Estas son las calles más difíciles para conducir el bus por A Coruña

La estrechez de los carriles y vehículos más aparcados dificultan el paso en Os Mallos, O Castrillón y vías como Juan Flórez, Federico Tapia y ronda de Outeiro

Un bus urbano pasa por un espacio muy estrecho en la avenida de Os Mallos por un turismo estacionado en batería. |   // VÍCTOR ECHAVE

Un bus urbano pasa por un espacio muy estrecho en la avenida de Os Mallos por un turismo estacionado en batería. | // VÍCTOR ECHAVE / R. D. Rodríguez

Los vecinos de Os Mallos, a través de tres asociaciones, se han quejado recientemente de los problemas que ocasionan algunos estacionamientos en batería mal realizados en la avenida de Os Mallos porque desde el año pasado, cuando el Gobierno local cambió la disposición del aparcamiento, los coches obstaculizan el paso de los buses urbanos. Esta calle es de hecho, en opinión de los conductores de estos vehículos, uno de los puntos negros para la conducción que a diario tienen que afrontar, así como otras dos calles de la zona que entrañan dificultades. Otro barrio conflictivo, añaden, es O Castrillón, con vías donde los turismos complican las maniobras de los buses a determinadas horas del día.

Os Mallos y O Castrillón, los puntos negros que más complican la conducción de los buses urbanos

Os Mallos y O Castrillón, los puntos negros que más complican la conducción de los buses urbanos / R. D. Rodríguez

Tramos de la ronda de Outeiro y de Juan Flórez, la calle Federico Tapia, la plaza de España al girar hacia San Juan, el cruce de las calles San Andrés y Sol, la avenida de la Marina y en concreto la parada del acceso principal al Hospital de A Coruña son los otros puntos de la ciudad en los que los conductores del bus urbano no manejan el volante con comodidad, según transmite el presidente del comité de empresa de la Compañía de Tranvías, Alberto Couselo. Las dificultades no se producen en todo momento, sí en los de más circulación.

Os Mallos y O Castrillón, los puntos negros que más complican la conducción de los buses urbanos

Os Mallos y O Castrillón, los puntos negros que más complican la conducción de los buses urbanos / R. D. Rodríguez

Os Mallos. No solo la avenida del mismo nombre que el barrio complica la conducción del bus, también ocurre en Marqués de Figueroa y en Capitán Juan Varela, calles de sentido único y estrechas por las que pasa el bus de la línea 5, que se encuentra con coches en doble fila a ambos márgenes. “Un desastre”, define Couselo. Este veterano conductor cree que se habría mejorado la conducción si en vez de circular por Marqués de Figueroa se permitiese a los buses avanzar por la vía paralela junto a la gasolinera de Alfonso Molina, que tiene dos carriles en el mismo sentido. Respecto a la avenida de Os Mallos, considera que “no es una calle adecuada para que circule el bus”. “Lo normal hubiera sido ir por la avenida de Arteixo tras salir de Pla y Cancela porque daría mejor servicio a los vecinos de Sagrada Familia, que entre sus calles no tienen ningún bus. En Os Mallos antes la doble fila obstaculizaba, ahora el aparcamiento en batería hace que los buses pasen justitos”, expone Couselo. El Concello, consultado por este diario, responde que estos problemas se dan de forma “muy esporádica” y que se deben “a que algunos conductores no aparcan dentro del espacio reservado, algo que cada vez se produce menos veces”.

Os Mallos y O Castrillón, los puntos negros que más complican la conducción de los buses urbanos

Os Mallos y O Castrillón, los puntos negros que más complican la conducción de los buses urbanos / R. D. Rodríguez

O Castrillón. “Es una fiesta”, compara el presidente del comité de empresas de Tranvías. “Los coches aparcan en parte de las paradas del bus, en doble fila, en las aceras, en lugares donde está prohibido… según la hora del día. Es un problema de falta de civismo”. Localiza “problemas” en la avenida da Concordia, la plaza Pablo Iglesias y la calle Abegondo por el paso estrecho para el bus y también, cerca del barrio, en la avenida de Monelos, por donde pasan el 1, el 4, el 12A y el 14, que es articulado.

