“Hay una vuelta a la música folk y de raíz para buscar la autenticidad y la sustancia”

“Decir hoy que vives de la música es casi un milagro, pero uno tiene que hacer lo que le llena”

Esteban de Bergia, con ‘corbata’ roja.   | // CEDIDA CLUB DEL RÍO

Esteban de Bergia, con ‘corbata’ roja. | // CEDIDA CLUB DEL RÍO / Gemma Malvido

“A nosotros en la vida nos han llamado de todo, pero lo más común es que nos digan que hacemos folk”, define Esteban de Bergia, el cantante de Club del Río, su proyecto. Esta sábado, a partir de las 22.30 horas, actuará en la sala Inn.

¿Qué se va a encontrar el público cuando acuda a su concierto?

El show que hemos estado haciendo durante el último año, en el que presentamos nuestro último disco Lejos contigo, aunque también cantamos canciones anteriores, hacemos un espectáculo diverso. Estamos haciendo menos conciertos este año porque estamos componiendo el nuevo disco, así que, todos los conciertos que hacemos los hacemos con muchas ganas.

Sus letras son profundas, no será fácil componer un nuevo disco.

Nuestras letras hablan sobre la naturaleza, sobre el espíritu, sobre lo que significa ser humano, sobre el sentimiento y la emotividad... Son cosas muy importantes para nosotros y queremos que se reflejen en nuestra música.

Hay artistas que confiaron en ustedes, como Xoel López o Ede, que cantan con Club del Río. ¿Cómo llegan a hacerse un hueco en la música y a contar con estas voces?

Aunque fue en 2014 cuando sacamos nuestro primer disco, ya habíamos empezado antes. Hemos tenido mucha suerte de conocer a mucha gente en este recorrido y de que a todas estas personas les haya gustado el proyecto y hayan accedido a colaborar de alguna manera con nosotros, ya sea con canciones o de otras formas. Nuestro grupo tiene que ver con eso, con armar una comunidad y ese sentimiento lo hemos querido trasladar también hacia fuera.

¿Siempre tuvieron claro que se querían dedicar a la música o la vida les ha ido llevando hasta aquí?

Nosotros nos conocemos desde muy pequeños y, al principio, no teníamos intención de entrar en el mercado musical, hacíamos música entre amigos, era como una argamasa, una acción comunitaria. Con el paso del tiempo, empezamos a ver que a las personas de nuestro alrededor les gustaba cada vez más lo que hacíamos, así que, cuando tuvimos la oportunidad empezamos a trabajar con un sello y en 2014, ya se empezó a oficializar que teníamos algo de vocación para ser una banda a nivel público, y que podíamos compartir lo que hacíamos con más gente y, menos mal, porque nos hace muy felices tocar por ahí y que haya personas que nos introduzcan en su vida y que nos digan que les acompañamos en los buenos y en los malos momentos.

¿En casa, cuántas veces les dijeron eso de que la música no da para vivir, que estudien una oposición o que busquen un trabajo serio?

Esas cosas llegaron y esos comentarios se dijeron porque hay una visión de la música como un lugar precario que, al final, no es desacertada. Hay muchos buenos artistas que no consiguen hacerse un hueco ni vivir de la música. Decir hoy que vives de la música es prácticamente un milagro. Es entendible que nos dijesen esas cosas, pero, al final, en la vida uno tiene que tender a lo que le hace feliz y a lo que le llena y a lo que le puede poner pasión, que es la gasolina para hacer las cosas bien, así que, menos mal que hicimos caso a esa llamada.

¿Hay ahora más querencia y más presencia de la música folk y de raíz que antes o no perciben un incremento de público?

La música folclórica y de raíz tuvo su hueco hace tiempo, cuando era lo más importante que había, luego con la aparición de nuevas músicas, sobre todo internacionales, fue cambiando un poco, y ahora creo que se ha rodado durante mucho tiempo esa otra música y hay una vuelta a la raíz con el objetivo de buscar la autenticidad y de ver que hay sustancia en la música. Cuando las cosas se hacen en masa, suelen aparecer los imitadores y las cosas artificiales.

Es raro ya escuchar una canción sin autotune y las suyas no llevan.

Yo creo que la gente ya está un poco harta de ese sonido y esperemos que busque otra vez la música sin tanto artificio.

Suscríbete para seguir leyendo