La urbanización del suelo donde se reubicará a los expropiados del Chuac costará 3,3 millones

La ampliación del Hospital Universitario obligará a expropiar 19 viviendas situadas en el entorno del actual complejo, para las que la Xunta plantea a sus propietarios que se trasladen a un terreno situado en Pedralonga con vistas a la ría. Para hacer posible allí la construcción de 17 viviendas, a las que se sumaría una ya existente en el lugar, el Proyecto de Interés Autonómico (PIA) de la ampliación —que acaba de ser sometido a información pública— prevé realizar unas obras de urbanización que tendrán un coste de 3,3 millones y un plazo de ejecución de 12 meses.

La compensación a los dueños de estas viviendas se llevará la mayor parte de la partida prevista para las compensaciones a los afectados, ya que supondrá 9,4 de los 16,6 millones consignados por la administración autonómica, según figura en el apartado del PIA dedicado a las expropiaciones. En el documento se detalla que será necesario adquirir 40 fincas, de las que 22 cuentan con una edificación destinada a vivienda, además de otra que alberga una guardería infantil.

Ese último negocio, además de un hostal, serán reubicados en las inmediaciones del hospital para que su actividad económica no se vea perjudicada. El proyecto cuantifica en 19 las viviendas que deberán ser derribadas, por lo que plantea a sus propietarios la posibilidad de trasladarse a un terreno de Pedralonga situado entre la avenida de ese mismo nombre y la de A Pasaxe, con la base del 061 situada junto al Centro Oncológico y el núcleo de Pedralonga ubicado frente a la fábrica de armas como sus extremos.

En ese suelo, que ocupa 29.076 metros cuadrados, podrán levantarse 17 viviendas, ya que la Xunta estima que no todos los expropiados optarán por trasladarse a este lugar. La decisión de ofrecerles esta ubicación alternativa se explica por el interés de “facilitar la disponibilidad de una nueva vivienda” a los afectados y como una opción diferente a la “mera compensación económica”. Hasta el momento se desconoce cuántos de los propietarios que serán expropiados aceptarán reubicarse en Pedralonga, ya que cuando el Gobierno autonómico anunció esta propuesta aseguraron que carecían de la información necesaria para tomar una decisión.

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El proyecto de urbanización plantea la división de esta superficie en cuatro manzanas en las que se podrán construir 17 viviendas, que se sumarán a otra ya existente en este lugar, en la zona más próxima al núcleo de Pedralonga y que será integrada en la nueva urbanización. Una parte del terreno se destinará a parcelas y viviendas de tamaño grande, mientras que la otra se reservará a las medianas, aunque todas ellas serán unifamiliares y aisladas unas de otras.

Además de los edificios residenciales se proyecta un pequeño establecimiento comercial, un equipamiento público y una zona verde de 2.936 metros cuadrados a la que se califica como jardín. El proyecto señala que “no va a tener una fuerte afección sobre el medio ambiente” porque se desarrollará en suelo que en el pasado se dedicaba a la actividad agrícola de los vecinos de Pedralonga y que ahora se encuentra abandonado y que, según este documento, “no presenta valores naturales o ambientales”.

Sobre esta cuestión, el proyecto añade que en la superficie que será afectada por la nueva urbanización no se desarrolla “ninguna actividad ni aprovechamiento económico”, a excepción de las vallas publicitarias instaladas para que sean divisadas desde las avenidas de Pedralonga, Montserrat y A Pasaxe. El diseño de la urbanización propone que la primera de ellas sea el principal acceso y que en la misma se construya un cruce para facilitar la entrada.

El proyecto prevé la apertura de dos nuevas calles

El proyecto de las obras de urbanización de los terrenos de Pedralonga incluye la ampliación de los viales existentes en la zona y la creación de dos nuevas calles, una de las cuales conectaría la avenida de Pedralonga con el interior del grupo de viviendas, mientras que la otra discurriría por su interior y sería paralela en un tramo con la actual calle Pedralonga.

La actuación prevé también el traslado y soterramiento de la línea eléctrica aérea de alta tensión que recorre los terrenos, así como de la conducción general de abastecimiento de aguas de Emalcsa y su adaptación a la futura urbanización. Otra las tareas previstas es el desmontaje de las líneas eléctricas con tendido aéreo y su soterramiento, la instalación de alumbrado público, una red de electricidad de baja tensión y conducciones para las telecomunicaciones.

También figura en el proyecto la demolición de los soportes publicitarios existentes, de los muros de contención de tierras situados en torno al lavadero de Pedralonga, de unas edificaciones junto a la avenida de Pasaxe, de pavimentos en la calle Pedralonga y de cierres de parcelas. La urbanización se completará con la reorganización de las infraestructuras existentes y la ampliación de los servicios urbanísticos, la unificación de los materiales empleados en los acabados, la construcción de un jardín y de sus accesos, la eliminación de las especies vegetales invasoras y la mejora de la accesibilidad y de la seguridad viaria en esta zona de Pedralonga.

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