Os Mallos y O Castrillón, los puntos negros que más complican la conducción de los buses urbanos

Os Mallos y O Castrillón, los puntos negros que más complican la conducción de los buses urbanos / R. D. Rodríguez

Federico Tapia. Esta calle que cruza la zona del Ensanche suele colapsar la circulación en horas punta y el bus tarda bastante tiempo en llegar desde la iglesia de los Capuchinos hasta la plaza de Galicia, tramo al que llegan coches desde Juan Flórez por arriba y Linares Rivas por abajo a la altura de la plaza de Vigo. “Antes había un carril bus exclusivo que solucionaba problemas y agilizaba el tráfico, pero hace tiempo que se eliminó”, lamenta Couselo. La calle tiene dos carriles, pero estrechos.

Juan Flórez. La entrada en esta calle al salir de la plaza de Pontevedra presenta las mayores complicaciones al volante de un bus, admiten sus conductores, que duran hasta la calle Sinfónica de Galicia. Se debe a los buses que salen de la parada del inicio de Juan Flórez (donde para el bus universitario), al resto de coches que salen por Francisco Mariño o a los giros para entrar en Médico Rodríguez, así como a los aparcamientos en doble fila, sobre todo por la mañana, en el margen que llega hasta la tienda Cortefiel.

Ronda de Outeiro. “Entre la rotonda del Pavo Real, que tiene mucho tráfico, y la avenida de Arteixo casi siempre hay un carril ocupado por un coche mal estacionado, o subiendo o bajando la ronda”, señala Couselo. El cruce con la avenida Fisterra tiene momentos del día en el que coinciden varios autobuses en distintas direcciones.

Plaza de España. Al subir desde Zalaeta, los buses se detienen en la parada junto a la lágrima del Campo da Leña y en ocasiones tienen que esperar bastante tiempo para incorporarse a la plaza e ir hacia San Juan, ya que “los coches que suben desde Panaderas o bajan desde la calle Torre tienen preferencia sobre los buses”, explica Alberto Couselo.

Calle Sol. Un giro complicado, y en ocasiones peligroso para el peatón. Los buses que giran hacia Sol (alguno más largo por ser articulado, como el 11) rozan los muros del comercio de la esquina al dejar San Andrés, y pasan sobre las aceras, que están a la misma altura que la calzada. Además, el paso de vehículos pesados por esta zona “ha desgastado” el firme de las baldosas y los adoquines.

La Marina. “En verano es peligroso. Hemos tenido algún susto en agosto”, alerta Couselo. Pasea más gente por el centro, muchos visitantes y turistas, “y es una zona de preferencia peatonal aunque pasen buses urbanos y taxis” que obliga a “estar muy atento”. “La seguridad está muy ligada a la pericia del conductor”, admite.

El hospital. La parada situada a la entrada principal del Chuac está situada de tal forma que, según Couselo, “hace imposible que los buses, como el 12 que es articulado, se puedan acercar a la acera para dejar a los usuarios”. Por ello, añade, se crean “algunos atascos” en los accesos por las mañanas.

Críticas. El presidente del comité de empresa de Tranvías asegura que los conductores de los buses han trasladado a la empresa el listado de estos y otros puntos negros en sus recorridos y que esta los ha remitido al Concello. “Ha habido cuatro concejales de movilidad en tres mandatos y la movilidad es algo a largo plazo e independiente de quien gobierne. No se puede hacer un plan de movilidad cada cuatro años, sino uno duradero y bien pensado. Mira el carril bus: se gastó un millón en ponerlo y otro millón en quitarlo, y al final no tienes nada”, critica Couselo.

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