Bronce amargo para Enmanuel Reyes

Enmanuel Reyes se colgó ayer la medalla de bronce de los Juegos Europeos que se están disputando en Cracovia (Polonia). El boxeador coruñés perdió las semifinales contra el irlandés Jack Marley por 4-1 en un combate en el que fue de más a menos. La medalla es agridulce, más bien amarga, porque si bien le permitió volver a un podio de los pesos pesados en una cita internacional después de haberse bajado de él en el último Mundial, se quedó sin el billete para los Juegos de París 2024. Solo había dos en juego y fueron para los dos finalistas: el verdugo del cubano nacionalizado español, y el gran favorito, el italiano Aziz Abbes Mouhiidine, que hoy lucharán por el título de campeones. Al coruñés le quedan ahora dos opciones más para clasificarse para los que serían sus segundos Juegos tras los de Tokio, donde logró un diploma que le supo a poco.

Reyes se había asegurado la medalla dos días antes en los cuartos de final al vencer al alemán Okafor. Así que lo importante del combate de las semifinales era, más allá de pensar en el oro, la clasificación para París. También lo sabía el irlandés, que salió con mucho ímpetu. Sin embargo, El Profeta supo defenderse a la perfección, evitando que los golpes que lanzaba su enemigo impactasen contra su cara. Y desde esa posición a la defensiva, incluso a veces contra las cuerdas, mandó contragolpes que hicieron daño. Así lo vieron y lo valoraron también los jueces, que le dieron la victoria del primer asalto casi por unanimidad (4-1).

La tendencia cambió en el segundo. Marley continuaba más agresivo, llevando la iniciativa. Parecido al primero, pero en esta ocasión la defensa de Reyes no fue tan buena y el guante de su rival llegó más veces hasta su zona de peligro mientras que él no consiguió conectar ningún golpe importante. La decisión de los jueces cambió. Cuatro apostaron por el irlandés, solo uno por el triunfo del coruñés nacido en La Habana. “Vamos 1-1”, le decían para animarle desde su esquina antes de afrontar el tercero los técnicos de la selección. “Tienes que sacar tu ritmo y no te metas en las cuerdas”, añadían.

Y Enmanuel Reyes intentó cumplir con esa premisa. Cogió el centro del ring y llevó más la iniciativa. El cansancio también hizo mella y los dos contrincantes fallaron muchos de sus golpes. Pero la igualdad fue máxima porque el nivel se equilibró y los dos púgiles buscaron el triunfo. La resolución de los jueces, sin embargo, no estuvo tan repartida. Los cinco decidieron que el mejor del tercer asalto era Marley. Sumadas las puntuaciones de los dos anteriores, el irlandés ganaba por 4-1 al pupilo de Chano Planas, que felicitaba deportivamente a su rival, exultante de alegría. No era solo que estaba en la final. Era que se había clasificado para los Juegos Olímpicos. Ese sueño tendrá que esperar en el caso de Enmanuel Reyes. La repesca y el Preolímpico son ahora su esperanza y su próximo objetivo. París 2024, la meta final.