Piragüismo

Arévalo defenderá su medalla en París

El K4 500, campeón del Mundo y de Europa y plata en Tokio, solo pudo ser séptimo

Germade, Cooper, Arévalo y Craviotto, en plena competición. |  // PIRAGÜISMO ESPAÑA

Germade, Cooper, Arévalo y Craviotto, en plena competición. | // PIRAGÜISMO ESPAÑA / Redacción

Redacción

Objetivo mínimo logrado, pero sensación agridulce para el K4 500 con el betanceiro Carlos Arévalo como segundo palista. La joya de la corona del piragüismo español, esa embarcación que era campeona del Mundo, de Europa y que logró una medalla olímpica de plata en Tokio, solo pudo ser séptima en la final del Campeonato del Mundo esprint de Duisburgo, una posición que le garantiza una plaza en esta modalidad en París 2024. Fue la culminación de una semana en la que les ha costado estar entre los mejores, ya que acabaron en la segunda plaza en las eliminatorias, terceros en las semifinales y, finalmente, séptimos en la prueba decisiva de ayer por la tarde en el campo de regatas alemán.

La embarcación de Craviotto, Cooper, Arévalo y Germade no arrancó con fuerza y, de hecho, pasó en 39.25 en los primeros 250 metros, solo por delante de los lituanos y polacos. El podio quedó reservado al término de la prueba para alemanes, húngaros y ucranianos.Los barcos de Australia, Dinamarca y Lituania también les superaron. El tiempo final del ganador fue de 1:19.183 y el de los españoles 1:20.300, a distancia del tiempo que les dio el Europeo hace dos meses: 1:19.956. Ayer no trascendió nada de su estado o de si la embarcación tuvo alguna clase de problema que le haya lastrado en la competición. Pero se han quedado lejos del podio y del objetivo de la medalla a juzgar por su fortaleza desde que la Federación Española de Piragüismo formó esta escuadra entrenada por Miguel García. “Con todo y contra todos. Siempre orgullosos de este equipo. ¡Nos levantaremos juntos!”, se pudo leer en un tuit de la cuenta oficial del organismo.

Teresa Portela estará en sus séptimos Juegos Olímpicos. La canguesa de 41 años selló ayer su billete con el K4 500 para la cita de París pendiente de que la Federación Española confirme que la formación que ayer logró la plaza será la misma en la cita olímpica. No se vislumbra otra posibilidad. La gallega sumó otra medalla mundial a su impresionante palmarés porque el K4 español logró el bronce en una prueba ajustada y que reafirma las esperanzas de que esa embarcación esté dentro de un año en la pelea por las medallas olímpicas. Junto a Portela estaban Carolina García, Sara Ouzande y Estefanía Fernández. Estuvieron donde se esperaba. Al margen de Portela, el día tuvo otra protagonista indiscutible: Antía Jácome. La pontevedresa ofreció un recital. Cerró el día con dos medallas de plata colgadas del cuello (en el C1 200 y en el C2 200) y la plaza olímpica en la prueba individual. Es cierto que la Federación sí tiene otra aspirante (María Corbera) y seguramente la ponga en juego en algún selectivo como hizo hace meses de cara al Mundial. Pero la gallega ha dado el primer paso quien represente a España en el C1 200 en París. En el C2 200 Jácome y Corbera volvieron a ofrecer otra lección de potencia y confirmaron la gran apuesta que ha sido juntarlas. Solo las chinas pudieron con ellas en una distancia que no es olímpica con lo que la trascendencia es menor en comparación con la final de hoy en el C2 500 (12:30 horas). Esta sí es distancia olímpica y la pareja deberá sellar su presencia en los Juegos. Para ello deberán finalizar entre las cinco primeras, algo que no debería suponer un problema teniendo en cuenta que aspiran en la final de hoy a la medalla de oro.