A Coruña, en la élite hospitalaria: el Chuac refuerza su especialización con dos nuevas unidades de referencia para toda España

El centro coruñés incorpora dos nuevos CSUR para el tratamiento de patologías del área renal y suma ya una decena de acreditaciones de ese tipo, al nivel de grandes hospitales de Madrid, Barcelona o Sevilla

Un equipo quirúrgico del Chuac, durante una cirugía de tumor renal con afectación vascular.

Un equipo quirúrgico del Chuac, durante una cirugía de tumor renal con afectación vascular. / Cedida

A Coruña se consolida en la élite hospitalaria española, tras haber reconocido el Ministerio de Sanidad al Complexo Hospitalario Universitario coruñés (Chuac) con dos nuevos Centros, Servicios y Unidades de Referencia (CSUR) para el tratamiento de otras tantas patologías del área renal: las enfermedades glomerulares complejas y los tumores de riñón con afectación vascular, en ambos casos, en adultos. Con estos nuevos CSUR —que se suman a los de quemados críticos, trasplante pulmonar, de páncreas, renal cruzado (en adultos) y donante vivo para esta última intervención; ortopedia infantil; cirugía reparadora de la válvula mitral; y cardiopatías familiares (en niños y en adultos)—, el Chuac suma ya diez acreditaciones de ese tipo, al nivel de grandes hospitales de ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla, con mucha más población.

Los doctores Mercedes Cao y Venancio Chantada, adjunta del Servicio de Nefrología y jefe del Servicio de Urología del Chuac, respectivamente, durante una plena conversación, en el Hospital Universitario de A Coruña.  | // CEDIDA

Los doctores Mercedes Cao y Venancio Chantada, adjunta del Servicio de Nefrología y jefe del Servicio de Urología del Chuac, respectivamente, en plena conversación, en el Hospital Universitario de A Coruña. / Cedida

“Este CSUR de enfermedades glomerulares complejas es una buena noticia, no solo para nuestro servicio, sino para la comunidad autónoma ya que, hasta ahora, solo existía en grandes hospitales de Madrid y Barcelona, que tienen mayor dotación que el nuestro”, resalta la doctora Mercedes Cao, adjunta del Servicio de Nefrología del Chuac, quien reivindica el peso que ha tenido en la designación del complejo hospitalario coruñés como CSUR de enfermedades glomerulares complejas su “área de influencia” y su “espíritu trasplantador y de trabajo en equipo” y recuerda, en este punto, que el Chuac, referente en el terreno de los trasplantes, inició su actividad trasplantadora “hace 43 años, precisamente, con el trasplante renal”. Además, “tres de los diez CSUR” con los que cuenta actualmente el complejo hospitalario coruñés son de Nefrología, “y eso es un orgullo”, resalta.

“El abordaje de la enfermedad renal implica uno de los dispositivos asistenciales más complejos que existen en la sanidad. Nuestro servicio tiene una trayectoria muy dilatada, de hecho, este año hace 50 que consiguió la acreditación docente”, prosigue la doctora Cao, quien destaca que “el espíritu del Servicio de Nefrología” del Chuac “es el esfuerzo continuo por mejorar y por alcanzar el más alto nivel científico en el abordaje de la enfermedad renal”. “Nuestra visión ha sido siempre ser referente en la prevención, asistencia, docencia e investigación de las enfermedades renales. Este CSUR viene a reconocer una actividad ya consolidada en el tiempo, y algo que está en nuestro ADN: el trabajo en equipo. El trasplante no sería posible sin un equipo y nosotros, ya desde hace más de 40 años, estamos habituados a trabajar en colaboración con otros especialistas… y eso nos ha hecho fuertes para la atención de las enfermedades glomerulares. Porque la trascendencia que tienen estas dolencias es que, cuanto antes se diagnostiquen y se traten, menos repercusiones van a tener para la función renal, y menos posibilidades habrá de necesitar un tratamiento sustitutivo renal”, explica la nefróloga del Chuac, antes de detallar en qué consisten las enfermedades glomerulares .

Enfermedades glomerulares complejas

“Son las causadas por lesiones en el glomérulo, que forma parte de la nefrona, que es la unidad funcional del riñón, y está constituido por microscópicos vasos sanguíneos con pequeños poros, a través de los que se filtra la sangre. Su daño produce alteraciones en la composición sanguínea, con importantes consecuencias para la salud. Las enfermedades glomerulares son dolencias raras, es decir, afectan a menos de cinco de cada 10.000 personas. Algunas afectan por igual a toda la población y pueden aparecer tanto en niños como en ancianos, mientras otras afectan más a determinados grupos poblacionales como, por ejemplo, la nefropatía lúpica, que es más común en mujeres en edad fértil”, refiere la doctora Mercedes Cao, quien matiza que el Chuac ha sido acreditado como CSUR de “enfermedades glomerulares complejas”, aquellas “con una problemática todavía mayor”.

