El Concello pagó más de dos millones a dueños de suelo por retrasar el Plan Especial de la Torre

El documento señala que hasta el 5 de enero se abonaron 1,7 millones en indemnizaciones y el resto en intereses a propietarios de terrenos en el Agra de San Amaro

El Concello propone trasladar su edificabilidad a otros lugares

Terrenos del Agra de San Amaro, con la Torre de Hércules al fondo.   | // CARLOS PARDELLAS

Terrenos del Agra de San Amaro, con la Torre de Hércules al fondo. | // CARLOS PARDELLAS / J. M. Gutiérrez / Ana Carro

J. M. Gutiérrez / Ana Carro

Los 14 años de demora transcurridos hasta el momento para la aprobación del Plan Especial de la Torre han supuesto para el Concello el pago de 2,01 millones de euros en indemnizaciones a los propietarios de suelo en el Agra de San Amaro. Así figura en el expediente municipal mediante el que la Junta de Gobierno Local solicitó el martes el inicio de la evaluación ambiental de ese documento urbanístico, en el que se detalla que de la cantidad abonada hasta el 5 de enero fue de 1,77 millones corresponden a las compensaciones y el resto a los intereses abonados hasta el 30 de noviembre.

La declaración de la Torre de Hércules como patrimonio de la humanidad en 2009 y la inclusión al año siguiente del Agra de San Amaro en la zona de protección de ese monumento impidió al Concello conceder licencias de edificación a los propietarios de parcelas que lo solicitaron. Algunos de ellos habían sido expropiados en 1993 para hacer posible la construcción del paseo marítimo en el tramo e Orillamar y recibieron a cambio suelo en las proximidades del faro mediante un convenio suscrito con el Concello en el año 2006 con una parte de los afectados.

La elaboración del Plan Especial de la Torre debía dar solución a este problema, pero el Concello demoró ese trámite desde 2010 y aún tardará en completarlo hasta que se produzca su aprobación definitiva. El retraso hizo que los dueños de los terrenos reclamaran en los tribunales y que algunos de ellos obtuvieran sentencias favorables que obligaron al Ayuntamiento a compensarles económicamente.

Una de ellas, publicada en 2016, fijó en 357.072 euros la cantidad que debía abonarse a la promotora Santiago Sur y a pagar intereses anuales sobre esa suma hasta que se apruebe de modo definitivo el plan de la Torre. Precisamente este fallo llevó al Concello a plantear un incidente judicial a raíz de un informe del interventor municipal que estimaba que con el pago de esta indemnización la promotora había perdido su derecho a edificar en el Agra de San Amaro, donde la normativa urbanística le permitía anteriormente construir cinco edificios de ocho plantas.

El interventor consideraba que esa edificabilidad debía pasar a manos municipales y que no habría que abonar más intereses para evitar un enriquecimiento injusto de la empresa. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia negó sin embargo esta argumentación del Concello en 2022 al resolver que con la obligación de pagar hasta la aprobación del plan especial “resulta evidente” que la edificabilidad “no se transmite a la Administración con el pago de la indemnización, que compensa únicamente el retraso experimentado por el proceso por causas enteramente imputables al Concello” .

La resolución afeó además la actitud de la Administración municipal en este conflicto, ya que recordó que “pese a ocupar los terrenos de la recurrente y negar las licencias de edificación en sus solares por la afección [de la Torre de Hércules], no tiene prisa en aprobar el Plan Especial”.

El documento urbanístico que ahora será sometido a evaluación ambiental plantea propuestas para hacer posibles los convenios firmados en 2006 y la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia sobre los terrenos propiedad de la empresa Galitorre en el Agra de San Amaro. La solución que defiende es la construcción de un edificio con bajo y tres plantas al pie de la cantera del barrio de Adormideras, en el lugar conocido como plaza del Galatea, que tendría una edificabilidad de 8.735,35 metros cuadrados.

El bloque se ubicaría en la zona norte del polígono urbanístico existente, de forma que la sur estaría reservada para usos dotacionales. La solución que propone el plan traslada también la edificabilidad existente en el entorno de la Torre a la zona de As Lagoas, ya que existe una parcela libre en la confluencias de las calles Lagoas y Faro de Fisterra.

La sentencia sobre la promotora Galitorre a la que se refiere el plan especial fue emitida en 2018 y obligó al Concello a pagarle 520.033 euros por no poder edificar en los 823,5 metros cuadrados que poseía en el Agra de San Amaro y a abonarle intereses desde que presentó esta reclamación en 2014 hasta la fecha en que se completó el pago de esa indemnización. En este caso, la empresa había renunciado a construir en las inmediaciones de la Torre, a diferencia de las otras propietarias de terrenos que pleitearon con el Concello.

La nueva ordenación propuesta por el Concello para esta zona incluye también la desaparición del aparcamiento en superficie existente frente a la Ciudad Deportiva, que presta servicio también a los visitantes de la Torre de Hércules, y su traslado al lugar en el que durante años existió una chatarrería. El propietario de ese desaparecido negocio, José Antonio Álvarez Porto, explicó ayer a este periódico que no recibió ninguna comunicación municipal sobre esta iniciativa y que en su caso lleva “treinta años peleando” por una solución, ya que su acuerdo con el Concello se remonta a 1993.

“Eso tiene que desaparecer por el bien de la ciudad, lo tengo muy claro”, señaló Álvarez en relación con la antigua chatarrería, aunque se mostró “preocupado” por el lugar al que se trasladará la edificabilidad que posee en el Agra de San Amaro. También advirtió de que la ciudadanía debe tener en cuenta que la existencia de este conflicto no es responsabilidad de los propietarios de los terrenos.

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