manos de Marea, que expresó su negativa a que la ampliación de Alfonso Molina supusiera su transformación en una “autopista”.

Por esta razón propuso al Gobierno central la introducción de cambios en el proyecto que había sido aprobado. Ese mismo año, Fomento informó que el proyecto constructivo estaba “bastante avanzado”, pero un año después, ya transformado en Ministerio de Transportes, admitió que el documento seguía en fase de redacción. Los siguientes presupuestos estatales continuaron incluyendo cantidades testimoniales hasta que el de 2023 previó en 16 millones su coste total y dotó un millón para este año, aunque el grueso de la inversión, 11 millones, se demoró hasta 2026.

Las insistentes críticas del resto de grupos políticos por el retraso en la puesta en marcha de estas obras animaron al Gobierno a activar la que desde un primer momento se consideró como primera fase del proyecto, la construcción de la pasarela de Pedralonga. Fue en diciembre de 2020 cuando se aprobó el proyecto definitivo y en mayo de 2021 cuando se adjudicó por 1,22 millones. El inicio oficial de los trabajos fue en septiembre de ese mismo año, y, aunque estuvieron interrumpidos hasta mayo de 2022, el ministerio afirmó que durante ese tiempo se realizaron tareas previas a las obras.

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