“Aquellas que tienen una presentación clínica agresiva, o las que no responden a los tratamientos de primera línea, o tienen efectos adversos importantes en relación con esos fármacos; o se manifiestan con afectación extrarrenal grave (neurológica o pulmonar); o cuyo diagnóstico es difícil porque se asocian a enfermedades hematológicas, oncológicas, infecciosas… o que recidivan en el trasplante. Todo esto es lo que les da el carácter de ‘complejas’ a las enfermedades glomerulares, que ya de por sí son poco frecuentes”, resalta la nefróloga del complejo hospitalario coruñés, donde el año pasado se registraron más de 1.200 consultas vinculadas a enfermedades glomerulares y se realizó seguimiento a 815 pacientes.

El diagnóstico de las enfermedades glomerulares complejas requiere, inicialmente, de análisis de sangre y orina y, con posterioridad, de otros estudios “más sofisticados”, que van “desde la ecografía abdominal, biopsia renal, estudios inmunológicos, serológicos, genéticos…”. “Un requisito sine qua non para que concedan el CSUR es realizar al menos 20 biopsias al año, durante los tres años anteriores a la acreditación, y nosotros los superamos. Pero no solo miran cantidad, sino también la respuesta al tratamiento, y la exigencia es que en más de un 70% de los pacientes se consiga estabilizar la función renal o recuperarla. Son criterios de eficacia y de calidad, y nosotros los cumplimos”, recalca la doctora Cao, antes de hacer hincapié en que las enfermedades glomerulares complejas, sin tratamiento, “conducen a la pérdida de función renal con necesidad de diálisis y trasplante, o incluso a la pérdida de la vida”.

“No obstante, si se diagnostican y tratan pronto es posible, en una gran mayoría de los casos, evitar que progrese la insuficiencia renal, e incluso que los pacientes recuperen función renal. En ese sentido los auditores valoraron positivamente que, desde el año 2007, en colaboración con el Servicio de Inmunología, implantásemos en nuestro hospital una prueba de detección rápida que, en menos de 24 horas, permite una aproximación al diagnóstico con una especificidad superior al 95%. La colaboración con el Servicio de Anatomía Patológica nos permite confirmar el diagnóstico y hacer una aproximación pronóstica”, refiere.

“En nuestro centro, desde 2007 —prosigue la doctora Cao— tenemos la oportunidad de iniciar, en menos de 24 horas y con una especificidad superior al 95%, el tratamiento de patologías como la vasculitis, el lupus y, también de una enfermedad cuya incidencia por desgracia está aumentando, el mieloma de cadenas ligeras: su diagnóstico temprano permite la extracción de dichas cadenas con filtros de alta permeabilidad, evitando la nefrotoxicidad de éstas, lo que implica una importante mejoría en el pronóstico. Este punto fue importante para refrendar nuestra experiencia”, subraya la nefróloga del Chuac, antes de llamar la atención sobre otra cuestión “reseñable”, y que también “llena de orgullo” a los profesionales del Servicio de Nefrología, y al complejo hospitalario coruñés en su conjunto.

“En nuestro servicio tenemos la serie más amplia de un solo centro de una enfermedad ultrarrara, denominada síndrome hemolítico urémico. Tras la irrupción de los tratamientos de bloqueo del complemento, en nuestra serie se demostró cómo estos nuevos fármacos modifican el pronóstico de la enfermedad, de tal modo que las guías de la Sociedad Americana de Aféresis y las KDIGO (referencia mundial para el abordaje de estas enfermedades) incluyeron nuestro trabajo para proponer el cambio en la indicación terapéutica”, reivindica la doctora Cao, y continúa: “En la serie del Chuac, la supervivencia renal al año es del 80%, cuando, con el tratamiento clásico, precisaban diálisis o fallecían el 50% de los pacientes en ese período. En contraposición, en nuestra serie no falleció ningún paciente y se consiguió un 80% de recuperación total de la función renal, y del cien por cien en los casos en que se trataba de una manifestación aguda y no había enfermedad renal previa”.

"Reconocimiento a la madurez profesional"

Incide la doctora Cao en que la acreditación del Chuac como el CSUR de enfermedades glomerulares complejas supone “el reconocimiento a la madurez profesional no solo del servicio, sino de todo el hospital”, y concluye: “Poder disponer de una unidad en donde se traten patologías de alta complejidad, con resultados que se equiparan a los de la literatura científica e incluso los mejoran, es un orgullo para el Chuac y para los gallegos. Intentamos estar siempre al servicio de los ciudadanos, y este CSUR es una oportunidad para seguir mejorando”.

