Los vecinos, tras la caída de la cornisa en la plaza de Vigo: “La obra estaba prevista para septiembre”

El Concello da un plazo de 24 horas a los propietarios para colocar medidas de protección

Un técnico municipal de ruinas inspeccionó el inmueble y retiró restos de la fachada

El Concello ha dado un plazo de 24 horas a los propietarios del edificio de la esquina de plaza de Vigo con Menéndez Pelayo del que cayó una cornisa la noche del viernes para que coloquen medidas de protección, un andamio-bandeja que haga efecto soportal para poder pasar por la zona con total seguridad, según informaron los Bomberos. Hasta entonces, los negocios de alrededor —un local de hostelería y varias tiendas— permanecerán cerrados. Los dueños del inmueble explicaron que tenían la obra “pendiente desde enero” por un “problema de grietas”. Estaba prevista para septiembre.

"Fue un gran susto, esperemos que ahora se adelante y podamos hacerla lo antes posible”, detalló el presidente de la comunidad, Francisco Corrales, quien recordó que en noviembre pasado “ya se evitó un desprendimiento en el sexto piso” gracias al aviso de una residente, que fue la alerta para “convocar una reunión de vecinos y decidir el proyecto”.

Otro vecino del edificio, que escuchó “un fuerte estruendo” por la noche, cuando cayó la cornisa, aseguró que “el proyecto estaba aprobado” y que estaban pendientes del inicio de las obras. Ambos agradecieron que no hubiese que lamentar heridos de gravedad, pues solo dos personas sufrieron heridas leves ya que, como explicaron los Bomberos, los restos de la cornisa rebotaron sobre la propia fachada y cayeron a un lado de la terraza.

De todos modos, en estas situaciones, indican los profesionales, suelen caer restos más pequeños, que sirven de aviso, como ha ocurrido en otros edificios de la ciudad, pero en este caso el desprendimiento fue muy grande, lo que pudo ocasionar un mayor peligro.

Los Bomberos acudieron a esta ubicación sobre las 23.20 horas del viernes, cuando recibieron un aviso de la caída de cascotes, y desalojaron la zona —llena de terrazas de locales de hostelería— para comprobar si había riesgo de otro desprendimiento inminente, que descartaron. Ayer por la mañana, un técnico municipal de ruinas acudió a la zona para, desde la grúa-escalera de los Bomberos, examinar más minuciosamente el inmueble, retirando incluso algunas piezas de hormigón de la fachada. Informó a los vecinos del estado del edificio y les trasladó la obligación de instalar medidas de protección para evitar problemas si hay más desprendimientos antes de que se lleven a cabo las obras de reparación. El Concello abrió un expediente de deficiencias.

Los vecinos, tras la caída de la cornisa: “La obra estaba prevista para septiembre”

Los vecinos, tras la caída de la cornisa: “La obra estaba prevista para septiembre” / Ana Carro

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La caída de la cornisa en plena plaza de Vigo en la noche del viernes supuso “un gran susto” no solo para los clientes de los locales de hostelería que estaban en la calle sino también para los vecinos de la zona. “Nos asustamos mucho, parecía una bomba”, comenta una vecina de la calle Emilia Pardo Bazán. Para los empleados del Central Park, el local que hay en los bajos del edificio, también fue un shock. “Escuchamos un ruido fuerte y vimos a la gente muy asustada, con un poco de polvo alrededor”, detalló Bruno, camarero del establecimiento, quien explicó que tuvieron que “desalojar a todos los clientes”, aunque los empleados se quedaron. “Estuvimos dos horas sin poder salir”, apuntó. Bruno, feliz de que todo esto “ha quedado en un susto”, aseguró que todavía no saben cuándo podrán abrir de nuevo. “Entendemos que hasta que todo esté en orden, seguiremos cerrado”, comentó mientras se inspeccionaba el edificio.

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