El Liceo encara dos finales para lograr el billete a la Copa

Era diciembre del año 2005 cuando una primera vuelta con cuatro victorias, cinco empates y seis derrotas impidió al Liceo, entonces patrocinado por de Vodafone, participar en la Copa del Rey. Los colegiales habían sumado 17 puntos hasta el ecuador del curso que les dejaron momentáneamente en la duodécima posición de la tabla a pocos días de acabar el año. Esa edición de la Copa, que termino con el Reus como campeón en un torneo disputado en Lloret de Mar, es la última hasta la fecha en la que no ha participado un club, el coruñés, que ve peligrar como nunca su racha de 17 años consecutivos entre los ocho primeros al término de la primera vuelta.

La derrota de este miércoles por 2-0 en la pista del Voltregà, rival que llegaba al encuentro justo un puesto por debajo, dejó al Liceo al borde de las plazas de acceso al torneo de KO. Los verdes son ahora mismo séptimos con 15 puntos, al igual que el Igualada, octavo, y que el Calafell, noveno. Este último, estaría fuera de la competición. Además, las tres derrotas consecutivas en liga han permitido que el Reus, el Voltregà y el Alcoi, próximo rival de los liceístas (mañana a las 18.00 horas en el Palacio) se hayan puesto por delante con un escaso margen. El Liceo está a tres puntos del Reus, cuarto, y, si ganase este fin de semana, se pondría dos por encima del equipo alcoyano. Tras este compromiso, solo quedará un último paso: vencer en la pista del Noia para asegurar el billete a la Copa del Rey, que este año se juega en marzo en Calafell. Esa misión quedará pendiente hasta enero, una vez termine el parón de invierno.

El precedente de hace casi dos décadas relata una tendencia similar a la que ha dibujado el Liceo en esta primera vuelta. Tras un inicio irregular, con buenos números en el apartado goleador, una mala dinámica de resultados a partir del mes de noviembre dejó en la estocada al conjunto que, en aquel momento, dirigía el alicantino Paco González. Encadenaron siete partidos sin ganar y perdieron la oportunidad de acceder a la Copa del Rey al perder en el Palacio de los Deportes de Riazor por 2-3 contra el Reus.

De esa campaña se acuerdan bien dos integrantes de la actual disciplina verdiblanca: Juan Copa y Pablo Cancela. El técnico tomó las riendas del equipo en el tramo final de la temporada, cuando Paco González abandonó el cargo “por motivos personales”, según rezó el comunicado del club en su momento. Juan Copa dirigió las últimas nueve jornadas y logró aupar a la novena posición a un equipo que contaba en sus filas con Jordi y Francesc Bargalló, Pablo Álvarez, Josep Lamas, Jaume Llaverola en la portería o Martín Payero, que regresó a A Coruña en el mercado de invierno. Sin embargo, no continuó en el puesto en la siguiente campaña, cuando recaló en el banquillo el portugués José Querido y Juan Copa quedó relegado al puesto de ayudante técnico.

Fue también un curso especial para Pablo Cancela. El que ahora es el hombre más veterano del vestuario firmó en esa campaña su primer gol con el equipo coruñés. Fue en la antepenúltima jornada, en una goleada por 8-0 ante el Lloret en Riazor.

Con este precedente en la retina, el Liceo está a tiempo de clasificarse a la Copa. El primer paso será mañana en casa, en un duelo en el que el equipo buscará el calor de su afición para recuperar el gol y las buenas sensaciones ante el Alcoi.

El Voltregà niega los insultos racistas a ‘Tombita’

El Voltregà ha negado en un comunicado que cualquier miembro o aficionado del club presente en el encuentro de este miércoles le haya proferido insultos racistas a Fran Torres, Tombita. El conjunto catalán rechaza, así, la versión del Liceo, que abandonó la pista a falta de ocho minutos por jugar de la segunda parte cuando el joven jugador argentino denunció un improperio de estas características por parte de Aleix Molas. La acción, que se saldó con una cartulina azul para cada jugador, desencadenó una trifulca en la zona técnica que obligó a detener el encuentro. Juan Copa retiró al equipo hasta que llegasen al recinto efectivos de los Mossos d’Esquadra para garantizar la seguridad de la expedición liceísta. En su escrito, el Voltregà indica que fue el banquillo del Liceo el que “llevó hasta el extremo” una disputa que ya habían resuelto los árbitros. También puntualiza que no constó en el acta una agresión “intencionada o no” a la responsable del área social del club por parte de un integrante del cuerpo técnico colegial. El conjunto catalán prevé elaborar un recurso para “defender sus intereses”.