En términos similares se manifiesta el doctor Venancio Chantada, jefe del Servicio de Urología del Chuac, al valorar la designación del complejo hospitalario coruñés como CSUR para el tratamiento de tumores renales con afectación vascular. “Este CSUR es el reconocimiento al esfuerzo de muchísimos años. La cirugía del cáncer de riñón con afectación vascular (el trombo se extiende por la vena renal, por la vena cava e, incluso, llega a la aurícula del corazón, como en un caso que hemos operado este mismo mes) es muy compleja y, en numerosas ocasiones, implica una coordinación multidisciplinar entre urólogos y cirujanos cardíacos. No siempre porque, cuando el trombo está más bajo, intervenimos solo los urólogos, sin embargo, cuando llega al corazón, hace falta que colabore también Cirugía Cardíaca, con circulación extracorpórea, parada cardíaca... además de compañeros de otras especialidades que, por supuesto, también contribuyen, como anestesistas y nefrólogos (con un papel muy importante en el seguimiento de estos pacientes, por si hay una insuficiencia renal, etc.). Es un trabajo que, al igual que los trasplantes, implica a muchos servicios del hospital”, destaca el doctor Chantada, quien reivindica, en este punto, “el trabajo en equipo”, que “siempre es fundamental” en un centro de alta complejidad como el Chuac. “Alguien tiene que ser, digamos, el que ‘dirija la orquesta’. En este caso es Urología, porque somos el servicio que lleva a estos pacientes y los va a operar, pero sin la colaboración de esos otros compañeros a los que acabo de mencionar sería imposible”, reitera.

Incide, el jefe de Urología del Chuac, en que este CSUR para el tratamiento de tumores renales con afectación vascular “es un reconocimiento a una intervención” que su equipo lleva realizando “desde hace muchos años”. “Diría que operamos cánceres de riñón con afectación vascular desde hace casi 40 años, de hecho, nos remitían a muchísimos enfermos de todos los hospitales de Galicia. Incluso, en algún momento, muy puntualmente, hemos intervenido a algún paciente de comunidades limítrofes, como Asturias. Ahora, con la acreditación de CSUR, es ya de manera oficial, es decir, un paciente de cualquier parte de España con un cáncer renal con afectación vascular podrá ser tratado de esa dolencia en A Coruña si es que así lo desea”, apunta el doctor Chantada, antes de desvelar que, “en general”, el Servicio de Urología del Chuac atiende, cada año, “a unos 200 pacientes con tumores renales”.

Tumor renal con afectación vascular: "entre 15 y 20 casos cada año"

“La cifra con afectación vascular es variable, pero suele rondar entre los 15 y 20 casos. Lógicamente, la inmensa mayoría pasan por quirófano. Y la mayoría, también, los resolvemos solo los urólogos, porque el trombo que sale del riñón y empieza a avanzar por el sistema vascular hacia el corazón tiene cuatro ‘niveles de altura’: el 1, cuando está en la vena renal, embocado en la cava; el 2, cuando llega al borde inferior del hígado; el 3, cuando alcanza la parte inferior del diafragma; y el 4, cuando llega al corazón”, explica, y detalla: “Los casos con nivel 1 y 2, los resolvemos los urólogos; la mayoría de los del 3, también; y, solamente, en algunos del 3 y en todos los del 4, necesitamos que haya un cirujano cardíaco que abra el corazón por arriba, con parada cardíaca y circulación extracorpórea. Es tal la cantidad de sangre la que circula a través de la vena cava que, para abordarla con seguridad, hay que parar todo el sistema cardíaco y proteger el cerebro, porque el paciente va a estar media hora en parada cardíaca. Son cirugías muy complejas. Tanto, que en ocasiones ocupan todo el turno de mañana en quirófano. Incluso a veces, si hay alguna complicación o en casos más severos, hemos llegado a finalizar la intervención pasadas las cinco o las seis de la tarde. Como mínimo, son seis horas de operación: interviene el equipo de Cirugía Cardíaca, luego nosotros, nos vamos alternando, en algún momento trabajamos al unísono... Esto requiere mucha coordinación y esfuerzo, pero lo cierto es que estamos muy satisfechos porque los resultados son buenísimos”.

Reivindica, en este punto, el doctor Venancio Chantada, el hecho de que en cuatro de los diez CSUR que suma, en la actualidad, el Chuac, están implicados los servicios de Urología y Nefrología. “Somos muy activos, y acumulamos mucha experiencia quirúrgica. Y la finalidad de los CSUR es que todos los casos se centren en determinados hospitales, y no que cada centro haga uno. Al final, la cantidad es la calidad y, sin realizar un número mínimo de procedimientos, no se adquiere esa calidad”, concluye.