Tercera RFEF | Juan Riveiro Entrenador del Atlético Arteixo

Juan Riveiro: “Conseguimos el objetivo, que era mantener al equipo y consolidarlo”

“Hubo un momento en el que nos despistamos un poco, entre el entorno y algunos de dentro, pero el siguiente rival nos devolvió a la realidad con una buena bofetada”

Juan Riveiro, ayer, en el paseo marítimo coruñés, junto a Las Esclavas. |  // VÍCTOR ECHAVE

Juan Riveiro, ayer, en el paseo marítimo coruñés, junto a Las Esclavas. | // VÍCTOR ECHAVE / Eugenio Cobas

Lleva 37 temporadas entrenando “sin parar, desde los 16 años”. Ahora, con 53, el coruñés Juan Riveiro ha cumplido la meta inicial de la permanencia con el Atlético Arteixo, al que hace un año guio desde Preferente a Tercera RFEF tras 18 campañas sin que el club rojiblanco pisara la máxima categoría autonómica.

¿Objetivo cumplido?

Yo tengo claro que cuando alguien contrata a un entrenador siempre lo contrata con un objetivo. El del año pasado era el ascenso, lo conseguimos, y el de este año era la consolidación en la categoría. A pesar de que fue una categoría complicada y en la última jornada podíamos haber descendido si perdíamos, al final quedamos séptimos, de la mitad de tabla para arriba, con lo cual creo que sí, que hemos conseguido el objetivo, que era mantener al equipo y consolidarlo en la categoría.

Más de la mitad de la plantilla venía de ascender de Preferente, ¿eso le da más mérito a la salvación?

Yo creo que sí. Por un lado, le da mucho mérito, y por otro lado, queda clara la apuesta del club de darle continuidad a los jugadores que llevan con nosotros algunos años. Esa es una de las claves, que el club está apostando por darle continuidad a determinados futbolistas, eso hace que el grupo se mantenga y a mí me parece súper importante. Si mantienes el núcleo, eso al final te va a dar rendimiento siempre. Conseguimos mantenernos con un equipo que al final viene de Preferente, y las categorías están para algo. Siempre digo que a un año muy feliz, que es el del ascenso, le sigue un año que no lo es tanto, que es el de la permanencia la temporada siguiente.

El equipo remontó con fuerza después de un inicio de temporada malo, ¿costó adaptarse a la nueva categoría?

Hay una diferencia muy grande entre lo que pasó hasta la séptima jornada y todo lo que pasó después. Empezamos siempre por debajo de la mitad de la tabla, por momentos muy abajo, pero desde la séptima jornada en adelante nunca hemos bajado del quinto puesto en cuanto a puntuación. Había muchos jugadores nuevos en la categoría y, al final, las categorías se pagan. Mérito de ellos el haberse adaptado. ¿Demérito? A lo mejor el haber tardado dos meses. Quizá se tendrían que haber adaptado un poco antes, pero la Tercera es una categoría tremendamente competitiva y este año, con 16 equipos, mucho más. Todo se igualó. Ni por arriba ni por abajo estaban las cosas claras. Nosotros llegamos un poco tarde a adaptarnos a la categoría. Parte de culpa seguro que tendrá el entrenador, pero es lo normal.

¿Por qué un Atlético Arteixo más fuerte de visitante que de local?

En casa nos costó un poquito más. Éramos un equipo que no rehusaba tener la pelota en ningún momento pero creo que en casa el equipo acusó, por momentos y en determinados partidos, la responsabilidad de tener que hacer algo más delante de los tuyos. Fuera el equipo se soltó muchísimo más y jugó menos tenso. No hay una notable diferencia en el rendimiento fuera y en casa, pero sí es cierto que teníamos que habernos hecho más fuertes en casa.

¿Cree que en algún momento el equipo llegó a despistarse soñando con pelear por el play off?

Puedo asegurar que por parte del entrenador, no, e intenté controlarlo, pero es difícil. Sí, yo creo que hubo ahí algún momento en el que algún vídeo motivacional, etcétera, y entre el entorno y algún individuo o individuos de dentro también, pues nos despistamos un poco. Pero no hubo ningún problema, el equipo contra el que nos tocó jugar ese domingo ya nos devolvió a la realidad con una buena bofetada.

Se refiere al Paiosaco.

Exactamente. Nos dieron una buena bofetada que nos devolvió a la realidad. Yo ya estaba insistiendo cuál era la realidad, pero así nos quedó clarito a todos cuál era. Yo ya lo tenía claro, y el cuerpo técnico también, pero a lo mejor alguien se despistó con que “si ganamos aquí” y tal… Sí, sí. Pero el problema de esa frase de “si ganamos” es el “si” condicional del inicio. No tenía mucho sentido. Eso solo lleva a despistarse del verdadero objetivo, que es ganar el siguiente partido, y luego ya veremos dónde acabamos.

¿Está firmada su continuidad?

Aquí se firma año a año. Hay muy buenas perspectivas de que continúe. Excepto que me surja alguna circunstancia muy extraña, que tengo claro que no va a pasar, yo creo que mi continuidad en Arteixo es lo más lógico, sobre todo porque el club es favorable a ella y yo también porque me encuentro muy cómodo. Solo tendremos que hablar y ponernos de acuerdo, pero eso no ha sido difícil el primer año ni el segundo, así que no tiene por qué ser difícil el tercero. Por parte del club hay buena disponibilidad y por mi parte, también. No va a ser complicado.

¿La idea es mantener el bloque?

Sí. En eso coincidimos tanto el club como yo. Más de la mitad de la plantilla seguirá, si ellos quieren. Dependerá también de los jugadores.

Conoce desde dentro la cantera del Dépor, ¿qué va a suponer para el Fabril el ascenso en cuanto a la proyección de sus jugadores?

Siempre he creído que cuanto más cerca esté un equipo de otro, muchísimo mejor, el trasvase de jugadores siempre va a ser mucho más sencillo a nivel competicional. Las categorías básicamente se diferencian en el ritmo, en la velocidad a la que se mueven los adversarios y la pelota. Ojalá vuelva a aumentar la diferencia [de categoría entre primer equipo y filial], significará que el Dépor asciende. Me alegro muchísimo de que un entrenador como Óscar [Gilsanz], que se lo ha currado, esté ahí y vaya para arriba. Creo que tanto a nivel de entrenadores como de jugadores, al club le falta darle oportunidad a la gente de casa porque no hay tanta diferencia entre los demás y los nuestros, para nada. Lo que hay es que darle la oportunidad, pero de verdad. Poner a alguien cinco minutos en un partido… eso no es dar una oportunidad. Eso es vender humo. No son mejores los del Celta. La diferencia es que a ellos les dan oportunidades claras. A lo mejor eso sí que es lo que había que mirarse.

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