Baloncesto - Copa Princesa

La marea naranja vibró en todas partes

Medio millar de aficionados acompañó al Leyma Coruña en Wizink Center durante la Copa Princesa - La cervecería La Estrella se abarrotó para vivir el encuentro

Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

El Leyma Coruña no pudo traerse de vuelta la Copa Princesa. Pero no todo fueron derrotas en un fin de semana en el que la afición del equipo naranja ganó. Ya fue una victoria para todo el deporte coruñés el simple hecho de ganarse en la pista el derecho a disfrutar de la Copa Princesa y del privilegio de gozar de un desplazamiento masivo. Más de 500 aficionados del conjunto coruñés se desplazaron este fin de semana hasta Madrid. Unos partieron el sábado al mediodía. Otros, más madrugadores, o trasnochadores, lo hicieron en la madrugada del domingo. Todo esfuerzo valió la pena para arengar a la plantilla a su llegada al Wizink Center.

Aficionados del Leyma Coruña vivieron la Copa Princesa en el Wizink Center y en la cervecería La Estrella. |  // CASTELEIRO / ROLLER AGENCIA /FEB

Aficionados del Leyma Coruña vivieron la Copa Princesa en el Wizink Center. / LEB

El triunfo de la marea naranja comenzó con el recibimiento al equipo en los prolegómenos del encuentro. Y prosiguió durante toda la mañana en el interior de pabellón. Eran minoría frente a la afición del anfitrión, el Estudiantes, pero sin duda se hicieron notar de inicio a fin del partido. Su presencia también ayudó a pasar el trago a los integrantes del club coruñés cuando, al final, cayeron desolados, víctimas de un nefasto último cuarto.

La marea naranja vibró en todas partes

Leymita y el Delfín Ramiro, mascotas del Leyma Coruña y Estudiantes, junto al trofeo de la Copa Princesa / FEB

Aunque el destacamento a Madrid fue numeroso tras el del pasado fin de semana a Cantabria, no fue total. Una buena parte de la afición del Leyma no se pudo desplazar hasta la capital. Muchos de ellos quisieron vivir en grupo este acontecimiento histórico en la trayectoria de casi tres décadas del club. Se reunieron al mediodía en la cervecería la Estrella de Cuatro Caminos, que presentó un grandísimo ambiente desde la previa del partido hasta que terminó.

Quizá fue un final amargo, a pesar de los precedentes y de las ilusiones. Pero la afición se quedó con su triunfo particular, con acudir a la llamada del equipo para llevarlo en volandas hasta Madrid. Esta vez no fue posible vencer en la pista, pero el triunfo fuera ya estaba asegurado mucho antes de comenzar el encuentro.