La Xunta recibe once ofertas para ejecutar los accesos del Chuac

La Xunta recibió un total de once ofertas para ejecutar las obras de mejora de los accesos del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). De las once ofertas, siete están conformadas por UTE, por lo que son 18 empresas las que aspiran a realizar esta obra que tiene un presupuesto de 24,8 millones de euros.

Con este contrato, que tiene un plazo de ejecución de 24 meses, se busca mejorar la conexión del Chuac con la red viaria de alta capacidad a través de la avenida de A Pasaxe. La conexión con la AC-12 —cuya titularidad ha asumido la Xunta— se realizará mediante un enlace tipo trompeta y una glorieta de 41 metros de diámetro. Esta actuación, a su vez, permitirá optimizar los accesos al hospital San Rafael desde la AC-12.

Después se prevé la ejecución parcial de la vía perimetral que dará acceso directo a los distintos servicios del hospital y conectará con la red viaria urbana en diferentes puntos. La configuración de esta parte del anillo perimetral supondrá la ejecución de cuatro kilómetros de vías y 21 ejes diferentes.

También se contempla la construcción de un acceso provisional de salida hacia la AC-10 durante la ejecución de las obras para facilitar su desarrollo, así como la habilitación de un aparcamiento también temporal al oeste de la calle Curramontes con más de 5.000 metros cuadrados de superficie y 195 plazas de estacionamiento.

Por otra parte, ayer se convocaron los actos para el levantamiento de actas previos a la ocupación de los terrenos necesarios para ejecutar estas obras en la sala reuniones del edificio administrativo de la Xunta en A Coruña. La formalización de las actas tendrá lugar el próximo 15 de noviembre en el mismo lugar.

Las expropiaciones de catorce parcelas —inicialmente eran 18— permitirán que el adjudicatario del contrato realice labores como geotecnia o topografía de detalle en las parcelas en la fase de redacción del proyecto constructivo. Los vecinos del barrio han manifestado su preocupación por el impacto que los trastornos del tráfico derivados de la ejecución de las obras pueda tener en el barrio mientras duren los trabajos.