Polideportivo

“El marco normativo actual es insuficiente”

Júlia Rabell, abogada de la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional, analiza que “medir el éxito por publicidad y patrocinios” discrimina al deporte femenino

Partido entre el Liceo y el Esneca Fraga.

Partido entre el Liceo y el Esneca Fraga. / VICTOR ECHAVE

La sentencia del Tribunal Superior de Galicia que niega discriminación del Liceo hacia su equipo femenino abre debate y sienta un “negativo precedente” para el deporte femenino según la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional. La justicia justifica las diferencias entre el conjunto masculino y el femenino, sobre todo a la hora de afrontar los viajes, por el diferente ámbito territorial de las dos ligas y por la distinta fuente de ingresos de ambos. “El problema que existe es que se intenta medir el éxito del deporte por la publicidad y el patrocinio una vez más. El deporte masculino genera más expectación y por ese motivo consideran que no existe una discriminación”, expone Júlia Rabell, abogada de la asociación, que cree que “ese argumento ya es una discriminación indirecta que perjudica a las mujeres”. “La retribución desigual de salarios constituye, una vez más, una estructura invisible de violencia de género”, añade. Y, de fondo, un problema de raíz más grande: “Esto es un precedente negativo y que una vez más demuestra que la Ley del Deporte que data de 1990 no ha servido para nada en ese sentido”.

Porque este no es solo un problema de uno. “Habría que cambiar el paradigma de la situación del deporte por completo. El marco normativo actual resulta insuficiente a la hora de apelar y ejercer los derechos que ejercen las deportistas”, dice la letrada. Porque incluso está socialmente aceptado como lógico que en el deporte cobren más los hombres que las mujeres, como por ejemplo en el fútbol. “Siempre se va alegar que el fútbol masculino genera más expectación en el público Y así las mujeres se encuentran con muchas más dificultades para encontrar apoyos económicos y esponsors, con una falta total de refuerzo social y con escasez de modelos femeninos que sirvan de referentes”, reflexiona y apunta que en el caso del fútbol sí que cada vez hay más referentes, como demuestra el hecho de que se batiera el récord de asistencia a un partido femenino con más de 90.000 espectadores en el Camp Nou, “pero no es el caso de otros deportes más masculinizados y con trato peyorativo hacia la mujer”.

Rabell confirma que el deporte es uno de los ámbitos profesionales en el que está más acentuado y queda más patente el trato desigual entre hombres y mujeres. “Y esto no crea solo barreras de carácter social sino otras más de carácter individual y personal, que es la falta de confianza que genera esto a la hora de realizar ciertas actividades deportivas catalogadas socialmente como masculinas”, concluye la abogada. “Las diferencias son totales”, vuelve al caso concreto del Liceo. “Unos viajan en avión y otras en furgoneta. A unos les lavan la ropa y ellas se la tienen que lavar. El club lo lleva a su terreno y alega que el hecho de que las jugadoras no reciban prestación económica desde hace unos meses responde a una situación deficitaria del club cuando esto es solo un factor más de todos los que hay que tener en cuenta”, puntualiza.

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